Escuelas teoría literaria I de III

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Historia (Literatura) Notas sobre Escuelas teoría literaria I de III, criado por Jolana Drábková em 15-11-2014.
Jolana Drábková
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Jolana Drábková
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Resumo de Recurso

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La teoría literaria (y la crítica) contemporánea comienza con esa escuela . Se trata de una escuela rusa de erudición literaria que se originó en Rusia en los años 1915 - 1916, llegó a su apogeo a principio de los veinte y fue suprimida alrededor de 1930.

Formalismo ruso engloba un conjunto de estudios y teorías que dista de ser homogéneo pero que tienen en común el tratamiento de la literatura con base en un objeto de estudio: la «literariedad», es decir, la propia esencia de toda obra literaria. 

el formalismo buscó conferir un estatuto científico al estudio de la literatura.  Básicamente, el movimiento formalista pretende un estudio de la literatura desde sus mecanismos de funcionamiento interno, sin considerar factores externos como ser el autor, la relación con otras obras u otros sistemas. El movimiento nació durante la Primera Guerra Mundial en la Rusia prerrevolucionaria

Participantes que desarrollaron las teorías: Opoyáz (constituido por profesionales del lenguaje y teóricos como Victor Shklovski o Boris Eijenbaum) Círculo Lingüístico de Moscú. (fundado en 1915 ,dinamizado por R. Jakobson, realizó estudios sobre la lengua poética y métrica; el grupo se vio desarticulado en 1927  Se formó con estudiantes que se reunían en la OPOYÁZ, Sociedad para el Estudio de la Lengua Poética, que duró desde 1914 hasta 1923. En 1930, el régimen estalinista condenó sus perspectivas por su falta de contenido social; y obligó a sus componentes al exilio y a relegar sus obras a la oscuridad. El formalismo ruso modificó las posturas respecto a los conceptos de arte, literatura y texto en el transcurso del siglo XX y abrió el camino de la nueva crítica angloamericana (New criticism) e, incluso, a la crítica marxista.

Fuentes: Teorías literarias siglo XX segunda parte wikipedia

Principales investigadores del movimiento: Víktor Shklovski –considerado el padre del formalismo Borís Tomashevski Iuri Tiniánov Borís Eichenbaum Vladímir Propp  Román Jakobson (emigró y  influyó en el desarrollo de nuevos paradigmas de la teoría literaria y de lingüística como la Escuela de Praga, el funcionalismo checo y el estructuralismo. Asimismo sus teorías influyeron en la obra de Mijaíl Bajtín y Yuri Lotman.

Para definir las técnicas utilizadas por los escritores para producir efectos específicos, Víktor Shklovski, en su obra El arte como recurso (Искусство как прием), aportó el concepto de desvío o extrañamiento. Sostenía que la cotidianidad hacía que se "perdiera la frescura de nuestra percepción de los objetos", hacía de todo algo automatizado. Su técnica de salvación consistiría en hacer extraños los objetos "crear formas complicadas, incrementar la dificultad y la extensión de la percepción, ya que, en estética, el proceso de percepción es un fin en sí mismo y, por lo tanto, debe prolongarse". Como se ve, el extrañamiento no afecta a la percepción, sino a la presentación de la percepción. Al proceso de presentación, Shklovski lo denomina revelar una técnica.

DESAUTOMATIZACIÓNEn consecuencia, Shklovski crea el concepto de desautomatización como mecanismo de creación de la literariedad en el lenguaje: es la ruptura de automaticidad de la percepción. El extrañamiento ante lo no conocido. Hay ruptura significante-significado. Un proceso de desautomatización es la metáfora, porque debemos realizar un proceso de comprensión para alcanzar el verdadero significado de esas palabras metafóricas, al haberlas privado de una relación directa. Así pues, una obra es literaria no por su cantidad de metáforas, sino por la desautomatización de las mismas. Buscar una manera de presentar las cosas como nunca vistas, singularizándolas, sacándolas de contexto para hacerlas llamativas. Por ejemplo: en "Instrucciones para subir una escalera" de Julio Cortázar, llama la atención la nueva perspectiva, una nueva mirada sobre algo tan común y automático.

