Platón nació en el seno de una familia aristocrática.
Según Platón, si el relativismo fuese cierto carecería de sentido la enseñanza.
Platón nunca intervino en la política de Atenas por miedo a correr la misma suerte que su maestro.
Platón creó la escuela de filosofía llamada Liceo.
El conocimiento matemático se refiere a las cosas sensibles ya que el matemático utiliza signos sensibles en sus demostraciones.
La huella de Heráclito en el pensamiento platónico se encuentra en la idea platónica de que el Ser cambia.
Según Platón, mantener que el ser es tal y como se muestra a los sentidos conduce al relativismo.
Platón apoyó la Dictadura de los Treinta Tiranos hasta que estos decidieron la muerte de Sócrates.
Para Platón el correlato directo de los términos universales son los objetos individuales.
El pensamiento platónico evolucionó desde sus primeros escritos hasta las obras de vejez.
En el mito de la caverna, el prisionero liberado tiene la obligación de bajar al mundo subterráneo para liberar a sus compañeros y ayudarles a ascender al mundo verdadero.
El mito de la caverna sólo se refiere a la situación del hombre en relación al conocimiento.
En el mito de la caverna la experiencia de la Idea de Bien es comparable a la experiencia que tiene el prisionero del fuego situado en el interior de la caverna.
En el mito de la caverna la experiencia del prisionero liberado es una metáfora de la dialéctica.
La opinión se refiere a lo sensible, a lo que cambia.
El pensamiento discursivo es el conocimiento más elevado.
"Doxa" es el término griego para referirse a la mera opinión.
La filosofía platónica se fundamenta en un claro dualismo metafísico.
La Teoría de las Ideas es fundamentalmente una teoría metafísica.
La experiencia de la Belleza no tiene nada que ver con la dialéctica.
Para Platón el mundo sensible tiene ser en la medida en que participa del mundo de las Ideas.
Platón considera que lo único eterno existente en la realidad son las entidades matemáticas.
Según Platón, si existe el conocimiento siempre verdadero el relativismo es cierto.
Según Platón el único modo de acceso al Mundo de las Ideas es mediante el conocimiento.
Las enseñanzas de Platón influyeron decisivamente en Alejandro Magno, pues fue su maestro durante algunos años.
La teoría de las Ideas de Platón también se aplica a los conceptos abstractos.
En el Mundo Sensible no hay nada que sea mutable.
Platón entiende las Ideas como las entidades mentales con las que pensamos la realidad.
La filosofía platónica presenta un claro dualismo antropológico.
Sus explicaciones de la Naturaleza son similares a las de los atomistas.
La voluntad es una facultad que pertenece a la parte más espiritual del alma, la racional.
Al alma le corresponde la eternidad porque es más afín a las Ideas que a las cosas sensibles.
Las almas incorpóreas no pueden tener pasiones sensibles.
El mito del carro alado describe las distintas partes del alma.
Según la teoría de la reminiscencia, todo conocimiento estricto es recuerdo.
La causa del mal moral, de los vicios y de la ignorancia es la mala educación.
Según Platón, el hombre es más un alma que habita un cuerpo que un compuesto de alma y cuerpo.
Platón defiende un cierto intelectualismo moral en su concepto final de virtud.
Según algunos intérpretes, Platón mantiene que la felicidad suprema consiste en la contemplación de la Idea de Bien.
Las virtudes son aquellos estados que le corresponden al alma por naturaleza.
Las Ideas son entidades mentales con realidad objetiva y causa de las cosas del mundo sensible.
En la sociedad ideal propuesta por Platón se fomenta el cambio social.
Según Platón, el Estado es una expresión de la naturaleza humana.
Según Platón, todos los hombres adultos son capaces de regirse a sí mismos y no necesitan ser dirigidos.
El estado ideal de Platón es autoritario.
Hay una analogía entre las partes del alma y las clases sociales del Estado autoritario ideal.
El fin del Estado ideal es el beneficio de la clase de los filósofos.
En la sociedad ideal se debe prohibir la propiedad privada de los guardianes y de los productores.
A los gobernantes se les ha de prohibir la propiedad privada pero no la posibilidad de formar familias.
La Teoría de la Reminiscencia defiende que conocer es recordar lo que nuestra alma vio en el Mundo Sensible antes de encarnarse.
Según Platón la verdadera realidad la componen entidades aespaciales, atemporales y eternas.
Según Platón, si el relativismo fuese cierto tendría sentido la enseñanza y todos tendrían acceso al conocimiento objetivo.
Según Platón, si existe el conocimiento siempre verdadero deben existir las entidades absolutas e inmutables a las que llama Ideas.
Platón afirma que nuestro concepto de las formas ideales ha de ser innato, a pesar de que no seamos conscientes de ello.
Según Platón, de las cinco formas de gobierno que realmente se han dado en la historia la más perfecta es la democracia.
Platón considera que la filosofía anterior ha fracasado al intentar explicar el mundo físico mediante los sentidos.
Platón representa la primera síntesis filosófica en la historia del pensamiento, al intentar una mediación entre el pensamiento de Heráclito y el de Parménides.
