Aprendizaje autónomo: eje articulador de
la educación virtual
Aprendizaje autonomo
Encontrar los elementos necesarios para dirigir
adecuadamente el aprendizaje, desde los
instrumentos que nos faciliten la obtención de
información precisa, capacidades para
sumergirnos en un mundo en constante evolución
tecnológica así como la disposición de investigar
más allá de lo que nuestro tutor nos pueda
ofrecer, buscar opiniones, ensayos que nos
aporten a engrandecer nuestro conocimiento. Y
por último, estar siempre juicioso sobre la
información obtenida, para que esta realmente
sea útil e idónea para el contexto que se utilizará.
Indicadores de autonomia
Se obtiene autonomía al saber qué,
cuándo y cómo se aprende. De saber qué
métodos son adecuados para obtener
ciertas metas, y saber cuándo es
necesario buscar otra estrategia para
otros temas. La capacidad de
autoevaluarse y saber autocontrolar el
proceso de aprendizaje.
Tecnología en complemento con la
humanidad
La información nos rebasa día con día,
así como la tecnología y los métodos
para obtenerla. La necesidad de
actualizar incluso nuestra manera de
aprender es un requisito que a futuro
será casi obligación para no perdernos
en un mundo que avanza a pasos
agigantados.
Calidad y calidez: humanizar el aula
virtual
La distancia y el uso de máquinas para
el contacto estudiante-docente no es un
pretexto para que esto nos desconecte
del hecho de que tratamos con
personas. El uso de la tecnología es
exclusivamente como herramientas de
apoyo. Así como la búsqueda constante
que esta relación no sea únicamente
unilateral, que el estudiante sea el
principal promotor a enriquecer el
aprendizaje.
compromisos sin distancia
Para lograr a cabo el estudio por medio de aulas virtuales es fundamental el compromiso de un
aprendizaje autónomo, encontrando en esto la capacidad para llevar a cabo procesos de los cuales
somos total y completamente responsables. A su vez, esto nos dará las fortalezas necesarias para
cumplir con las exigencias del actual mundo laboral.