TRAMA x FÁBULAOtra de las innovaciones en la primera etapa del formalismo ruso, es la modificación del término trama. Para Aristóteles trama era la "disposición artística de los acontecimientos que conforman la narración". El formalismo extiende este concepto, al incluir los recursos utilizados para prolongar o interrumpir la narración cuyo efecto sería el de impedir que los acontecimientos narrados sean tomados automáticamente. Para los formalistas, la trama es un relato no necesariamente cronológico de diversos acontecimientos, presentados por un autor o narrador a un lector. En este sentido, es un concepto que se opone al de fábula, más referido al conjunto de acontecimientos de una historia según el orden causal y temporal en el que ocurren los hechos.

La escuela de Bajtín En esta etapa del formalismo, Bajtín da un enfoque marxista a la lingüística de Saussure. Dicho enfoque programaba que toda ideología no puede separarse de su materia social, el lenguaje.En la misma línea, Valentín Volóshinov propone que las palabras "eran signos sociales, dinámicos y activos, capaces de adquirir significados y connotaciones distintas para las diversas clases sociales, en situaciones sociales e históricas diferentes".

La estilística estudia el lenguaje como principal medio para la comprensión de un autor. Comparte con el Formalismo ruso •La consideración inmanentista del objeto literario (es decir, centrada en la materialidad del texto) •La búsqueda de rasgos peculiares en la lengua literaria y poética, que se considera como un dialecto especial, una desviación de la estándar. La ESTILÍSTICA definió las propiedades lingüísticas de la Literatura como violaciones artísticas de la base estándar comunicativa.

La ESTILÍSTICA  surge a partir del interés de la lingüística por la psicología de principios del siglo XX, representado fundamentalmente por la escuela idealista alemana y la saussureana.        La escuela idealista alemana considera que el lenguaje es siempre creación individual, de manera que el estilo es todo lo creativo del lenguaje; representantes de esta escuela son K.Vossler y Leo Spitzer.La escuela saussureana estudia los hechos colectivos  y se interesa por lo social, la lengua (en vez de lo individual, la palabra).

Según la inspiración idealista o saussureana, Pierre Guiraud (La estilística, 1955) distingue dos tipos fundamentales de estilística, la genética y la descriptiva. También Roberto Fernández Retamar (Idea de la estilística, 1958) habla de dos corrientes principales: una estilística de la lengua o estilística sin estilo, y una estilística del habla o del estilo, que se corresponden, respectivamente, con la estilística saussureana y con la idealista.

Por otra parte, ambas tendencias de la estilística se relacionan con dos aspectos de la retórica, ya que ésta puede considerarse, por un lado, como gramática de la expresión y, por otro, como uninstrumento  crítico, adecuado para estudiar el estilo de textos particulares y los recursos empleados en su construcción.  Y aunque se ha llegado a afirmar que la estilística es una retórica, es distinta de la retórica antigua porque parte de una nueva definición de la función del lenguaje y de la literatura.

1. CORRIENTES DE LA ESTILÍSTICAEl uso del término “estilística” está restringido, solamente, a algunas corrientes concretas de la crítica literaria del siglo XX.1.1. Pierre Guiraud publica en 1955 (La stylistique), una primera clasificación en 4 tendencias: estilística descriptiva o estilística de la expresión (Charles Bally y la escuela francesa saussureana), que atiende al hecho lingüístico considerado en sí mismo, con especial atención a la lengua. estilística genética o estilística del individuo (Karl Vossler, Leo Spitzer, Dámaso Alonso, y, en general, la escuela idealista), que estudia la expresión en relación con los sujetos que hablan. estilística funcional, que parte de las funciones del lenguaje estudiadas por Roman Jakobson. estilística estructural (Michel Riffaterre, Samuel R. Levin).

Domínguez Caparrós señala que a esta estilística habría que añadir la que Guiraud denomina estilística del habla o explicación de textos (Marcel Cressot, Jules Marouzeau, Charles Bruneau).Años después, el propio Pierre Guiraud (Essais de stylistique, 1969) modifica esta clasificación y habla de dos tipos de estilística:

 Alicia Yllera (Estilística, poética y semiótica literaria, 1974), diferencia las siguientes corrientes estilística gramatical y retórica, que trata de reinterpretar y actualizar la retórica clásica. estilística de la lengua y estilística descriptiva. Charles Bally, Charles Bruneau, Marcel Cressot, Stephen Ullmann. estilística puesta en relación con la historia de la cultura (Erich Auerbach) y estilística individual (Karl Vossler, Leo Spitzer, y Amado Alonso y Dámaso Alonso dentro de la estilística española). estilística estructural y funcional, en que se incluirían distintos estudios de poética y semiología de la obra literaria (Michel Riffaterre, Jean Cohen, Pierre Guiraud, Samuel R. Levin, Lubomír Dolezel).

