A comienzos del siglo XIV (1309), papas
se instalan en Aviñón, cayendo bajo la
influencia de los reyes de Francia.
En 1377, Gregorio XI traslada la
sede papal de Aviñón a Roma.
El Cisma de Occidente se produjo después de la
muerte de Gregorio XI, en 1378
Se convoca el Cónclave para la elección
del nuevo papa
Se producen fuertes disturbios en Italia: el
pueblo romano clamaba por un papa
italiano y pedían a los 16 cardenales (10 de
los cuales eran franceses) que escucharan
sus peticiones.
Irrumpe en el cónclave tirando una
puerta y amenaza a los cardenales con
cortarles la cabeza .
Eligen un papa italiano: Urbano VI.
Después de su elección se le solicitó que
abdicara y declararon nula la elección
nombrando en su lugar a un nuevo papa,
Clemente VII.
Urbano excomulga a Clemente. Clemente
se trasladó a Aviñón
A la muerte de Urbano VI
escogen a Bonifacio IX.
Tras la muerte de Clemente VII
(1394), en Francia (a pesar de la
negativa de los reyes), escogen a
Benedicto XIII (el papa Luna)
Los cardenales y los obispos de
ambos bandos se reunieron en el
Concilio de Pisa en 1409, pero sus
esfuerzos sólo consiguieron añadir
un tercer papa.
Finalmente el Concilio de Constanza
(1414-1418) llevó al cese o deposición
de los papas en pugna y la elección de
Martín V (1417-1431)
Francia se opuso a este papa que no era tan influenciable y que
además era súbdito de la Corona de Aragón. Se le presionó para
que renunciara, a lo que se negó (Siguió en sus trece). Fue
depuesto en el concilio de Constanza. Martín V envió a España a
un legado con la misión de envenenar a don Pedro Luna, pero no
tuvo éxito. Don Pedro Martínez de Luna murió en 1423, a los 96
años en Peñíscola, a donde había mudado la sede papal, en el
antiguo castillo de la Orden del Temple