En el diálogo “La República”, Platón expone cómo hay que educar al ciudadano para ser justo en una Polis justa, pero no desarrolla ninguna teoría política concreta.
Las Ideas de Platón no son meras construcciones mentales, sino que son realidades extramentales con existencia objetiva.
Sólo los filósofos son los que pueden captar las Ideas porque huyen de la comodidad y de la costumbre y tratan de conocer la verdad inmutable.
Entre la epistemología platónica y su metafísica no hay ninguna relación.
Dentro de la caverna es posible el conocimiento de las Ideas, porque estas pertenecen al mundo de lo sensible.
Platón pensó que las matemáticas son uno de los saberes más altos (tan sólo superado por la dialéctica) y las consideró un ejercicio muy adecuado para prepararse al conocimiento de las Ideas.
El concepto de "ser humano" en Platón es muy complejo, y ha tenido una extraordinaria repercusión en la antropología occidental, especialmente en la cristiana.
Para Platón, la unión de alma y cuerpo es algo natural, y beneficia al ser humano en su conjunto.
Para que el ser humano viva del mejor modo posible es preciso que las dos partes del alma convivan ordenadamente haciendo cada cual lo que le es propio.
La justicia es la virtud que hace referencia al todo del ser humano y se da cuando las tres partes del alma no conviven ordenada y armónicamente.
Platón cree que la verdadera naturaleza del alma es su parte racional, mientras que las otras dos son manifestaciones sensibles que nacen junto con el cuerpo y de las cuales se libra con la muerte del cuerpo.
Para Platón, la educación no consiste en meter enseñanzas, sino en hacer girar al alma para que pase de contemplar las cosas del mundo sensible a contemplar las cosas del mundo inteligible.
Para Platón, los niños deben aprender por la fuerza y su aprendizaje no debe ser como un juego.
Para Platón, la educación de los futuros gobernantes debe integrar tanto aspectos físicos como intelectuales.
Para Platón, la educación no consiste en una mera transmisión de conocimientos sino que supone una experiencia compleja y prolongada en la que el papel protagonista es del maestro.
La obra de Platón intenta describir una idea realista de Estado, fácilmente realizable y muy acorde con la naturaleza del ser humano.
Platón piensa que para gobernar adecuadamente es preciso distinguir qué está bien y qué está mal, por lo que es necesario haber alcanzado el conocimiento de la Idea del Bien.
Platón propone la aristocracia de la virtud y del saber como forma de gobierno ideal.
Platón cree que es preciso que quienes hayan de gobernar lo hagan buscando un beneficio personal.
La preocupación de Platón por descubrir la organización política ideal se debe a su concepto (que es general entre los griegos) de que el hombre es social por naturaleza.
En el pensamiento político de Platón, la justicia es la condición indispensable y el objetivo máximo del Estado perfecto.
Los escritos platónicos tienen la forma de ensayos o tratados sistemáticos.
Platón presenta el Mito de la Caverna en el diálogo "La República".
La influencia más importante en el pensamiento platónico es la de Pitágoras.
Platón considera que el conocimiento sensible conduce al relativismo.
Según Platón el único modo de acceso al Mundo de las Ideas es el intelectual.
Según Platón todo lo cambiante y compuesto, excepto el alma, está necesariamente abocado a la muerte.
La parte irascible del alma nos permite conocer las Ideas y dirigir nuestra conducta.
Según Platón, las Ideas se pueden identificar con los pensamientos o conceptos que las personas tienen de las cosas.
La Teoría de la Reminiscencia permite explicar el conocimiento estricto y defiende que conocer es recordar lo que nuestra alma vio en el Mundo Inteligible antes de encarnarse.
El punto de vista metafísico que defiende Platón influirá en su concepción materialista del hombre.
La fortaleza es una virtud que corresponde a la parte concupiscible del alma.
Platón defendió para la sociedad ideal la existencia de clases sociales.
Para Platón el ser humano es esencialmente alma y cuerpo.
En el paralelismo entre las partes del alma y las clases sociales, a la parte irascible corresponde la clase de los gobernantes.
Platón cree que solo sabemos que el alma es inmortal gracias a la religión.
La visión que Platón tenía de la política era muy optimista.
La preocupación de Platón por descubrir la organización política ideal se debe a su concepto (que es general entre los griegos) de que el hombre es social por acuerdo o contrato social.
Para Platón, cada una de las partes del alma se corresponde con una de las clases sociales que componen el Estado.
El objetivo fundamental de "La República" de Platón es hacer posible una polis justa, una ciudad bien gobernada en la que todos los ciudadanos puedan vivir del mejor modo posible.
Para Platón, el filósofo, una vez formado adecuadamente, habrá alcanzado la contemplación de la Idea del Bien y habrá de utilizarla el resto de su vida como modelo para gobernar tanto la polis como su propia vida.
Para Platón, en las etapas educativas hay que elegir a los mejores en cuanto a su capacidad y su virtud, sin tener en cuenta si son hombres o mujeres, sin discriminación sexual.
El protagonismo del proceso educativo platónico corresponde a quien aprende y no al maestro cuya tarea, como en la mayéutica socrática, es auxiliar.