MI LUCHA CONTRA EL CÁNCER

En estos momentos (24-05-2019) estoy viviendo uno de los momentos mas importantes y trascendentales en mi vida. Se me podría preguntar ¿por qué me atrevo a realizar esta afirmación con la cantidad de problemas que todo el mundo tiene en la actual sociedad? Creo que uno de las situaciones mas delicadas que el ser humano puede encontrarse en esta vida, es cuando te comunican que después de haberte realizado unos exámenes clínicos y patológicos, el resultado es que tienes un cáncer de próstata con agresividad nivel 9 en la escala del 1 al 10. Realmente tengo que reconocer mi sorpresa, ya que si bien no dejé nunca de hacer el proceso de seguimiento con los consejos de mi urólogo, por otra parte, si tengo que reconocer que me ha sorprendido su elevado valor en agresividad. No se, cúal será el resultado final, ya que deben transcurrir 30 días para conocer a través de unos nuevos análisis si se han extirpado totalmente todas las células cancerosas o si mi cuerpo deberá ser sometido a un tratamiento de radio o quimioterapia. Así pues, la pregunta trascendental que todos podríamos hacernos es, y yo, ante este problema ¿qué puedo hacer?. Pienso que para poder hacer frente a esta delicada situación, el plan de acción que voy a realizar es el de actúar (luchar) globalmente en tres áreas o niveles de mi existencia: 1º.- La lucha a nivel físico. 2º.- La lucha a nivel psicológico. 3º.- La lucha o más bien abandono a nivel espiritual, y este es para mí, el más importante, ya que es en dónde se apoya y da fuerza a los dos anteriores. 1º.- MI LUCHA A NIVEL FÍSICO Me considero una persona con espíritu deportivo, ya que en mi vida siempre he practicado algún deporte, aunque nunca he destacado por poseer unas características excepcionales, sin embargo, he conseguido algunos retos que los considero importantes, como alcanzar en el deporte del karate, el nivel de cinturon negro primer dan, y otro desafiante también, fue correr a mis 50 años la maratón (42,195 km) en 4h 13 minutos. Con ello lo que quiero dar a entender es que, los que tenemos una mentalidad de deportista, dentro de nosotros poseemos una fuerza que nos impulsa a luchar, a no permitir que anide en nuestros corazones el desánimo, la decepción, la desesperanza o la derrota. Así pues, sabiendo que debía ser intervenido de un cáncer de próstata, estuve preparándome durante bastante tiempo con el fin de presentarme a la intervención quirúgica en las mejores condiciones físicas posibles, como así fue. 1/7 Este hecho permitió que pudieran intervenirme en una operación de Prostatectomía Radical Laparoscópica (estirpación total de la próstata) a pesar de mi avanzada edad (76 años). Les entregué a los cirujanos un cuerpo en un estado envidiable y me lo han entregado en unas condiciones bastante, bastante lamentable, aunque a fuerza de ser sincero, debo reconocer que la intervención ha sido intensa y duradera en tiempo 3,5 a 4h. Debido a que no se me ha autorizado asistir al gimnasio por las pobres condiciones físicas en que me encuentro, he comenzado a caminar todos los días de 30 a 40 minutos, con el objetivo de adquirir tono muscular en las piernas y fortalecer la capacidad pulmonar. Soy conocedor de la importancia que tiene el deporte en el área de la psicología, tema que intentaré tratar a continuación. OBJETIVO: "Llegar a alcanzar las condiciones físicas obtenidas antes de la intervención quirúrgica". 2º.- MI LUCHA A NIVEL PSICOLOGICO EL DEPORTE Y LAS ENDORFINAS El deporte considero tiene una importancia clave en el área de la psicología, ya que es capaz de crear dentro de nuestro cuerpo las famosas y conocidas endorfinas que nos ayudan en el plano físico y psicológico a luchar contra las adversidades de la vida. La palabra endorfina proviene de los vocablos "endor" que quiere decir "endógeno" y significa que es producido por nuestro propio cuerpo y "fina", morfina, un opiáceo, que actua sobre nuestro cerebro. Por lo tanto, las endorfinas son hormonas que producimos nosotros mismos en unas condiciones determinadas con efectos similares a la morfina. Cuando nuestro organismo