Criado por María Bustos González
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1. Contexto cultural y filosófico. 2. El método cartesiano: Segunda parte del "Discurso del Método" e Ideas para su justificación. 3. La estructura de la realidad: la teoría de las tres sustancias. Cuarta parte del "Discurso del Método" e Ideas para su justificación. 3.1. La duda metódica: procedimiento cartesiano para llegar a la primera verdad. 3.2. a primera certeza y el criterio: "pienso, luego existo" 3.3. Las ideas. 3.4. demostración de la existencia de Dios. 3.5. la demostración del mundo (res extensa). 4. Relación con otra posición filosófica. 5. Actualización del tema: matematización y desarrollo científico y técnico. El mecanismo cartesiano y el problema mente-cuerpo.
En 1637 se publica en Holanda el Discurso del método para dirigir adecuadamente la razón y buscar la verdad e las ciencias. El contexto de la primera mitad del sigo en la que vive Descartes, ayuda a explicar por qué este cree necesario una obra que se ocupe el método y por qué defiende que el anterior "camino" al conocimiento debe abandonarse, buscando una certeza para sobrevivir a la crisis del momento. Hacia la mitad el siglo XVI comienzan en Europa una serie de crisis que se corresponden en el plano social con el desarrollo de la burguesía y en el plano ideológico con la necesidad que se experimenta de una nueva concepción del mundo basada en el concepto de Razón. Habría que añadir también el cambio que se va procedimiento en la mentalidad y que se manifiesta en el desarrollo del espíritu científico, desde los tiempos del Renacimiento. Sin embargo, el desarrollo del pensamiento cartesiano se enmarca con el antropocentrismo, la consolidación del humanismo y el desarrollo de la ciencia, que supuso la reacción contra los fundamentos de la escolástica y contra la autoridad de la fe como fuente de conocimiento. Se exalta el valor de la razón frente a la autoridad de libros y maestro, y se fomenta de esta forma el desarrollo científico. Gana influencia el cartesianismo en la nueva ciencia, que se manifiesta en el campo de la astronomía con Kepler y Galileo con Harvey. Siguió el desarrollo de las matemáticas con Gassendi y de la física con Newton. Aunque la filosofía de Descartes destaca por su originalidad, su pensamiento también tiene influencias filosóficas dela época. La primera influencia es el escepticismo, que rechaza, y del estoicismo, que admite en sus reglas provisionales de la moral La crisis y pérdida de referentes de la época trajo el escepticismo, que en Francia tenía representantes Michael de Montaigne. Por otra parte, conviene resaltar la postura de Descartes ante la filosofía escolástica, ya que aunque la descalifica abiertamente. Filosóficamente, lo más notorio es la polémica entre el pensamiento racionalista continental y el empirismo inglés, polémica centrada en el tema del origen del conocimiento. No y ideas innatas y la mente está por naturaleza vacía, como una hoja en blanco en la que escribe la experiencia. Todos nuestros conceptos, incluso los más generales y abstractos, preceden de la experiencia. El Discurso del Método, en su edición original de 1637,iba acompañada de tres tratados científicos, La Dióptrica, Los Meteoros y La Geometría. De las seis partes que configuran esta obra, tan sólo la primera, segunda y cuarta ofrecen mayor interés filosófico. Dice Descares que en la primera parte "se hallarán diferentes consideraciones acerca de las ciencias".La segunda parte contiene las famosas cuatro reglas del método, que revela la ruptura de Descartes con el pensamiento metodológico tradicional. pero es en la cuarta parte donde se exponen las ideas esenciales. En la tercera expone Descartes su "moral provisional". En la quinta, resume las cuestiones sobre " El mundo"". En la sexta y última parte nos dice el autor qué cosas juzga necesarias para proseguir en la investigación de la naturaleza y nos revela las razones que le impulsaron a escribir a publicar. En el ámbito de la cultura observamos dos fenómenos opuestos: El Barroco, domina claramente la mitad del siglo, y es popular, mientras que el Clasicismo empieza a desarrollarse cando Descartes ya ha muerto, de manera que será él quien le influya. El Barroco expresa la crisis rompiendo el equilibrio y la armonía renacentistas, exaltando el exceso y la desmesura. Todo es cambio, mutación, no hay nada estable. La realidad se reduce a apariencia. En relación con la fugacidad del tiempo aparece, el reloj. Todo esto influye en Descartes. Es necesario, por tanto, construir un conocimiento basado en la razón, que es la única capaz de penetrar en la estructura profunda de la realidad. El Clasicismo propugna la imposición de una ley y orden racional, claridad y la sencillez, que era lo que buscaba Descartes, frente a las del Barroco.
