Teoría Celular

Los avances recientes en el campo de la [blank_start]citología[blank_end] y la histología, disciplinas que se enfocan en el estudio de las células y los tejidos, respectivamente, son sorprendentes. Estamos frente a un mundo nuevo de terapias y de formas de prevención de enfermedades antes nunca imaginadas.

No solo los seres humanos estamos formados por [blank_start]células[blank_end]: todos los seres vivos lo están, sean árboles, hongos, insectos, estrellas de mar o microorganismos. Una [blank_start]célula[blank_end] realiza todas las funciones de un ser vivo: respirar, [blank_start]crecer[blank_end], reproducirse y morir, así que si entendemos el funcionamiento de una célula, comprenderemos cómo funciona todo organismo.

El pionero en el estudio de las células fue Antón van [blank_start]Leeuwenhoek[blank_end] (1632-1723), un tallador de lentes holandés que construyó su propio microscopio. Este personaje, algo excéntrico pero muy observador, se encerraba en su taller durante horas y observaba todo lo imaginable e inimaginable: agua sucia, cabellos, esperma, sangre, insectos y pestañas, entre otras cosas. De esta forma accedió por primera vez a un mundo hasta entonces desconocido y observó gran cantidad de células de diversos colores y formas.

Leeuwenhoek no fue quien dio su nombre a la célula, ya que unos años antes, en 1665, [blank_start]Robert Hooke[blank_end], al realizar finos cortes de corcho y observar las pequeñas celdillas que lo formaban, utilizó por primera vez este término para referirse a ellas.

Después de los descubrimientos de Leeuwenhoek otros científicos hicieron observaciones y descubrimientos relacionados con las células. Uno de ellos fue [blank_start]Marcello Malpighi[blank_end] (1628-1694), quien estudió los tejidos de plantas, insectos y animales. Así, en 1691 descubrió los vasos capilares del sistema circulatorio. La información que a través de los años se acumuló acerca de las células comenzó a integrarse en el siglo xix, unos 200 años después de su descubrimiento.

En 1831, [blank_start]Robert Brown[blank_end] (1773-1858), mientras estudiaba las hojas de las orquídeas, descubrió que sus células tenían una mancha oscura en el interior, a la que denominó núcleo, ya que intuía que era la parte más importante de la célula.

La teoría celular, uno de los pilares de la biología actual se debió a las aportaciones del botánico Matías Jacob Schleiden (1804-1881) y el zoólogo Theodor [blank_start]Schwann[blank_end] (1810-1882). Ambos trabajaban con células, pero [blank_start]Schleiden[blank_end] estudiaba las que conformaban vegetales mientras Schwann se enfocaba en las que constituían a los animales. Estos dos científicos, al conjuntar su trabajo, plantearon la hipótesis de que todos los seres vivos, plantas y anima-les, estaban formados por células y que estas son la unidad fundamental de la vida.

Todo organismo está formado por una o más células; es decir, que la célula es la unidad [blank_start]anatómica[blank_end] de los seres vivos (unidad de estructura).

La célula es la unidad [blank_start]fisiológica[blank_end] de los seres vivos, lo cual significa que es la unidad más pequeña que tiene las propiedades de la vida (unidad de función).

Toda célula proviene de otra célula [blank_start]preexistente[blank_end]. Este postulado se relaciona con los procesos de reproducción (unidad de origen).

Posteriormente, en 1858, [blank_start]Rudolf Virchow[blank_end] (1821-1902) la complementó con el tercer principio fundamental: Toda célula proviene de otra célula preexistente. Este postulado se relaciona con los procesos de reproducción (unidad de origen).

La [blank_start]teoría[blank_end] celular tiene una gran relevancia porque nos demuestra que todos los seres vivos poseen algo en común: están formados por unidades similares en estructura y función. Es por ello que dicha teoría es uno de los pilares de la biología, que unifica a todos los seres vivos.