principios de
acción del estado
para trabajar la
salud sexual y
reproductiva.
La sexualidad es una condición humana
entender la sexualidad como condición prioritaria
para el desarrollo humano, por lo tanto debe ser
liberada de carga moral y observarse desde el ámbito
de los derechos y el respeto por las personas
Igualdad y Equidad
aceptación de la condición humana,
donde todas las personas al mismo
tiempo son iguales, únicas y diversas, es
decir, iguales en la diferencia.
Diversidad y no
discriminación
Cada persona es diferente y por lo tanto cuenta con una
identidad íntimamente vinculada con la dignidad humana; las
condiciones y características de esta identidad pueden
configurar grupos, lo cual obliga a que en la garantía de los
derechos de igualdad y libertad, se reconozca que no debe
haber discriminación en razón a la vivencia de ninguna
particularidad en el sentido de lo humano.
Diferenciación entre
sexualidad y reproducción
La sexualidad es de suyo un campo de la autonomía
personal modelada en lo social, por ello reconocida como
construcción social. Así mismo, la reproducción desde
una condición biológica ha estado ligada a la sexualidad,
pero cada vez los avances de la ciencia en materia de
fertilidad, (reproducción asistida, adopción, etc.) la
hacen posible sin esta mediación.
Libertad sexual y
libertad reproductiva
todas las personas tienen derecho a pensar y obrar
libreente y disfrutar una vida sexual satisfactoria y sin
riesgos, de igual manera tienen la libertad para decidir
procrear o no hacerlo.
Vinculación entre los
derechos sexuales y los
derechos reproductivos y el
marco normativo
El límite para el ejercicio de algunos de los derechos
sexuales, también está determinado por el momento
evolutivo de niñas y niños, cuyo acceso es gradual según la
madurez física y mental, su empoderamiento y autonomía
Reconocimiento de las acciones
para la garantía de los derechos
La promoción, respeto, protección, exigibilidad y
reivindicación de los derechos sexuales y los derechos
reproductivos es un continuum para asegurar la garantía
que parte desde su conocimiento hasta su materialización
o restablecimiento en los casos que son vulnerados
Integralidad y no
fragmentación para la
garantía de los derechos
sexuales y los derechos
reproductivos
En concordancia con esta postura, los
servicios y la atención deben ser
organizados y prestados de forma integral
a sujetos integrales, situación
especialmente aplicable a los servicios
relacionados con la salud sexual y la salud
reproductiva, a partir del reconocimiento
de las múltiples interrelaciones que
existen entre las temáticas habituales en
que actualmente se dividen los procesos
de atención en esta materia.
Responsabilidad en los ámbitos de
la sexualidad y la reproducción
El ejercicio libre de los derechos conlleva
responsabilidades individuales y sociales que deben
ser previstas, entendidas e interiorizadas por las
personas y las instituciones a partir de adecuados
procesos de información y garantía de tales libertades
Armonización
Esta Política potencia, articula, complementa y hace
sinergias con los demás desarrollos contenidos en
instrumentos nacionales e internacionales, normas,
planes y programas con que cuenta el país en torno a
la sexualidad, los derechos sexuales y los derechos
reproductivos, no entra en contradicción con ellos y
procura el logro de los objetivos comunes.