Gérald Antoine distingue una estilística de las formas y una estilística de los temas.La estilística de las formas toma en consideración el dato lingüístico en sentido estricto, y estudia, o bien el conjunto de los medios de expresión de que se compone una obra, o sólo aquellos que resultan especialmente pertinentes. Se distinguen a su vez dos corrientes:۰ Una escuela que considera el punto de vista de la intención del autor (Charles Bruneau, Jules Marouzeau, Leo Spitzer, Pierre Guiraud…)۰ Una tendencia que tiene en cuenta la posibilidad de recepción y de percepción de esos valores y efectos por parte del lector o del oyente (Michel Riffaterre).La estilística de los temas parte de los significados para, a partir de ellos, descender a los significantes, y al estilo, tratando de rehacer el camino que ha seguido el artista en el proceso de creación (R. Barthes, Georges Poulet, Jean Starobinski, Gaston Bachelard, Michel Foucault, Jean Paul Sartre y Ernst Robert Curtius.

Helmut Hatzfeld (Estudios de estilística, 1975) distingue entre una estilística de la retórica y una estilística de la expresión, subdividida en estilística lingüística (Charles Bally, Charles Bruneau, Jules Marouzeau) y estilística literaria (Dámaso Alonso). Es partidario de una única estilística, que siempre será una estilística lingüística en cuanto al material analizado, psicológica en cuanto a la motivación, estética en cuanto a la forma exterior del enunciado.A partir de estas clasificaciones, Domínguez Caparrós (2002, pág.307) diferencia tres tipos de estilística: La crítica idealista en que se incluirían Karl Vossler, Leo Spitzer, Dámaso Alonso, Amaso Alonso. La estilística de la lengua, representada por Charles Bally y autores franceses. La estilística estructural o funcional, donde se incluirían Roman Jakobson, Michel Riffaterre, el Groupe MI.

LA ESCUELA ALEMANAa. Karl Vossler (1872-1949) es el representante fundamental de la estilística idealista. En  Positivismo e idealismo en la lingüística (1904) y El lenguaje como creación y evolución (1905) acepta las teorías de Croce respecto al lenguaje.  Para Vossler, igual que para Croce, el lenguaje es ante todo un acto de creación individual, por lo que se asimila con la estética. Pero Vossler no elimina el aspecto social en su concepción del lenguaje, sino que intenta explicar cómo se forma y crea dentro de una lengua en la que, los elementos históricamente conformados, tienen un peso propio.En Vossler predomina una orientación lingüístico-estética que presta atención a la atmósfera en que el escritor crea su obra, lo cual explica que sus estudios se centren en un autor o una época. Además, es una estilística del habla, porque se preocupa por el lenguaje literario como creación individual,b. Leo Spitzer (1887-1960) reacciona contra los planteamientos de la corriente positivista en la que se formó. Spitzer cree que a cada nuevo clima cultural le corresponde un nuevo estilo lingüístico, y la estilística le sirve para establecer una relación entre la lingüística y la historia literaria. En 1910 escribe su tesis sobre Rabelais, en la que muestra que el uso de neologismos tiene relación con la tendencia del autor a la creación de un mundo irreal. La influencia del freudismo le lleva a la tesis de que los rasgos característicos del estilo de un autor “se relacionan con centros afectivos (no morbosos, como en Freud) de su alma, con sus ideas o sentimientos predominantes”.En Lingüística e historia literaria (1948) defiende la importancia de la estilística, y, siguiendo la asimilación que estableció Croce entre lenguaje y estética, Spitzer afirma que el lenguaje literario, al ser el más creativo, sería el más representativo del espíritu de una época. La fundamentación psicológica de su concepción del estilo le permite estudiar la cultura de una nación.De la misma manera, por medio del lenguaje es posible llegar al alma del escritor; el lingüista y el crítico literario han de encontrar la “causa latente” de los recursos literarios y artísticos que utiliza el creador, y para ello el crítico se ha de servir de las desviaciones respecto a la norma que hay en el texto, es decir, los detalles estilísticos.Spitzer propone un método (o procedimiento habitual de la mente)para el análisis estilístico de carácter inductivo, al que llama círculo filológico (1955), que vaya de la superficie al fondo interno de la obra de arte, y cuyo objetivo es revelar la unidad interna de la obra.Pierre Guiraud (La stylistique, 1955) deduce del método de Spitzer, que: la crítica debe ser interna y situarse en el centro de la obra, el principio de la obra está en el espíritu del autor, la obra proporciona sus propios criterios de análisis, la lengua refleja la personalidad del autor, y es inseparable de los otros medios de expresión de que dispone, la obra sólo es accesible por intuición y simpatía. c. Helmut Hatzfeld se centra en los estilos de época y sus relaciones con otras artes.