En el Discurso del Método propone Descartes una comparación:saber de su época es como un edificio en ruinas que no merece la pena intentar restaurar. Hay que derribarlo y construir uno nuevo. El proyecto cartesiano supone: Una reconstrucción del saber desde sus mismas raíces. La unificación de todas las ciencias en una sola. Todo lo anterior es posible ya que según Descartes Existe método universal, único Aunque existen ciencias distintas, todas ellas formas una unidad orgánica Podemos considerara las filosofía de Descartes como una filosofía de la cautela, de precaución en no caer en los errores del pasado. En las notas de la primera parte del "Discurso" se nos presenta a un hombre cansado de los errores y de la inutilidad de los conocimientos que ha tenido que aprender. situación en la que se encuentra Descartes es la de un hombre perdido y desorientado. Pero, como el método que buscaba era un método universal, aplicable al conocimiento en general, es necesario adoptar algunas precauciones. Descartes pretende analizar todas las opiniones y creencias que hasta ahora a recibido, para comprobar, mediante su razón, si son verdaderas. De ahí importancia que en esta época se le da al problema del método: antes de responder a la cuestión metafísica, busquemos la manera de no equivocarnos al responderla. El comienzo de la edad moderna se caracteriza, por tanto, por la búsqueda de un método nuevo. Esta búsqueda es la experiencia de una situación de crisis porque todo el conocimiento que teníamos ya no sirve. El criterio de verdad del que fundamentalmente se servían los escolásticos era el de autoridad (Aristóteles o la iglesia decía esto, por lo tanto debe ser verdad...). Pero ahora la razón no reconoce más autoridad que ella misma. Este criterio ya no sirve.
Orígenes del método De la lógica critica tres cosas. La primera, que la argumentación lógica (los silogismos) no sirve para aumentar el conocimiento, sino para explicar lo ya sabido, por tanto, es incapaz de descubrir verdades nuevas, ya que se construye con razonamientos cuya conclusión está ya dada en la primera mayor. En el ejemplo clásico, sólo si sabemos ya que Sócrates es mortal podremos afirmar que todos los hombres son morales; es decir, la conclusión antecede a la premisa mayor y no se deduce de ella. La segunda, que la lógica se puede utilizar, como hace Raimundo Lulio en su Arte General o Arte Magna, para hablar sin fundamento de lo que no sabe. Y la tercera, que la lógica está mal organizada, combinando reglas correctas y adecuadas, con otras inadecuadas o innecesarias. Bacon por su parte dirá en el Novum organum que sirve más para consolidar errores. La intención de Descartes es clara: "es preciso indagar otro método, que asimilando las ventajas de estos tres, estuviera exento de sus defectos". La razón, como facultad de distinguir lo falso de lo verdadero, es por naturaleza igual en todos los hombres, y por lo tanto lo que distingue a unos de otros es la manera -método- de usarla. De la unidad de la razón se deduce también la unidad del saber. Las ciencias están todas íntimamente ligadas entre sí, de modo que es más fácil aprenderlas todas juntas que una sola, y se extravía el que trata de conocer una sola ciencias diversificando su razón. De aquí también que sea tan importante encontrar un método adecuado.
