Deisy Rodriguez
cajas de seguridad
Cajas domiciliarias y profesionales
Atendiendo a que tipo de ámbito de utilización podríamos separarlas en dos grandes grupos, cajas fuertes domiciliarias y cajas fuertes profesionales. Las cajas fuertes empleadas por usuarios no profesionales, y que por lo general se encuentran ubicadas en viviendas, suelen ser cajas de seguridad con un grado de seguridad básico o medio al ser destinadas en la mayoría de ocasiones a albergar pequeñas cantidades de efectivo y objetos de valor. Su funcionamiento suele ser sencillo al igual que su instalación.
Las cajas fuertes profesionales generalmente se emplean en empresas, bien para cumplir con una determinada normativa o bien para asegurar sus bienes de forma efectiva.
Las hay en joyerías, que ya son más sofisticadas. Las de los bancos pequeños tienen apertura retardada para evitar los atracos rápidos, y las de las sedes centrales de empresas y bancos son totalmente acorazadas, de difícil acceso a las mismas y con enormes controles de seguridad. Todo este tipo de cajas fuertes están reguladas por una normativa europea que las cataloga en dif
Cajas de sobreponer y empotrar[editar]
Si atendemos al tipo de instalación de la caja fuerte, podemos dividirlas en dos grandes categorías: sobreponer 3 y empotrar .
Las cajas de sobreponer son las más sencillas de instalar, pues son cajas con un cuerpo compacto y con un grosos generalmente homogéneo de sus paredes. Las cajas de sobremesa o sobreponer no necesitan una instalación compleja y generalmente se anclan por medio de tornillos en base y/o los lados de la caja.
Por otro lado, las cajas de empotrar están diseñadas para ser encastradas en la pared o en algún muro los suficientemente resistente para albergarla. Aunque el cuerpo de este tipo de cajas no es tan homogéneo y grueso como las de las cajas de sobreponer, tienen su ventaja al ser más fácil ocultarlas y contar con la resistencia de la pared donde se instalen.
Cajas fuertes para usos específicos[editar]
Algunas cajas fuertes tienen usos muy específicos y/o determinados por la legislación vigente como pueden ser los armeros 5 , tanto para arma larga como para arma corta, o las cajas fuertes destinadas a establecimientos especiales 6 estaciones de servicio, loterías, joyerías, etc.
Cajas fuertes ignífugas[editar]
Las cajas fuertes ignífugas están diseñadas para proteger documentos, soportes informáticos, dinero en efectivo y cualquier objeto de valor de los posibles efectos perjudiciales del fuego durante un incendio.
Muchas de las cajas ignífugas son además resistentes a la humedad y al agua debido a las características herméticas propias de muchas las cajas ignífugas.
Para conseguir un aislamiento correcto de los objetos contenidos en el interior, las cajas ignífugas cuentan con un relleno de materiales altamente resistentes al fuego y con puntos de fusión muy elevados. Algunos de los materiales empleados son la perlita y la vermicular.
Clasificación de las cajas ignífugas[editar]
Cajas fuertes para empresas
Las pequeñas empresas y los negocios locales emplean las cajas fuertes principalmente para la custodia de documentos importantes y pequeñas cantidades de dinero que deben ser fácilmente accesibles, pero que a la vez necesitan una cierta protección. En estas empresas es común la utilización de cajas fuertes con ranura, que permiten la introducción de elementos en su interior sin necesidad de abrirlas.
Pueden encontrarse muchos tipos de cajas fuertes, adaptadas a muy diversos usos específicos, en empresas de todos los sectores, desde las cajas fuertes con buzón o ranura, ya mencionadas, a cajas con tolva, que permiten la inclusión de objetos de mayor tamaño, cajas de cobro que presentan cajones para la custodia y manipulación del dinero en efectivo, y otras cajas, mucho más específicas, que trataremos en el apartado “Otras cajas de seguridad”.
Las cajas destinadas a ser instaladas en empresas y negocios, aunque no requieran cumplir con una normativa especifica, suelen contar con características que dotan a las cajas de una cierta seguridad, ya sea por un
Cajas Fuertes de sobreponer
Ilustración 5.1
Las cajas fuertes de sobreponer o de sobremesa son probablemente el grupo más común de cajas de seguridad. Son cofres, más o menos pesados, que se caracterizan precisamente por su capacidad para ser colocadas sobre una superficie, allá donde se considere oportuno, sin necesidad de una instalación laboriosa.
Su estructura está formada por un contenedor fabricado en materiales altamente resistentes que junto con la puerta forman un cofre o caja uniforme que dificulta el acceso a su interior a menos que se disponga de la llave o las claves de acceso para desbloquear el sistema de cierre.