La estilística idealista considera la literatura como expresión de la individualidad del autor. Se centra en el estudio de los hechos del habla y en la crítica de las obras dentro de su contexto. Es una verdadera escuela de crítica literaria, para cuyos representantes no hay distinción entre el uso individual de la lengua y el sistema lingüístico abstracto. El estudio del lenguaje sólo es posible en su manifestación individual y creativa, y a los idealistas les importa el lado creador del lenguaje (energeia o actividad creadora), que es el que verdaderamente se manifiesta en la práctica. El otro lado (ergon, la obra resultante de esa actividad) sólo es asequible después de una abstracción.La  estilística idealista  considera que cualquier manifestación lingüística individual, por ser creadora, es estética. De ahí la asimilación de Croce entre lingüística y estética, y que afirme la unidad de la percepción, la intuición y la expresión. Toda obra estética es fruto de una impresión, y lo único que debe hacer el crítico es reproducir lo más exactamente posible la impresión o intuición que dio lugar a la obra de arte.

2. LA CRÍTICA IDEALISTA (o estilística genética)

LA ESCUELA ESPAÑOLAa. Dámaso Alonso (1898-1990) manifiesta sus principales teorías enPoesía española (1950).Junto a la evidente influencia idealista, está vinculado también aotras corrientes estilísticas. Así, junto a la idea de Croce de la igualdad entre percepción, intuición y expresión, considera a autores como Bally o como Saussure, del que acepta, modificadas, las dicotomías (lengua-habla, significante-significado, sincronía-diacronía). Dámaso Alonso rechaza la dicotomía lengua-habla, pero la acepta por necesidades pedagógicas: “Sólo el habla es real. La lengua no existe. Es una abstracción más, entre el sistema de abstracciones de Saussure”.La estilística de Dámaso Alonso se basa en la idea de que sólo es posible un conocimiento intuitivo de la obra de arte. Esta intuición puede ser de:– del lector, que es una intuición intrascendente que empieza y acaba en la delectación,– del crítico, que puede comunicar sus intuiciones y valorarlas,– del estilista.Dámaso Alonso, a diferencia de Bally, considera que la estilística no debe ser una estilística de la lengua sino una estilística del habla.Estilística sería la ciencia del estilo. Estilo es lo peculiar, lo diferencial de un habla. Estilística es, pues, la ciencia del habla […] del habla corriente (estilística lingüística; del habla literaria (estilística literaria). Esta estilística no estudia sólo lo afectivo, como quería Bally, sino el conjunto de aspectos del lenguaje: afectivos, conceptuales e  imaginativos.Dámaso Alonso señala que “todo el que habla es un artista”. El objeto del estudio estilístico es encontrar las  relaciones entre el significado y el significante. La unión de los dos constituye la forma de la obra, que puede abordarse desde el punto de vista del significado (forma interior) o del del significante (forma exterior). EN realidad, Dámaso Alonso desconfía de que mediante estos dos métodos se pueda llegar a la unicidad de la obra.b. Amado Alonso (1896-1952) trata de establecer un puente entre la estilística de la lengua de Bally y la estilística idealista. En Materia y forma en poesía (1955) incluye dos artículos teóricos de gran importancia –“La interpretación estilística de los textos literarios”, y “Carta a Alfonso Reyes sobre la estilística”–. Considera que la estilística se ocupa de estudiar “el sistema expresivo de una obra o de un autor, de un grupo pariente de autores, entendiendo por sistema expresivo desde la estructura de la obra (contando con el juego de calidades de los materiales empleados) hasta el poder sugestivo de las palabras”.Amado Alonso no desecha una estilística de la lengua, al estilo de Bally, que sería la base de la estilística de la obra literaria, cuyo objeto es “lo que de creación poética tiene la obra estudiada o a lo que de poder creador tiene un poeta”. Esta estilística ha de centrarse tanto en el producto creado como en la actividad creadora. Para Amado Alonso, los contenidos de la obra son una visión intuicional del mundo.Domínguez Caparrós señala que se ha calificado la estilística de Amado Alonso de “integradora”, por no olvidar la estilística de la lengua, y por considerar la obra no sólo como actividad creadora, sino también como un producto con sus elementos constituyentes.