¿En qué se inspiró Descartes para elaborar su método? Lo que inspiró a Descartes fue los geómetras. Estos parten de las cosas más sencillas hasta llegar a las cuestiones más difíciles. La matemática es la única ciencia que logra alcanzar demostraciones ciertas y evidentes. Es el optimismo racionalista( el hombre puede conocerlo todo): la es la capacidad de la razón. Descartes considera que lo que hace verdaderos los conocimientos matemáticos es el método empleado para conseguirlo. No es que haya en las matemáticas una estructura que hace inevitablemente verdaderos sus conocimientos so que es el método que utilizan los matemáticos lo que permite conseguir tan admirables resultados. La aplicación del método a las matemáticas obtiene el primer éxito: la geometría analítica. Por ello, propone "aplicarlo con igual utilidad a dificultades propias de otras ciencias". La metafísica establece esos primeros principios. Con la aplicación del método a las matemáticas Descartes ha obtenido dos ventajas: 1ª) es un método racional, que sólo usa y en todo momento la razón; 2ª) permite a la mente entender las cosas con más claridad y distinción. Si quiere universalizar el método, tendrá que fijarse en la filosofía. La aplicación del método a la filosofía exige la determinación de los principios. Pero estos no están claros en la filosofía por lo cual, dice Descartes, hay que estar nuevamente la prevención y la precipitación. Descartes pospone la aplicación del método a la filosofía hasta no haber adquirido una madurez.
Aplicando la moral provisional en la parte tercera del Discurso del Método, Descartes indica la convivencia de seguir en la vida ordinaria lo establecido por la costumbre. Lo primero que hace Descartes es utilizar la regla del análisis con el fin de llegar a una verdad absolutamente segura. Usa la duda, que es una duda metódica, usada como medio para obtener la verdad. Además es una duda universal, porque aquello de lo que se duda es la totalidad de nuestros conocimientos.
Emprender la duda metódica es la única manera de fundar la filosofía sobre un cimiento sólido, sobre un principio que sea realmente indudable. Radicalidad de la duda: la duda es progresiva, pues en ella distinguimos cuatro niveles de amplitud y radicalidad, aunque el Discurso sólo expone tres. El primer nivel se refiere a los sentidos, que bis engañan a menudo. Dudar de los sentidos nos permite dudar de que las cosas sena cómo las percibimos. La imposibilidad de distinguir el sueño de la vigilia. Esta razón para dudar parece afectar a la existencia de las cosas y del mundo, pero no a ciertas verdades, como las verdades matemáticas. En su esfuerzo por eliminar todo "posible error", logrará mostrar que tales verdades no son absolutamente indudables. En esta cuarta parte del Discurso Descartes afirmará posteriormente que no sólo Dios garantiza el criterio de verdad, sino también la certeza de las matemáticas. La hipótesis del genio maligno, "de extremado poder e inteligencia, que pone todo su empeño en inducirme a error", permite extender la duda a todo el ámbito del saber. Cuando la duda es más intensa, cuando no puede estar segura de nada, alcanza la verdad del primer principio que estaba buscando.
Esta duda radicalizada conduce a una primera verdad absoluta e inmune a toda duda. Si duda de todo, al menos es cierto que duda, es decir, que piensa. Esto es lo que expresa Descarte con su célebre "COGITO, ERGO SUM". Puedo dudar de la existencia de lo que veo, imagino o pienso, pero no puedo dudar que lo esté pensando y que, para pensarlo, tengo que existir. La función del cogito es doble: señala el tipo ejemplar de proposición verdadera y prepara el camino para la radical distinción entre el cuerpo y alma. Lo único cierto con precisión es que yo soy una cosa que piensa, por tanto, un "sujeto" cuyo ser es "pensar", que es su naturaleza, esencia o atributo. El yo es el alma, que define esencialmente al ser humano y, a su vez, el alma se define por ser pensamiento.
