El neopositivismo es la visión filosófica
nacida del empirismo moderno en la
experiencia del Círculo de Viena, cuyos
miembros más representativos,
durante las persecuciones antisemitas
en Europa, emigraron a los Estados
Unidos y a Inglaterra, donde
desarrollaron sus ideas.
Es característica del
neopositivismo la reducción de
la filosofía al análisis del
lenguaje, tomado tanto de la
ciencia como de la vida común
del hombre.
La doble realidad del lenguaje produce las
dos corrientes del neopositivismo, como
filosofía del lenguaje científico y del lenguaje
común.
Las dos dependen del principio
dogmático que Wittgenstein codificó en
su Tratado lógico-filosófico, a saber, que
las afirmaciones hechas sobre las
realidades existentes solamente tienen
sentido si se prueba su verificabilidad
La hermenéutica del lenguaje consiste
precisamente en el uso que se hace de él. A partir
de esta afirmación se deduce que, para
comprender lo que el lenguaje común afirma
sobre una realidad, no hay ninguna necesidad de
tener en cuenta que esa realidad sea realmente
existente en sentido substancial.
Es ésta una forma de tautología
científica. De aquí la negación que
hace el neopositivismo de las
verdades metafísicas. No tienen
ningún significado, en cuanto que no
pueden someterse a ninguna
verificación empírica.