Naturaleza “viva” requiere ser tomada como un conjunto de elementos interrelacionados. Conlleva la adopción de una perspectiva holística que ya se tenía en el pensamiento occidental. Territorios acotados, adheridos a grandes construcciones, diferenciados como entidades, colecciones conjuntos formados por enlaces, interrelaciones, conexiones, hasta tal punto que no pocas veces han sido concebidos como un solo y gran organismo en el mismo esquema con el que también se ha atribuido carácter de entidad total e incluso personificación de la Naturaleza. El otro aspecto del conjunto desvela múltiples dimensiones, obligadas para una comprensión del todo, conjunción de especies vegetales, técnicas, utensilios, suelos, elementos arquitectónicos, escultura... entorno. Las consecuencias primarias tienen traducción compleja en el mantenimiento y la conservación de este patrimonio. La naturaleza como cultura afirma doblemente la comprensión del patrimonio como conjunto.