Una definición de sustancia es ésta: una cosa que existe de tal modo que no necesita de ninguna otra cosa para existir. Descartes descubrirá que el yo depende de Dios, el primer principio en el orden del ser. La primera certeza encontrada es el yo, no Dios. El objetivo último de la filosofía cartesiana al afirmar que alma y cuerpo constituyen sustancias distintas es salvaguardar la autonomía del alma respecto de la materia. La primera verdad y la primera certeza es también el criterio de todo lo que hayamos de considerar como verdadero en adelante. De aquí deduce Descartes su criterio de certeza:todo cuanto perciba con igual claridad y distinción que esta primera verdad, será verdadero y podré afirmarlo con toda certeza. Hay una grave consecuencia que se deriva del planteamiento cartesiano: el encierro del sujeto dentro de sí mismo. Esto podríamos resumirlo con el término solipsismo.
El próximo problema que tratará de resolver Descartes será el de la demostración de la existencia de Dios mediante tres argumentos: dos causales y el tercero ontológico. Con el primer argumento causal, Descartes demostrará que Dios es la causa de dicha idea, ya que sólo puede haber sido causada en el yo por un ser que tenga tanta realidad formal como realidad objetiva tiene su idea correspondiente. Dios causa mi idea de ser perfecto. El punto de partida del segundo argumento causal va a ser el "yo que posee ideas de perfecciones". Si yo soy imperfecto, pero poseo ideas de cosas perfectas, entonces tiene que existir na causa que me haya hecho con tales ideas. Esa causa tiene que ser Dios. Demostrada la existencia de Dios, Descartes deduce su naturaleza o esencia, sin olvidar que Dios no es completamente cognoscible por mí, pues mi entendimiento es finito. Por otro lado, el hombre es un ser compuesto de alma y cuerpo, pero toda composición denota dependencia e imperfección. El tercer argumento es na reformulación del argumento ontológico de San Anselmo de Canterbury. En matemáticas se demuestra que, por ejemplo, dado un triángulo, sus ángulos suman 180º. Sin embargo, esa demostración no dice nada sobre la existencia de ese triángulo. Por tanto, lo que el criterio de verdad garantiza es la verdad de la demostración, no la existencia del objeto. No hay nada en la definición de triángulo que exija su existencia. Lo mismo podría decirse de cualquier otra rama de las matemáticas. Sin embargo, al contrario de lo que ocurre con la idea de triángulo, la de ser perfecto contiene la existencia de ese ser. Igual que una característica de triángulo, para que lo sea, es que sus ángulos suman 180º, una característica de la idea de ser perfecto es la existencia del mismo. De lo contrario, dicha idea no sería la idea de un ser perfecto, pues la faltaría una perfección, su existencia Crítica a la doctrina escolástica del conocimiento Una vez demostrada la existencia de Dios, Descartes afirma que no sólo el alma, sino también Dios, es más fácil de conocer que lo sensible. La doctrina tradicional de la escolástica decía que el conocimiento de Dios por la sola razón estaba reservado a unos pocos, tras múltiples esfuerzos y con grandes errores. Descartes piensa exactamente lo contrario. Según esta doctrina, todo el conocimiento nos viene a través de los sentidos.Descartes acusa a los defensores de esta teoría de ser poco racionales.Tiene dificultad en conocer a Dios y la naturaleza del alma. En la certeza de nuestros conocimientos sensibles, ya provengan de los sentidos, ya estén mezclados con