La materia orgánica evoluciona, en el suelo, en dos direcciones: Mineralización o Humificación; la aireación y la humedad controlan estos procesos
La humificación enriquece el suelo en materia orgánica, la mineralización no.
El humus lo componen: Ácidos fúlvicos, ácidos húmicos y huminas.
El humus le trasmite al suelo colores oscuros, alta capacidad de almacenar agua, estabilidad estructural, alta CIC, bajo pH y, en algunos casos, hidrofobicidad.