Entre los químicos más comunes que causan daños al suelo están los derivados del petróleo.
La quema de combustible fósil no contamina el aire.
Los principales contaminantes del agua son: la basura, desechos químicos de plantas industriales, plaguicidas y aguas residuales llamadas también aguas negras.
La erosión es el deterioro del suelo como consecuencia del arrastre de sus materiales por las aguas y los vientos.
Por los daños que han causado los plaguicidas sintéticos al hombre y al ambiente, está resurgiendo el uso de plaguicidas de origen natural.