REFLEXIÓN SOBRE TRABAJOS COLABORATIVOS EN LÍNEA

Tradicionalmente se concibe a la sociedad mexicano como "incapacitada" para trabajar en equipo, si a esta situación le añadimos el trabajo en línea, utilizando los medios electrónicos digitales, la situación adquiere un cariz diferente. Normalmente estamos acostumbrados a utilizar estas herramientas tecnológicas de manera mecánica, practicamente natural, tan es así, que algunas veces, ya ni siquiera reflexionamos acerca de lo que hacemos y cómo lo hacemos: abrir un corre, contestar un whats o twiter, etc.Esto hace que perdamos de vista la dimensión de estos nuevos "juguetes", su alcance y todo el mundo de posibilidades que nos pueden abrir para mejorar nuestra vida y ayudarnos a hacer las cosas más sencillas. Hay que recordar que "el medio no es el fin" y la tecnología es sólo una herramienta y somos nosotros, como usuarios y un objetivo a conseguir, quienes hacemos de nuestro contacto con éstas significativo.También hay que considerar el compromiso, la responsabilidad y la coersión, voluntaria o involuntaria, que el trabajo en equipo ejerce sobre cada uno de los miembros del mismo. Surgen los miedos y las dudas, no solamente acerca de la posibilidad de hacer el equipo y si el trabajo va a funcionar; también comenzamos ayudar acerca de nuestras posibilidades y si estaremos a la altura de las circunstancias para "dar el ancho" a la situación.Este tipo de circunstancias nos enfrentan con un doble paradigma: la posibilidad de darnos una posibilidad para ser eficientemente colaborativos y, a la vez, superar nuestra zona de confort, al arriesgarse a innovar y buscar nuevos medios de comunicación y aprendizaje.Este tiempo permite revalorar las condiciones en que nos desempañamos de manera cotidiana, y saber que podemos dar más, buscando un último esfuerzo. Además de hacer conscientes que para hacer el aprendizaje verdaderamente significativo, la manera más práctica de conseguirlo, es a través de la retroalimentación y el trabajo en equipo: ya que en realidad no se trata de delegar responsabilidades, sino cada miembro cumplir con sus objetivos y aprender de las destrezas y capacidad del otro para alimentarnos y complementar nuestros conocimientos.