Debido a la responsabilidad ética y social que implica nuestra misión profesional, a más
de los principios que guían a la institución, requerimos de un conjunto de valores
personales que conduzcan a dar lo mejor de nosotros durante el desempeño
profesional y en nuestra vida privada.
Estos valores se aprenden en la familia y en la escuela, son reforzados durante el
proceso de enseñanza y formación que recibimos, no solo en las aulas sino con la
palabra y el buen ejemplo de nuestros superiores.
De ahí que es imprescindible conocer los valores que fundamentan nuestro
comportamiento y que surgen desde las más profundas convicciones personales que
nos transforman en policías.