En el presente mapa mental se pretende recapitular brevemente las aportaciones (según mi perpectiva) más importantes sobre el concepto de capital intelectual y sus dimesiones.
El capital intelectual es la combinación de activos inmateriales o intangibles, incluyéndise el conocimiento del personal, la
capacidad para aprender y adaptarse, las relaciones con los clientes y los proveedores, las marcas, los nombres de los
productos, los procesos internos y la capacidad de una organización, que aunque están reflejados en los estados contables
tradicionales, generan o generarán valor futuro y sobre los cuales se podrá sustentar una ventaja competitiva sostenida.
El capital intelectual es un recurso estratégico que se conoce desde la antigüedad, donde civilizaciones
como la griega o la egipcia presentan las primeras evidencias de codificación del conocimiento en sus
bibliotecas nacionales, lo cual era observado como una forma de incrementar su poder regional.
John Kenneth Galbraith quien, en 1969, fue el
primero que avanzó cuál podía ser el significado de
este concepto, cuestionándose sobre cuánto valor
habría proporcionado el capital intelectual en las
últimas décadas (Bontis, 2002; Edvinsson y Sullivan,
1996)
Dividir el capital intelectual en tres componentes: (Bontis,
2002; Petty y Guthrie, 2000; Ordóñez de Pablos, 2002, 2003;
Roos et al., 2001; Viedma Martí, 2001). podria ser la ruta mas
corta y eficaz para comprender mejor las dimensiones del
Capital Intelectual
Capital Intelectual
Capital Humano
En los últimos años parece existir un cierto
consenso en, como se puede observar en la figura 1,
dividir el capital intelectual en tres componentes: el
capital humano, el capital estructural y el capital
relacional (Bontis, 2002; Petty y Guthrie, 2000;
Ordóñez de Pablos, 2002, 2003; Roos et al., 2001;
Viedma Martí, 2001).
Capital Estructural
Es aquel conocimiento que la empresa ha podido internalizar y que
permanece en la organización, ya sea en su estructura, en sus
procesos o en su cultura, aun cuando los empleados abandonan
ésta (Bontis, Chua y Richardson, 2000; Camisón Zornosa et al.,
2000; Petrash, 1996, 2001) y que, por este motivo, es propiedad de
la empresa (Edvinsson, 1997).
Para Edvinsson y Malone (1999) y Roos et al. (2001) el
capital estructural se puede descomponer en otras
tres dimensiones: el capital organización, el capital
renovación y desarrollo y el capital relacional.
Las dimensiones anteriores no son compartimentos estancos en los cuales cada dimensión se
encuentra aislada del resto, autores como Bontis (1998), Bontis, Chua y Richardson (2000), Camisón
Zornosa et al. (2000), Euroforum (1998), Niven (2003) y Kaplan y Norton (1997), certifican la existencia
de las mencionadas conexiones.
Edvisson (1997), considera que para la gestión del capital intelectual se deben utilizar de forma
conjunta y no individualmente los distintos componentes del capital intelectual, o las realizadas por
Edvinsson y Malone (1999) y Sveiby (1998, 2000), que consideran que el capital humano resulta
fundamental para el desarrollo de los otros tipos de capital.
La importancia de identicar y conceptualizar el
Capital Intelectual radica en el tiempo y esfuerzo
que una empresa u organización tenga planeado
para lograr sus metas, es decir; identicar y saber
ejecutar el concepto de capital intelectual podria
faciliatr el camino del exito continuo de las
empresas. Por otra parte, no olvidemos qué para
alcanzar este exito, las empresas dependen en gran
medida de sus componentes internos (empleados
y colaboradores), que si se entiende lo anterior
serian los mas beneficiados; logrando así, el
crecimiento mutuo.
Capital Relacional
Se dibuja sobre la consideración de que las empresas no son
sistemas aislados, sino que, por el contrario, se relacionan
con el exterior. Por tanto, este tipo de capital incluye el valor
que generan las relaciones de la empresa, no sólo con
clientes, proveedores y accionistas, sino con todos sus
grupos de interés, tanto internos como externos (Bontis,
1996; Ordóñez de Pablos, 2003; Stewart, 1998; Roos et al.,
2001). Es decir, es el conocimiento que se encuentra incluido
en las relaciones de la organización (Bontis, 1998,1999).