Están concebidas para albergar objetos de valor, documentos importantes, dinero, armas, etc. y protegerlos de posibles robos o accesos indeseados a los mismos. Estas cajas adolecen de la desventaja de que son poco discretas, ya que la caja puede quedar expuesta a la vista en su totalidad.
Las cajas de sobreponer se pueden colocar sobre una mesa, una cómoda o el estante de un armario o, para aumentar su inviolabilidad, pueden ser ancladas con un dispositivo
Cajas Fuertes
Ilustración 5
Las cajas fuertes son contenedores altamente resistentes, diseñados para salvaguardar en su interior todo tipo de objetos de valor, joyas, dinero, obras de arte y documentos importantes que requieran de una protección especial.
Algunas de ellas, las cajas ignífugas, además de proteger los objetos contenidos en su interior de robos y ataques, ofrecen protección contra los efectos del fuego.
Los usos más comunes se dan en domicilios y pequeños negocios que necesitan protección para sus objetos de valor y documentos importantes. Sin embargo, es en las empresas de mayor tamaño donde cumplen un papel más relevante.
Cajas camufladas
Ilustración 5.3
Las cajas fuertes camufladas basan gran parte de su eficacia en pasar desapercibidas.
Existen multitud de modelos, con multitud de formas y niveles de seguridad. Las más básicas apenas pueden ser consideradas como cajas fuertes. Por ejemplo, las clásicas cajas con forma de libro, que podemos "esconder" entre el resto de libros en cualquier estantería. Algunas otras tienen diseños más sorprendentes, con forma de vela, de lata de refresco, de lechuga, etc. En ellas se pueden guardar pequeños objetos a simple vista, confiando en que nadie imagine que se trata de otra cosa distinta a lo que parece.
Otras, más eficientes y sofisticadas, combinan la apariencia de objetos cotidianos, como un enchufe de corriente o toma de teléfono, con las características estructurales de una auténtica caja de empotrar.
También podemos considerar camufladas, ciertas cajas para empotrar en el suelo, pues en el caso de que su colocación sea la adecuada, pueden pasar totalmente inadvertidas debajo de un falso suelo y una alfombra o mueble colocado sobre ellas.
Dentro de la
. Cajas ignífugas
Ilustración 5.4
Las cajas ignífugas están diseñadas para la protección, en caso de incendio, de documentos, soportes informáticos, dinero y todo tipo de objetos de valor. Las empresas suelen disponer de cajas o armarios ignífugos para guardar documentos importantes en papel o datos almacenados en soportes magnéticos u ópticos. Los usuarios de cajas ignífugas en viviendas generalmente guardan en su interior documentos importantes, joyas y objetos de alto valor sentimental.
En muchos casos, las características de las cajas ignífugas hacen que además estas sean resistentes al agua y la humedad, añadiendo así protección extra contra el deterioro de los documentos u objetos custodiados en la misma.
La importancia del peso y el
anclaje
Una de las características más importantes de una caja fuerte es su peso. Un elevado
peso puede suponer la diferencia entre un intento de robo frustrado o la desaparición
de todos nuestros objetos de valor custodiados en la caja.
Además, se ha de tener en cuenta que el peso, como factor de seguridad, se suma
de forma muy relevante, a la propia dificultad del mecanismo de apertura de la caja
fuerte y a un correcto anclaje de la misma. Resulta lógico pensar que si un malhechor
no puede abrir una caja de seguridad en el lugar donde la encuentra, su siguiente
propósito será llevársela consigo para tratar de abrirla más tarde. De este modo, una
caja fuerte con un peso elevado, a partir de unos 80 kg, combinado con un adecuado
anclaje y un buen sistema de cierre, supone un reto prácticamente inexpugnable para
cualquiera que intente apoderarse de los objetos que se guardan en su interior.
En la mayor parte de los casos las cajas de sobreponer pueden anclarse, tanto por
la base como por la parte posterior, al lugar donde vaya a situarse definitivamente.
Normativa reguladora de la
seguridad de los armeros
particulares
Según lo dispuesto en la resolución del 26 de noviembre de 1998, de la Dirección
General de la Guardia Civil, los particulares que dispongan de armas largas rayadas,
utilizadas en la caza mayor, deberán ser guardadas en armeros homologados de grado I.
Las armas cortas, para su uso en campos y galerías de tiro, deberán custodiarse en
armeros homologados de grado III.
El texto de dicha resolución indica que todas aquellas armas que vayan a guardarse en
domicilios particulares deberán ser custodiadas en armeros con un grado mínimo de
seguridad clase I para armas de fuego largas rayadas y todas aquellas pertenecientes
a la categoría 2ª. 2 (Armas y rifles utilizados para la caza mayor, así como los cañones
estriados que puedan adaptarse a escopetas de caza y que dispongan de recámara
para cartuchos metálicos)