ellos, intervienen entendimiento. Deducción de la existencia del mundo Entramos en la tercera deducción metódica. Una vez demostrada la existencia de Dios, Descartes deduce que, como Dios es un ser perfecto y todo lo que proviene de Él, o sea, el mundo y la mente, es verdadero. Lo primero que hace Descartes es fundamentar la certeza del conocimiento sensible. aunque se tenga la "seguridad moral" de que el mundo existe, no se puede tener la "certeza metafísica" de su existencia hasta haber demostrado que Dios existe. Posteriormente va a demostrar por qué sólo la certeza de Dios puede garantizar la certeza de las ideas adventicias y, por tanto, la existencia del mundo y garantiza esta certeza porque también garantiza la validez del criterio de verdad. En segundo lugar, todas las ideas de la mente son verdaderas en cuanto proceden de Dios y por eso son claras y distintas. Es cierto que no todas las ideas que tenemos son completamente verdaderas. Pero esto se debe a un defecto de los seres creados, que, por ser finitos, no somos totalmente perfectos. El método de Descartes, como ya hemos comprobado, avanza desde el conocimiento de la existencia del sujeto mismo hasta el conocimiento de la existencia de un Dios que no nos engaña. Descartes responde que nosotros percibimos clara y distintamente su verdad. sin embargo, surge la siguiente pregunta: ¿cómo podemos confiar en nuestras ideas claras y distintas? Una vez demostrada la existencia de Dios, Descartes puede sostener que Dios, al ser perfecto y por lo tanto bueno, no puede habernos dado una mente sujeta a error. Así desde el comienzo se encuentra amenazada por un siniestro círculo vicioso: no podemos confiar en nuestras ideas claras y distintas hasta saber que Dios existe; pero no podemos demostrar la existencia de Dios si no nos fiamos de nuestras ideas claras y distintas. En tercer lugar, la existencia de Dios también fundamenta el conocimiento matemático. Los matemáticos se caracterizan por formular ideas "muy distintas" y precisas. E En cuarto lugar, la existencia de Dios fundamenta la existencia del mundo. Descartes dice que también despiertos nuestros sentidos externos nos llevan a error. Lo importante para el conocimiento es que aquello que conocemos se ajuste a la evidencia de la razón. Descartes recalca que los pensamientos han de ajustarse a la razón, y no a la imaginación. Para Descartes el mundo existe, pero no tal como nos lo ofrecen los sentidos, sino tal como lo entiende la razón. no todas las ideas son igualmente verdaderas. Las más importantes son las ideas innatas. Les siguen las ideas adventicias que pueden tener claridad pero no distinción y en el último lugar están las ideas facticias.
La demostración de la existencia del mundo o cosas materiales será fácil: puesto que Dios existe y es infinitamente bueno y veraz, no puede permitir que me engañe al cree que el mundo existe. Hay en mí una facultad que recibe las ideas de las cosas corporales. Por tanto, deben existir las realidades materiales, o cuerpos, que produce en mí tales ideas. Utilizando la regla de la evidencia, tenemos que admitir como cualidades objetivas de los cuerpo la extensión, el movimiento, la figura, la situación, la duración. Pero hay otras cualidades, secundarias, que son propiamente subjetivas, porque están en nosotros pero nos orientas en nuestra relación vital con los cuerpos; el color, el olor, el sabor, el sonido... Dios sólo garantiza la existencia de un mundo constituido exclusivamente por la extensión y el movimiento.