libera esta hormona, sentimos la sensación de placer y bienestar, lo que ha llevado a las endorfinas a ser conocidas también como las hormonas de la felicidad. Es por esto motivo que me planteé practicar regularmente el ejercicio de caminar todos los días entre 30 a 40 minutos a fin de tener una respiración pulmonar más eficaz y sobre-todo estimular la masa muscular de mis piernas intentando ser capaz de producir endorfinas. Estas dosis diarias extra de endorfinas es la causa de la energía que pienso experimentar al realizar este ejercicio sin pretender llegar al agotamiento. Mi objetivo "NO" es caminar a una intensidad muy elevada, que no puedo, sino que la clave está en realizar esta actividad de forma moderada y que implique simplemente movimiento en mis piernas y pulmones Así que, mi objetivo es sencillo y simple, realizar este ejercicio aeróbico por lo menos 4/5 veces por semana, ejercicio que será como ya he dicho, de intensidad media durante 30 o 40 minutos. 2/7 Uno de mis deseos es el de ser capaz de no pensar en lo que tengo y vivir como si el cáncer no existiera en mi vida procurando vivir tranquilo y confiado, sabiendo que está demostrado que el optimismo y si es posible la risa es la mejor fuente de endorfinas sobre todo por la influencia que tienen los pensamientos sobre la química del cerebro y nuestro sistema inmunitario. El solo hecho de reproducir el gesto de la sonrisa ya nos hace segregar endorfinas, de la misma forma que nos hace segregar saliva con sólo oler o pensar en una buena comida. INVESTIGACIONES CLÍNICAS Los estudios clínicos han demostrado que las endorfinas son capaces de evitar que las fibras nerviosas nos transmitan el dolor, además de actuar a nivel cerebral produciendo sensaciones intensas, bien conocidas por los que practicamos deporte como son, la disminución de la ansiedad y la sensación de bienestar, además de la analgesia y sedación que ya antes he mencionado. También sabemos que después de haberse producido una actividad física principalmente aeróbica, existe un claro y significativo aumento de las endorfinas después del ejercicio. Por lo tanto quiero decir que al realizar estos ejercicios, independientemente del tipo (desde aeróbica hasta incluso caminar), por lo menos unas 4/5 veces a la semana durante quince minutos, disminuye según dicen hasta un 32% el riesgo de demencia en adultos mayores de 65 años, reafirmando el sentido literal de la sentencia bien conocida por todos de "mente sana en cuerpo sano”. Evidentemente el deporte es un arma terapéutica que no puede ser reemplazada por la medicina convencional. Es la única medicina que no se vende en las farmacias y aun es gratis, solo depende de que nosotros seamos capaces de usarla. Mas que sentirnos bien por la liberación de endorfinas que producimos al hacer el ejercicio físico, además de todas las propiedades que he descrito, el ser deportista es un estilo de vida cada vez mas necesario en esta sociedad tan tensionado, ajetreada y vertiginosa. Cuando nos sumergimos completamente en este mundo que nos genera tanta ansiedad, estres y si a esto le añadimos la noticia de un cáncer en nuestro cuerpo, sabemos que todo ello no es saludable para nuestra salud. Es por ello que intento buscar a través del deporte, a través de mis conocimientos en el campo de la psicología así como en el campo espiritual, la forma de mantener el equilibrio, la serenidad y la paz tan importante como en estos momentos me está tocando vivir. LA IMPORTANCIA DE NUESTROS PENSAMIENTOS: NUESTRA HIGIENE MENTAL: Muchas veces habremos oído decir esta afirmación: "Nosotros somos lo que son nuestros pensamientos". 