En la constante histórica de los Ejércitos, el mantenimiento de la disciplina constituye un objetivo consustancial a la Institución misma. En este sentido, el Régimen Disciplinario de las Fuerzas Armadas no constituye sino el reverso de las reglas de comportamiento y demás códigos conductuales establecidos en las normas de deontología profesional castrense o ética normativa aplicada a la profesión militar, que hoy aparecen recogidas en la Ley Orgánica de la Defensa Nacional, del año 2005, en las