Criado por Ana Claudia Samaniego Villacis
mais de 3 anos atrás
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Ana Claudia Samaniego V., MSc. UNIVERSIDAD NACIONAL DE LOJA
Es fácil desorganizarse y sentirse abrumado por la cantidad de trabajo acumulado cuando no se lleva un plan para el estudio. Un Plan de Estudio debe adecuarse a lo que cada uno encuentre más cómodo: un planificador virtual, un calendario de Google, una agenda física, un cuaderno o listas en notitas Post-It. Cada persona se organiza de la manera que le funcione. Date un tiempo para encontrar la que te funcione a ti.
No hay una técnica única para el estudio porque cada persona aprende de forma diferente. Algunas personas aprenden leyendo, otras aprenden repitiendo, otras aprenden explicando y otras aprenden escuchando. Debes buscar cuál técnica se adapta mejor a ti y te da mejores resultados. En general, hay cosas que le funciona a la mayoría de los estudiantes: Tomar apuntes. Sea de las clases, de las lecturas del libro, de videos de youtube, de las prácticas de laboratorio, etc. Tomar apuntes es una actividad que obliga al estudiante a entender el tema para poder escribirlo. Además, hace que el cerebro organice las ideas continuamente y les vaya dando forma. Ayuda mucho en la retención de conocimientos. Hacer mapas mentales u otros organizadores. Es definitivamente la mejor forma de resumir. Permite organizar sencillamente mucha información y repasarla se vuelve muy fácil, Subrayar o Resaltar ideas. permite una lectura comprensiva, continua y da una sensación de orden ubicación de las ideas en los textos. Test y autoevaluación. Excelente para consolidar los conocimientos. Pueden buscar autoevaluaciones en línea o pueden hacerse preguntas entre compañeros ir respondiendo. Funciona muy bien si se hace a manera de una sesión de estudio final entre compañeros, siempre y cuando, todos haya estudiado individualmente previo a la reunión.
Una parte muy importante del estudio es el descanso del estudio. Una sesión de estudio productiva no puede involucrar horas seguidas de lectura comprensiva. Sencillamente no es posible para el ser humano concentrarse por ese periodo de tiempo. Los descansos son fundamentales para lograr la concentración y relajar la mente en igual medida. Usa alarmas. Pon una alarma (para un tiempo determinado) y siéntate a estudiar. Empieza con periodos cortos, puede ser 10 minutos de un video explicativo o una página de lectura comprensiva de un libro. Durante ese tiempo NO toques tu teléfono ni accedas a redes sociales. Poco a poco puedes incrementar el tiempo de concentración hasta llegar a 45 minutos seguidos de trabajo sin interrupciones. Cuando suene la alarma, date una recompensa: escucha una canción, levántate y come una fruta, o sube y baja las gradas de tu casa una vez. Si estás trabajando en computador, tablet, etc., procura durante este tiempo, alejarte de las pantallas para que tus ojos descansen. Aprovecha estos intervalos para ocuparte de tus otras responsabilidades haciéndolas con gusto y una a la vez. Por ejemplo, si tienes que leer un texto con 4 temas, puedes: Leer el primer tema y sacar tus anotaciones y luego descansar mientras arreglas tu cama. Leer el segundo tema y sacar anotaciones y descansar mientras te lavas los dientes, te peinas y te pones protector solar. Leer el tercer tema y sacar anotaciones y luego descansar mientras riegas tus plantas. Leer el cuarto tema y sacar anotaciones y descansar mientras preparas tu comida. Finalmente, el día de la clase, te tomas 20 minutos para revisar solo tus anotaciones y ya estás listo para la participación en clase. Asimismo, los periodos de sueño son necesarios para el rendimiento óptimo en el estudio. El cerebro procesa la información que aprende mientras estamos dormidos por eso, para que el aprendizaje sea sustancial debe estar acompañado de hábitos de sueño adecuados. También es importante entender que una persona que ha descansado bien es más rápida, más creativa, más ingeniosa y más hábil a la hora de determinar respuestas falsas e incorrectas en exámenes de opción múltiple, lo cual aumenta las posibilidades de tener buenas calificaciones. Cuando tienes mucho sueño, lo mejor es dormir. Poner la alarma para levantarte temprano y acostarte es mejor que pretender estudiar demasiado cansado. Lo único que conseguirás es sentirte fatigado y poco preparado a la vez. Si tienes frío y eso te dificulta quedarte dormido, es muy recomendable usar una bolsita de agua caliente para calentar la cama para que no pierdas tiempo hasta conciliar el sueño. Lo óptimo es alcanzar entre 7 y 8 horas de sueño, pero si es difícil, procura tener al menos 6 horas de sueño. El sueño no es acumulativo, es decir, las horas que pierdes hoy no son recuperables el domingo o en vacaciones. Por eso, la organización es fundamental. Además, a veces el estrés, causa insomnio. En estos casos ayuda mucho el ejercicio. Procura hacer unos 20 minutos de actividad física diaria. Puede ser una caminata vigorosa, saltar la cuerda, subir y bajar gradas o bailar 4 canciones seguidas. Son ejercicios sencillos que ayudarán a que tu cuerpo y tu mente se relajen y se mantengan sanos.
Una alimentación adecuada asegura combustible para el cerebro. Si tienes la oportunidad de acceder a un plan nutricional hecho a tu medida por un profesional de la nutrición, hazlo. Es una inversión pequeña que vale la pena porque ayudará a tu bienestar general. Si no puedes acceder a esta opción, sigue pautas generales: Revisa tu basura. Una alimentación es mucho mejor cuando la basura tiene más cáscaras, cortezas y pieles, que envolturas plásticas y cajas. No cocines siempre. Incluye en tu alimentación alimentos crudos: van a mantener las vitaminas en su estado óptimo, tienen más fibra no digerible y son fáciles y rápidas de preparar y comer: frutas y vegetales son refrigerios ideales a lo largo del día y son cómodos. Así que si quieres un descanso del estudio, puedes parar para lavar una manzana y comerla mientras te das al sol 5 minutos. Elige comer por colores: Cuando prepares un plato de comida, incluye muchos colores: blanco, café, verde, naranja, rojo, morado, amarillo... Mientras más colores hay en un plato, más variada y rica es la dieta. No hagas dietas restrictivas sin supervisión de un profesional. Carbohidratos, proteínas y lípidos son necesarios para el organismo. No se puede tener una dieta adecuada si falta cualquiera de los tres grupos de macronutrientes. Elígelos inteligentemente: los que son menos procesados, van a ser los mejores. Disfruta mucho de las comidas. Cocina con alegría y come con tranquilidad. Relájate y haz que la cocina y el comedor sean lugares muy alegres. S en algún momento sientes que estudio te está llevando a estados de ansiedad y estrés que interfieren con tu vida, tus comidas y tu sueño, puedes estar enfrentando agotamiento mental. Si el cansancio no es pasajero y se convierte en un estado permanente, puedes buscar ayuda de un profesional. Un psicólogo puede ayudarte con técnicas de manejo y enfrentamiento adecuado del estrés en el estudio. Acude a los profesionales de tu institución que estarán acostumbrados a escuchar este tipo de problema y que tienen mucha experiencia en cómo apoyar a los estudiantes.
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