Según Cisco Internet Business Solutions Group (IBSG), Internet de las Cosas surgió entre 2008 y 2009
como un simple momento en el tiempo en el que eran más las cosas conectadas a Internet que las
personas.
En 2006 se comercializa el Nabaztag (liebre en armenio) originalmente fabricado por la empresa
francesa Violet. Se trata de un pequeño conejo que se conecta a Internet por ondas wifi. Se comunica
con su usuario emitiendo mensajes vocales, luminosos o moviendo sus orejas. Difunde
informaciones como la meteorología, la Bolsa, la calidad del aire, el estado de la circulación, llegada
de los correos electrónicos, etc…
En 2008 comienza el proyecto Pachube (en 2011 fue adquirido por LogMeIn, líder en la provisión de
soluciones de nube).
definicion:
El Internet de las cosas potencia objetos que antiguamente se conectaban mediante circuito cerrado,
como comunicadores, cámaras, sensores, y demás, y les permite comunicarse globalmente mediante
el uso de la red de redes.
Uso a nivel peraonal del internet de las cosas:
- Frigorífico que avisa al supermercado con las cosas que necesitas y te las llevan a casa, o que nos
avisa cuando un producto está caducado.
- Conocer en tiempo real las necesidades de las plantas de nuestra casa.
- Un cepillo que te avisa de caries y te pide consulta al dentista automáticamente.
- Pulseras que cuando salgamos a correr nos informen de nuestras constantes vitales.
- Encender un electrodoméstico antes de llegar a nuestra casa.
Ventajas y desventajas:
Creo que las principales desventajas es la exposición de los niños a contenidos de adultos o el tipo de
lenguaje que se maneja en esta gran red.
Hace la comunicación mucho más sencilla.
El seguimiento de la información a tiempo real es posible a través del Internet.
El concepto de que los dispositivos se conectan a la red a través de señales de radio de baja potencia
es el campo de estudio más activo del internet de las cosas.
Una visión alternativa, desde el mundo de la Web semántica, se centra más bien en hacer que todas
las cosas (no sólo las electrónicas, inteligentes o RFID) tengan una dirección basada en alguno de los
protocolos existentes, como el URI. Los objetos o las cosas no conversan, pero de esta forma podrían
ser referenciados por otros agentes, tales como potentes servidores centralizados que actúen para
sus propietarios humanos.
Se estima que el proyecto cuesta 19 billones de dólares estadounidenses, según el director ejecutivo
de Cisco22 y, como eso, muchos dispositivos del internet de las cosas formarán parte del mercado
internacional. Jean-Louis Gassée (miembro inicial en el grupo de alumnos de Apple y cofundador de
BeOS) ha escrito un artículo interesante en el Monday Note,23 hablando del problema que surgirá
con mayor probabilidad: hacer frente a los cientos de aplicaciones que habrá para controlar esos
dispositivos personales.