En los primeros años del siglo XX, un sentimiento de incertidumbre reinaba en el país. Los efectos devastadores de la guerra de los mil días, la indignación por la intervención extranjera en Panamá y la grave crisis económica manifestada en la parálisis de la agricultura y el comercio, así como en la interrupción de los medios de comunicación, sumían a la población en el desempleo y la inseguridad. Frente a esta difícil coyuntura, los nuevos gobiernos iniciaron una serie de reformas que facilita