New criticism (nueva crítica, en idioma inglés), es una corriente de la teoría literaria del siglo XX, originada en Estados Unidos. Propone una lectura atenta del texto (close reading), que preste particular atención a sus ambigüedades y contradicciones internas, propiamente lingüísticas y literarias, con la voluntad de excluir los componentes históricos y psicológicos de los estudios literarios, en la creencia de que hay que analizar la obra en sí, prescindiendo del fundamento científico, lo que era en gran medida la clave del formalismo rusoEn reacción clara a este movimiento surgió, años más tarde, el neohistoricismo.

Los autores principales del movimiento new criticism (una serie de críticos estadounidenses e ingleses muy diferentes entre sí, pues no constituye una escuela propiamente dicha):  T. S. Eliot,  F. R. Leavis,  I. A. Richards,  Charles Kay Ogden,  W. K. Wimsatt,  William Empson,  Robert Penn Warren,  John Crowe Ransom,  Cleanth Brooks, etc

En los años treinta, con independencia de lo que pasaba en la Europa continental y lo que había pasado en el formalismo ruso y checo, hay una serie de autores que se plantean una crítica profesoral, es decir, una crítica literaria que fuera transmisible de profesor a alumno, y que pudiera educar el gusto para distinguir lo que es buena literatura y lo que no lo es. 

La crítica de T. S. Eliot, coherente con su concepción de la poesía, representará un papel importante en esta corriente crítica. Eliot defiende que sólo puede ser buen crítico aquel que tiene capacidad de creador, prejuicio éste que será atacado por el new criticism y que suele estar presente en los críticos que son a la vez creadores. Las aportaciones de Eliot a esta corriente son básicamente dos:1) Una teoría de la objetividad: la crítica literaria se interesa por la poesía con independencia de la biografía del autor y con independencia de la historia. El conocimiento del poema será, pues, ahistórico. Todas las obras literarias pertenecerían a una misma tradición: a la tradición de las obras logradas.2) Una teoría del correlato objetivo: ese descubrimiento que lleva a una obra lograda necesita una traducción lingüística adecuada. Un poema puede fallar, pues, por dos causas: porque no hay ningún descubrimiento; o porque, aunque se dé ese descubrimiento, el autor no sepa darle forma lingüística adecuada.

El denominador común de los autores del new criticism fue sistematizado por Wimsatt en una serie de puntos que critican algunos supuestos de los estudios literarios tradicionales: .Falacia intencional: consiste en creer que se puede identificar el valor externo del poema, lo que el poema es, con lo que el autor quiere que sea, con lo que el autor quiere decir. Así, el objeto de la crítica tiende a desaparecer. Dejaría de ser el poema para pasar a ser el autor. Por eso, en las investigaciones literarias hay que distinguir entre un posible estudio psicológico del autor, que puede dar lugar a una tipología de autores, y un estudio de poética, que ha de centrarse en el poema mismo. .Falacia afectiva o psicológica: consiste en afirmar que el valor del poema o lo que quiere decir el poema depende del lector. Si la falacia intencional derrota por el lado de la psicología del autor, la afectiva se excede por el lado de la psicología del lector. Si la primera llevaba a un estudio fuera del texto, la se-gunda lleva a un relativismo total: si resulta que la entidad del poema depende de lo que el lector encuentra en él, es posible, en consecuencia, que cada lector encuentre algo distinto. .Falacia biografista: el new criticism se desentiende de los aspectos biográficos de los autores. La experiencia del autor y su intención en el momento de la es-critura carecen del mínimo interés. El poema es, antes que nada, un objeto de dominio público. .Falacia del mensaje: la que considera que la obra literaria fundamenta su valor en el ser transmisora de doctrinas particulares y que considera misión de la crítica sacar a la luz esas doctrinas implicadas en el texto. El new criticism denuncia la falacia por considerar que si el valor literario estuviera fundamentado en el sustrato ideológico, entonces lo que tendría más valor desde este punto de vista sería un tratado cualquiera. Se acepta, pues, el lema de que «un poema no debería significar, sino ser».

