es una corriente filosófica que persigue el conocimiento
de la realidad a través de la experiencia inmediata de la
propia existencia. De todas formas, no se ha desarrollado
una teoría precisa o exacta que defina claramente este
concepto
destaca al ser humano
individual como creador del
significado de su vida. Los
existencialistas no creen que el
individuo sea una parte de un
todo, sino que cada ser humano
es una integridad libre por sí
misma. La existencia propia de
una persona es lo que define su
esencia y no una condición
humana general.
En otras palabras, el ser
humano existe desde
que es capaz de generar
cualquier tipo de
pensamiento. El
pensamiento hace que la
persona sea libre: sin
libertad, no hay
existencia.
Esta misma libertad convierte al individuo en un ser
responsable de sus actos. Hay, por lo tanto, una ética de la
responsabilidad individual. La persona debe hacerse cargo
de los actos que realiza en el ejercicio de su libertad.
Se considera como padre del existencialismo al
filósofo Soren Kierkegaard. Fue él quien
determinó que cada individuo es quien debe
encontrarle un sentido a su existencia. Y agregó
que la mayor responsabilidad del ser humano
radica en vivir su propia vida de forma pasional
y sincera, pese a los mil obstáculos que puedan
presentarse.