Es a raíz de los primeros escritos, grabados, esculturas, pinturas etc., cuando podemos empezar a
imaginar con cierta fiabilidad que fue de la percusión en las actividades musicales populares
(entendiendo por populares aquellas que no requieren de un adiestramiento previo). Resulta
evidente que la música popular no es la que nos ha llegado escrita o referida en documentos de la
época, ya que las gentes que se entretenían de esta manera no eran lo suficientemente cultas como
para escribir o dejarnos reseña histórica de lo que estaban haciendo, además de no tener conciencia
de la importancia que para nosotros pudiera tener hoy en día.
La percusión es una de las actividades relacionadas con la música, más antigua que existen.
Prácticamente desde el comienzo de los tiempos los seres humanos han golpeado, sacudido,
raspado o entrechocado elementos que se encontraban en la naturaleza para provocar sonidos o
ritmos que les acompañaran en sus quehaceres diarios, o en sus momentos mágicos e incluso, me
imagino, durante sus ratos de "ocio".
Instrumentos primitivos: Seguramente todos los instrumentos primitivos de cualquier cultura serían
de percusión (sacudidos, golpeados, entrechocados o raspados) ya que resultaría extraño que el ser
humano primitivo fuese capaz de manipular una cuerda o de soplar un cuerno, antes de golpear un
tronco o entrechocar sus manos. Estas formas de tocar se utilizarían para fines ceremoniales,
guerreros, de trabajo o incluso de ocio para festejar cualquier tipo de cosa, así como algún ritual
religioso destinado a alejar espíritus malignos o atraer los favores de alguna deidad. Resulta evidente
decir que cada pueblo le daba la importancia a un instrumento distinto, con el cual más se
identificaban (Tambores en Africa y Europa, Metales en Asia y la India, pequeños idiofonos
entrechocados, raspados o sacudidos en América del sur, etc.), quedando claro que cada cultura
aportó algo diferente a nuestra historia.
Existen claras evidencias de instrumentos de percusión extrañísimos como el tambor de arena
africano (Senegal), consistente en un trozo de piel sobre un agujero hecho en el suelo (caja de
resonancia), o tambores de madera que no son otra cosa que troncos huecos golpeados con las
manos o huesos de animales.
Esta actividad estaba relacionada principalmente con sus cazas, juegos y rituales religiosos. Quizás,
por esto es por lo que no nos han llegado reseñas de ningún tipo de nuestros ancestros musicales
más antiguos, pero estoy seguro de que hace un montón de siglos nuestros antepasados se
divertían, cazaban, jugaban y adoraban a sus Dioses a ritmos de maderas golpeadas, piedras
entrechocadas o troncos de árboles raspados con palos o piedras... Pero de esto hace demasiado
tiempo como para saber exactamente que es lo que pasaba, sólo nos podemos dedicar a imaginar
como sería, aunque tengamos excavaciones arqueológicas que nos digan que los tambores de arcilla,
huesos y pieles de animales etc., se usaban para provocar los ritmos sobre los cuales bailaban,
cantaban o realizaban cualquier actividad que, yo al menos, no puede imaginar.