En el new criticism se llega a hablar de materiales, tanto de forma como de fondo, y de construcción a través de la cual se constituye el poema. En esto coincide con el formalismo ruso, pero se diferencia en todo lo demás. Si el new criticism opina que la construcción en el poema es algo a cuyo servicio está la manipulación, el formalismo ruso piensa que lo que constituye el poema es, precisamente, la manipulación, es decir, la literariedad.

La obra de Ferdinand de Saussure, Curso de lingüística general (1916) es considerada habitualmente como el punto de origen de las ideas subyacentes a ese planteamiento.

El estructuralismo es un enfoque de las ciencias humanas que creció hasta convertirse en uno de los métodos más utilizados para analizar el lenguaje, la cultura y la sociedad en la segunda mitad del siglo XX.

Cuando el estructuralismo se utiliza para examinar la literatura, un estructuralista crítico examinará la estructura de una narración más que su contenido para de esta forma comparar y hallar vínculos y estructuras similares en obras pertenecientes a épocas y culturas diferentes.

el Estructuralismo Literario NO se centra en lo que el texto nos dice ni en su mensaje (su Significado), sino en el cómo nos lo dice, en el código (en el Significante, en cómo se estructura el texto, en cómo se organiza de acuerdo a un “libro de normas” para ese texto en concreto. Esto quiere decir que estará atento a cómo se produce el Significado (el contenido, el sentido) y también a la estructura de dicho Significado, lo que indica que su objetivo principal será perseguir los Significantes (la forma).

Lo que el signo lingüístico une es un concepto (significado) y una imagen acústica (significante). Por lo tanto el signo lingüístico es la combinación de ambos, y es la base de Saussure, según afirma en su curso, hablando de una ciencia nueva, la semiología. El significante es una representación mental de los sonidos que forma un signo. Lo observamos cuando nos hablamos a nosotros mismos mentalmente. El significado es la representación mental de la realidad, la interpretación del concepto.Los signos no aparecen de forma aislada, sino que se hallan en relación. Saussure propuso dos tipos: Sintagmática: Se da entre dos signos que están copresentes en el discurso. Paradigmática: Se establece entre los signos que están presentes y los que están ausentes. Para Saussure la conexión entre el significado y el significante es arbitraria, es decir, convencional, socialmente construida. Con esto quiere decir que no hay ninguna relación intrínseca entre el sonido (significante) y el concepto (significado). La forma más evidente de comprobarlo es que en distintos idiomas un mismo concepto recibe distintos significantes (ej. árbol/tree). Por lo tanto, la conexión entre significante y significado sería producto de la interacción humana.

El signo lingüístico Saussure creía que los conceptos son productos mentales y no entidades independientes de la mente. La idea es que percibimos la realidad a través de los conceptos ya que no tenemos acceso a esas entidades independientes, por lo que no se puede asegurar que dos personas tengan el mismo significado en mente al usar un mismo significante. Los ejemplos con colores son muy ilustrativos al respecto. Para Saussure no podemos estar seguros de que estemos viendo la misma tonalidad cuando usamos el significante «rojo». La adquisición de la noción «rojo» también sería producto de la interacción humana, por la cual, por ejemplo, en un momento determinado de nuestra vida a uno le mostrarían una tonalidad y le dirían que aquello es «rojo». En ese momento se produciría la conexión arbitraria entre el significado (la tonalidad) y el significante («rojo»). Entonces, para Saussure uno puede estar seguro de usar el mismo significante que otra persona ("rojo") pero no de que se esté viendo la misma tonalidad, esto es, teniendo el mismo significado en mente. Según Saussure, la única manera de probar que se tiene el mismo significado sería acudir a las entidades independientes de la mente, y en la medida en que no podemos aislarnos de ella, nuestra percepción de la realidad se ve mediatizada por los conceptos que son constructos mentales.