La filosofía de Ortega se construye, en parte, frente al modelo de razón propuesto por el racionalismo de Descartes. y lo hace en dos frentes: en su oposición a la importancia concedida por Descartes al sujeto del conocimientos y en su oposición a la sobrevaloración cartesiana de la razón frente a la vida; de estas oposiciones y de las que también desarrolla Ortega a otras posturas filosóficas, surgirán sus doctrinas perspectivística y raciovitalista. Así, en primer lugar, Ortega considera que ésta ha transcurrido por dos etapas, que surgen como respuestas diferentes ante la relación entre razón y ser, entre lo subjetivo y lo objetivo: realismo e idealismo. En términos generales, el realismo es una filosofía que se construye exclusivamente en torno a las cosas. Por el contrario, la postura idealista es la nueva actitud vital y filosófica que transcurre desde el Renacimiento hasta el siglo XX. Es decir, el idealismo es una filosofía que se construye exclusivamente en torno al sujeto. Frente a este antagonismo, para Ortega lo auténticamente real es el yo y las cosas. Además, las cosas no son algo ajeno al hombre, al yo, sino que forman parte de su vida. Ese encuentro, relación y trato entre el yo y las cosas es lo que Ortega entiende por "vida". Por ello, la vida es la realidad radical, es el "absoluto conocimiento". Tanto el realismo como el idealismo caen en el mismo error, al ignorar la vida como realidad radical. Para Ortega, no puede existir el yo sin las cosas, sin mundo. no puedo hablar de las cosas sin el yo, pero tampoco puedo hablar de un to sin las cosas. Por ello, el idealismo cartesiano es una filosofía que "va contra la vida". Para Ortega, la vida es un continuo intercambio entre el yo y la circunstancia, un intercambio dirigido por la razón, para él, vivir es razonar. Para Ortega, ni es válida la postura del racionalista dogmático, para él que la verdad es una, la suya, y pretende imponerla a los demás; ni tampoco es válida la del escéptico, que, ante la variedad de opiniones, concluye que no hay ninguna verdad. En este punto, la posición correcta es otra la verdad tiene muchas caras, y dependiendo de la perspectiva desde la que miremos, nos ofrecerá aspectos distintos. Dicho de otro modo, la verdad no localizada, vista desde "lugar ninguno". Para ortega, no podemos adoptar, como hizo Descares, criterio de verdad abstracto como el de la evidencia, pues la verdad no se construye desde la razón lógico-matemática, sino desde una razón vital. Ortega también se opone a la concepción de la razón presente en Descartes. Ortega se propone, a través del concepto de "razón vital", superar la dicotomía a la que se había llegado al concebir la razón como fundamento de la verdad, del conocimiento, de la objetividad, frente a la vida. Para Ortega, razón y vida, no es que sean irreconciliables, sino que, al contrario, son inseparables. En definitiva, el planteamiento de Ortega, frente al de Descartes, busca un nuevo fundamento para la reflexión filosófica. La filosofía, si quiere ser auténtica guía de la vida, no puede construirse más tomado como referencia una razón abstracta, que tome como modelo el saber matemático ha de hacerse desde la propia vida e historia humanas, y ése era, precisamente, el te,a de su tiempo, a juicio de Ortega.
La matematización es una característica que desde entonces ha impregnado casi todos los ámbitos de la ciencia occidental. Pero la matematización por sí sola no hubiera propiciado el desarrollo científico si no hubiera ido acompañada por la autonomía de la razón. Pero la modernidad ha perdido el optimismo racionalista y el hombre contemporáneo ya no cree poseer una razón tan poderosa como para afirmar de modo claro y distinto la existencia de Dios, es decir, el racionalismo optimista ha desembocado en un racionalismo agnóstico. Las demostraciones de la existencia de Dios han caído en desuso. Normalmente,se considera que no es posible demostrar la existencia de Dios ni desde la ciencia ni desde la filosofía. El dualismo antropológico. El problema mente-cuerpo es una de las cuestiones más interesantes en la filosofía contemporánea. Es difícil encontrar hoy día algún defensor del dualismo, dualismo de sustancias. Si existen, sin embargo, otras formas de dualismo, el dualismo de propiedades. Y podemos distinguir entre las propiedades físicas de cerebro y las propiedades mentales. Defensores de esta posición serían Jerry Fodor, H. Putnam, J. Searle y en general todos los filósofos de la Teoría Computacional de la Mente. La Teoría Neurocomputacional de la Mente, el Materialismo Eliminativo desarrolladas entre otros por Paul y Patricia Churchland, conforman la posición reduccionista en Filosofía de la mente. Hay que tener en cuenta que una explicación mecanicista. El sistema, nos dice Descartes, estará completo cuando todas las ramas queden conectadas con el tronco. Este modelo de ciencia, podría reconocerse como una posición reduccionista.
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