Evaluación del proceso de enseñanza
María Antonia Casanova
La utilización de una u otra metodología, el uso de recursos
educativos apropiados, el clima del aula, el modo de evaluar, la
selección de contenidos, la propuesta de actividades, la organización
del espacio, etc., son elementos que imprimirán un determinado
carácter al quehacer del grupo
es importante evaluar los procesos de
aprendizaje.
Si la evaluación formativa pretende mejorar los
procesos, resulta imprescindible detectar, durante el
camino, los elementos positivos y negativos que van
apareciendo (en la enseñanza y en el aprendizaje)
para afianzarlos o corregirlos, respectivamente.
Si nos refiriéramos a la evaluación externa de los procesos
de enseñanza o, más directamente, del profesorado
Hay que tener en cuenta que toda evaluación externa del profesorado suele caracterizarse por
vanas finalidades, entre las cuales destacamos: Favorecer su desarrollo profesional Promocionar
en la carrera docente o en la vía de la administración educativa Recompensar a los buenos
profesionales Validar el sistema de formación y selección del profesorado Proteger al alumnado
de profesionales incompetentes Mejorar la calidad del sistema educativo
Cómo realizar la evaluación de los procesos de enseñanza
Hay que evaluar -autoevaluar- la enseñanza. Hay que evaluar
-autoevaluar- la práctica docente
La vía que proponemos para la evaluación de los procesos de enseñanza es doble:
En primer lugar, puede evaluarse la enseñanza a través de la evaluación de las
unidades didácticas (su elaboración y aplicación en el aula) y de los aprendizajes
que los alumnos alcanzan en cada una de ellas. En segundo lugar, mediante una
reflexión personal sobre los indicadores pertinentes que pongan de manifiesto
-individual 0 colegiadamente- hasta qué punto se corresponde lo que el profesor
hace con lo que se considera adecuado hacer.
La unidad didáctica Se puede definir como la concreción de objetivos,
contenidos, actividades, estrategias metodológicas y evaluación para
realizar la enseñanza y aprendizaje de un conjunto de cuestiones
estrechamente interrelacionadas desde un punto de vista formativo
(epistemológico o metodológico).
"Seis servidores honestos me enseñaron cuanto sé, sus
nombres son: qué, quién, cuándo, dónde, cómo y para qué"
Objetivos Los objetivos constituyen las finalidades que se
pretenden alcanzar mediante el desarrollo de la unidad.
Contenidos Los contenidos son el conjunto de cuestiones
que, dentro de las diferentes áreas, se enseñan y se
aprenden a lo largo del proceso educativo
Actividades Las actividades son el conjunto de
ejercicios y actuaciones de toda índole que llevarán a
cabo los alumnos y alumnas con objeto de llegar a
dominar los contenidos seleccionados y alcanzar los
objetivos previstos.
Metodología La metodología supone
establecer el camino por el cual se pretende
llegar a la meta.
Recursos didácticos Los recursos didácticos son
los medios y materiales -del centro o del
entorno- necesarios para desarrollar la actividad:
láminas, laboratorio, medios audiovisuales,
informática, juegos, plastilina, regletas, libros, etc.
características que deben reunir los recursos
didácticos pueden sintetizarse en las siguientes: •
Adecuación a la edad del alumnado. • Adecuación a
las características psicológicas del alumnado. •
Científicamente apropiados para el área/materia
en que se utilizan. • Didácticamente útiles para la
comprensión y aclaración de contenidos. •
Coherentes con los proyectos institucionales del
centro. • Favorecedores de actividades.
Evaluación La evaluación de los aprendizajes del alumnado,
dentro de la unidad didáctica, debe llevarse a cabo con el
sentido que le estamos dando a lo largo de la obra
Evaluación de las unidades didácticas
¿Qué objetivos se pretenden al evaluar las unidades didácticas?
Determinar la adecuación del proceso seguido para la elaboración o selección/adaptación de las unidades.
Comprobar paso a paso, durante su aplicación, el ajuste de sus elementos a las características de los
alumnos. Modificar los elementos necesarios durante su desarrollo en el aula. Realizar la evaluación final
del comportamiento de los elementos previstos en la unidad. Configurar convenientemente el conjunto de
la programación de un curso o ciclo, en función de los resultados y reajustes efectuados mediante la
evaluación de las unidades que la integran.
En la evaluación inicial de una unidad didáctica pueden
plantearse cuestiones anteriores al comienzo de su
realización y cuestiones relativas al proyecto ya plasmado por
escrito, pero aún sin aplicar.
La evaluación procesual de la unidad hace referencia a la necesidad de
detectar permanentemente la funcionalidad de la misma, su ajuste real
a los alumnos que la están desarrollando.
La evaluación, final de la unidad didáctica se llevará a cabo, por un
lado, a partir de la reflexión última acerca de los ajustes que se han
realizado o deben realizarse para finuras ocasiones
Si el objetivo no alcanzado afecta a contenidos
conceptuales, requerirá trabajarse de nuevo y de forma
expresa. Si ha afectado a contenidos procedimentales o
actitudiriales, que pueden trabajarse en unidades
siguientes, hay que incorporarlo de modo prioritario a las
que se considere más oportuno.
En la línea de la investigación en la
acción (Elliott, J.: 1990, 1993), cabe
plantearse la mejora del proceso de
enseñanza a través de la reflexión de
cada profesor acerca de los diferentes
ámbitos, en los que realiza su función
docente
es un modo de aplicar y comprobar si la
reflexión que se hace en torno a los
indicadores propuestos responde a la
realidad.
Los ámbitos de actuación del profesor en torno a
los cuales puede plantearse una autoevaluación de
la enseñanza pueden sintetizarse en los siguientes:
1. Planificación del proceso de enseñanza 2. Actuación
en el aula 3. Relaciones en el centro educativo 4. Otros
aspectos