La estructura del lenguaje Para Saussure y los estructuralistas los signos están interconectados formando la estructura del lenguaje. En su Curso de lingüística general (1916) Saussure defendió que el lenguaje es un sistema formal basado en la diferenciación de los elementos que lo constituyen. Este sistema fue posteriormente llamado «estructura», de aquí que la aproximación general a esta concepción del lenguaje se llama Estructuralismo.Por lo tanto, la estructura del lenguaje se basa en su diferenciación entre los signos. En el caso de los significantes, la diferenciación consiste en que su sonido o su dibujo (las grafías unidas en cierto orden que forman un significante, ej. calle) son distintos de otros sonidos o dibujos de otros términos de la estructura. Respecto al significado, Saussure decía que era abstraído a partir de la relación entre los conceptos que formaban la estructura del lenguaje. Con ello quería decir que el significado no es algo intrínseco a la palabra, sino algo extrínseco respecto a los otros significados dentro de la estructura. Por ejemplo, tomando de nuevo el significado de «rojo», para Saussure dicho significado se entendería a partir de las relaciones negativas que mantendría con los otros significados del lenguaje. La idea sería que uno sabe qué es «rojo» por contraste, diciendo: no es azul, no es lila etc., pero no sólo con los demás colores sino con todos los significados, ya que en la estructura o sistema del lenguaje cada término (con su significado y significante) está relacionado con todos los demás al mismo tiempo.

El legado de Saussure y la Escuela de Praga El Curso de lingüística general (1916) de Saussure influyó a muchos lingüistas entre la primera y la segunda Guerra Mundial.La Escuela de Praga es la más destacada inicialmente, con miembros como Roman Jakobson o Nikolái Trubetskói. Su mayor legado dentro del estructuralismo hace referencia a la fonética. En vez de hacer una lista de los sonidos que aparecen en el lenguaje, la Escuela de Praga estudió cómo estos estaban relacionados. En este sentido, determinaron que el inventario de sonidos de un idioma puede ser analizado en términos de contraste. Por ejemplo, en inglés los sonidos de /p/ y /b/ representan distintos fonemas porque existen casos donde el contraste entre los dos es la única diferencia entre palabras distintas (ej. pat y bat).Analizar los sonidos en términos de contraste también permite hacer estudios comparativos. Por ejemplo, se puede explicar que la dificultad que tienen los japoneses para diferenciar la /r/ y la /l/ en inglés es debido a que dichos sonidos no se contrastan en japonés. Aunque este tipo de aproximación es hoy muy aceptada en lingüística fue revolucionaria en su tiempo. Desde entonces, la Fonología se convertiría en la base paradigmática para distintos campos de estudio.Los trabajos segurían con una figura capital, Louis Hjelmslev (Ensayos lingüísticos, Prolegómenos de una teoría del lenguaje), en Dinamarca, o con Alf Sommerfelt en Noruega.

Francia En Francia, Antoine Meillet y su discípulo Émile Benveniste continuarían con el programa de Saussure. El segundo ha sido capital, dada además su magnífica formación históricas, y sus obras son una continuación renovada de las investigaciones iniciales sobre las lenguas indoeuropeas. Como gran comparatista renovador, fue autor de un importante Vocabulario de las instituciones indoeuropeas.7 Pero sus escritos en ese campo se hallan recogidos en Problemas de lingüística general, tomos I y II, colecciones de artículos magistrales, que son aún fuente de inspiración para los estudiosos de las ciencias humanas en general.Émile Benveniste, al resaltar que el estructuralismo en realidad habla de la estructura de un sistema, señala que la lengua debe analizarse como unidades que se condicionan mutuamente, y que se distingue de los otros sistemas posibles por el arreglo interno de tales unidades: ese arreglo es lo que constituye su estructura

Eugenio Coseriu parte de los estudios de Saussure, pero expresa la necesidad de que la lengua y el habla no están tan separados. El habla no es tan individual y existe un paso intermedio entre el habla y la lengua: la norma. La norma implica los usos habituales repetidos en un determinado colectivo. Es decir, tomamos rasgos lingüísticos característicos de nuestro entorno. La norma se clasifica en tres tipos y se manifiestan en la pronunciación, el léxico, la morfosintáctica delatando en la situación común en la que nos encontramos: Norma diatópica: Criterio de carácter espacial, los usos lingüísticos normales y habituales en un conjunto geográfico determinado. Guarda relación con la dialectología. Norma diastrática: Criterio de carácter social, usos lingüísticos normales y habituales en un conjunto de rasgos sociales en común, como pueden ser la edad, el nivel económico, el sexo etc. Guarda relación con la sociolingüística. Norma diafásica: Criterio de carácter contextual, usos lingüísticos normales y habituales que emplean los hablantes en determinadas situaciones comunicativas. Guarda relación con la pragmática.

Formalismo ruso

LA ESTILÍSTICA

La estilística II.

new criticism

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