3/7 Al estudiar temas sobre la "Psicología y Biología Celular" descubrí que nuestros pensamientos no es más que una manifestación de energía eléctrica produciendo una reacción bioquímica en nuestro cerebro (cerebro límbico), éste a su vez libera señales químicas (neurotransmisores y hormonas) que se transmiten a nuestro cuerpo, actuando como los mensajeros químicos de nuestros sentimientos y emociones. Estos pensamientos, como ya he dicho, producen unas sustancias químicas en nuestro cerebro, permitiendo que el cuerpo se sienta exactamente del modo en que estamos pensando y es en estos precisos momentos cuando mente y cuerpo forman una unidad. De esta forma, cada pensamiento produce una sustancia química correspondiente a un sentimiento, a una emoción o sensación en nuestro cuerpo. Por lo tanto, en esencia, cuando tenemos pensamientos felices, inspiradores o positivos, nuestro cerebro elabora sustancias químicas (endorfinas) que hacen que nos sintamos alegres, inspirados o eufóricos. Por ejemplo: cuando nos anticipamos a una experiencia que creemos va a ser agradable, nuestro cerebro de inmediato, de forma espontánea genera un neurotransmisor químico, llamado "endorfina", que enciende tanto en nuestro cerebro como en nuestro cuerpo la anticipación a esa experiencia que estamos a punto de vivir y nos provoca un estado de emoción y una expectación inusitada. No sólo nos produce paz, alegría, felicidad, sino que nuestras células al ser bañadas por ese torrente sanguíneo y siendo este un medio enriquecedor para el desarrollo celular, fortalece el sistema inmunológico que tanta falta me hace, haciéndonos resistentes a las enfermedades, al estrés y a la depresión y todo ello gracias a la principal fuente de generación de endorfinas, que es por esencia, el AMOR. Si nuestros pensamientos son de envidia, frustración, rencor, odio, temor, miedo, nuestro cerebro químicamente generará sustancias químicas tales como la adrenalina, cortisol y otros compuestos químicos que provocarán en el campo celular una regresión, un debilitamiento por hallarse inmerso en un medio de cultivo tan agresivo, y la consecuencia es una disminución de la fortaleza de nuestro sistema inmunológico y por tanto, nuestro cuerpo estará propenso a la depresión, a la enfermedad y en algunos casos hasta provocándonos la misma muerte. Asi que de nuevo tengo que volver a afirmar que "el ser humano ha sido creado por Dios para que sea feliz y para ello es necesario que viva en el Amor". Algunos neurocientíficos han tenido la gran osadía y se han atrevido en la actualidad a aconsejar a personas que no son creyentes, que por motivos de salud cerebral "vivan como si Dios existiese", porque de esta forma alargarán la vida, mejorarán notablemente su salud y serán capaces de afrontar con dignidad aún a los problemas mas graves que podamos vivir e imaginar. OBJETIVO: No permitir pensamientos que me provoquen sentimientos de depresión, tristeza, temor, miedo o derrota. 4/7 3º.- MI LUCHA = ABANDONO A NIVEL ESPIRITUAL Soy una persona creyente, no en un Cristo muerto, derrotado y crucificado en una cruz, alejado y olvidándose de todos nosotros, viviendo allí, en Su Cielo, sino, que mi fe se fundamenta en un Cristo vivo y resucitado, sí, resucitado, porque Él ha vencido ya a la muerte, estableciendo Su Reino en nuestro corazón, siendo éste Su Lugar de Reposo, Su Morada Santa, Su Trono de Gloria, Su Cielo aquí en la tierra, así pues, no busco a este Dios fuera de mí, sino que Él es y forma parte de la esencia de mi personalidad, siendo partícipe de todo lo que vivo y sufro en estos precisos momentos. Mi fe, no se apoya en los hombres, ni tan siquiera en instituciones religiosas, sino únicamente en la ayuda y orientación que el Espíritu Santo me proporcina, fundamento de la Palabra de Cristo, sabiendo que Su Palabra me transmite de forma real y verdadera todos los deseos de nuestro Padre Celestial. EL ABANDONO DE MI VOLUNTAD A LA VOLUNTAD DE DIOS Este tipo de creencia se apoya en lo que yo llamo "el abandono de mi propia voluntad como senda o camino para alcanzar la unidad o comunión con Dios". Se basa en la creencia firme, cierta y sincera, en la entrega amorosa, entrañable y sumisa de mi voluntad con lo que Dios disponga o permita en estos momentos en mí vida. Por eso soy capaz y puedo dirigirme con confianza a mi Padre- Dios a través de esta oración: Si de verdad unido a Tí estoy por amor, y mi voluntad está en hacer todas las cosas conforme a Tus deseos, que más me da estar en la tierra que allí en los cielos, todo lo que Tu permitas en mi vida, yo lo acepto. Nada