Determina que una empresa podrá establecer libremente un criterio de valoración (por ejemplo, de las existencias de mercaderías) dentro de las alternativas que, en su caso, se permitan y, posteriormente, podrá cambiar el criterio, siempre y cuando se alteren los supuestos que motivaron su elección. En tal caso, es optativo reflejar en la memoria las incidencias cuantitativa y cualitativa de la valoración sobre las cuentas anuales.