Criado por Andrea Chimal
quase 4 anos atrás
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Cualquier afirmación del adversario se exagera; es decir, se lleva más allá de sus límites, interpretándola de la manera más general posible.
En esta estratagema se trata de provocar al adversario, pues se cree que cegado por la provocación, no estará en condiciones apropiadas de juzgar rectamente ni de aprovechar las propias ventajas de su discurso.
Si en algún momento nos percatamos que el adversario comienza una argumentación con la que sentimos va a derrotarnos, no debemos permitirle siga con ella; hay que impedirle que la concluya, interrumpiendo o desviando la discusión y encaminarla hacia otras cuestiones
Si el adversario se muestra irritado ante un argumento, debemos insistir en usar tal argumento; no sólo porque lo va a irritar más, sino porque podemos suponer que se ha tocado la parte más débil de su razonamiento y porque de seguir así, podemos obtener mucho más de lo que se muestra a simple vista.