quiero amar que Tú no ames, como nada quiero desear que Tu no desees, ya sean las flores o las espinas que hayan en el sendero, todo lo que Tu permitas en mi vida, yo lo acepto, Este abandono en las manos del Señor tiene su base en la confianza y el amor, para ello necesito desprenderme de mí mismo y permitir que Él pueda gobernar mi vida tal como lo hace ahora y así ser capaz de hacer ealidad esta oración: 5/7 Yo sé que nada “malo” puede pasarme en esta vida, y si Tú lo permites, por muy “malo” que pueda parecerme, por fe, creo que eso, es lo mejor para mí, porque Tú eres mi Padre-Celestial, Tú eres mi Padre-Dios y Dios Amor, así pues ¿de qué he de temer? Creo que todos los que nos consideramos cristianos "NO" nominales o de tradición, sino profundamente creyentes, deberíamos memorizar muchos de los pasajes del Evangelio en el que Cristo nos habla claramente de la vida eterna, (Juan 11, 25 y 26), de esta manera si nos dejamos impregnar en nuestros corazones por Su divina Palabra, podremos comenzar a vivir la Vida Eterna, aquí y ahora, en este preciso momento sin esperar a morirnos, pues esta Vida Eterna es el mayor regalo, don o dádiva que Cristo nos ha entregado a todos nosotros cuando ponemos nuestra mirada de fe única y solamente en Él, por eso me puedo atrever a decirLE: Tu eres mi resurrección y mi vida eterna. Yo creo en Tí, Señor, y se que aún muriendo, vivo y viviré en Tí, porque Tu eres el Amor, y Tu Amor permanece en mí, para siempre, mas grande y mas fuerte que la misma muerte, por eso puedo decir:“vivo ya en Tu eternidad, porque no muero ni moriré nunca jamás”. Yo he encontrado el cielo aquí en la tierra, porque mi cielo eres Tú, SEÑOR. Tú eres, mi verdadero tesoro. Tú eres, mi auténtica riqueza, riqueza inefable que me inunda y penetra, hasta embriagarme en Tu Divino Amor La vida eterna no es algo que se consigue por esfuerzos propios, es ALGUIEN que viene a establecer su morada en nuestros corazones por puro amor, es JHS, que por ser eterno nos hace partícipes tanto de Su Santidad como de Su Eternidad, así pues, podemos cantarle a Dios: 6/7 “Bendito seas PADRE, bendito seas PADRE, PADRE de mi Señor JHS que en TU misericordia lo resucitaste de entre los muertos, por esa misma misericordia se que yo también seré resucitado pues, también soy hijo tuyo. PADRE, no tengo miedo a la muerte, pues sé que es el amanecer a un nuevo día, el día más hermoso de mi vida, ya que es el día del encuentro definitivo contigo, TÚ, que eres el AMOR. PADRE, no tengo miedo a la muerte, ya que es cruzar el umbral de la eternidad que me conduce hasta Ti”, TÚ que eres Bondad, Hermosura y Santidad. OBJETIVO: Abandonarme en las manos de mi Creador de forma que pueda decir con confianza: "Hágase en mi según Tu Voluntad aquí y ahora, así como en su momento se cumplirá en Tu Reino" Hoy nos está diciendo a todos nosotros los que de una forma limpia, pura y sincera deseamos seguirle: Hijos míos, hijas mías, YO os elegí a vosotros, vosotros no me elegisteis a MÍ, permanecisteis muchos años insensibles a mi amor, ¿Os acordáis?, estabais endurecidos, encallecidos, insensibles a mi voz, hasta que YO un día golpeé la puerta de vuestros corazones, ¿No es verdad?, y cuando vosotros respondisteis, os arrepentisteis y creísteis en MI, yo os di la VIDA ETERNA, ¿Qué más puedo daros ?, ahora YO os envío para que deis frutos permanentes de amor, para que todas vuestras oraciones dirigidas a vuestro PADRE CELESTIAL en mi nombre, ÉL os lo conceda para gloria suya. Quiero acabar esta exposición de "MI LUCHA CONTRA EL CÁNCER" con este sincero deseo que bien podría ser asumido por "AQUEL" que es el "ETERNO": “Bienaventurados los que vieron la luz de las estrellas, aunque en este mundo ahora es de noche y la tierra cubierta está por profundas tinieblas”. Isidro Esparza Marín Barcelona 24 de Mayo de 2019 7/7

	Criado por Isidro Esparza Marín mais de 5 anos atrás

Se trata de un plan integral basado en tres áreas: Área física; área psicológica y área espiritual. Este plan es el que utilizo para combatir un cáncer de próstata de nivel de agresividad 9 en la escala de 1 al 10