La conducta

La conducta es un elemento positivo del delito y por ello solamente podría traducirse en un movimiento corporal para poder producir un resultado.

Solamente el ser humano es capaz de ubicarse en la hipótesis de constituirse como sujeto activo de un delito, por lo tanto, es el único que puede realizar la conducta, excepto si se trata de un animal que puede morder a una persona y producir un resultado, en este caso, el animal será un sujeto activo.

Las formas de manifestación de la conducta solamente pueden ser: Acción y omisión.

La acción consiste en actuar o hacer, lo que implica uno o varios movimientos corporales para cometer el delito.

Para poder concretar la conducta, se requiere de ciertos elementos, como son la voluntad, la acción u omisión, el resultado y el nexo de causalidad.

De las teorías del nexo causal, la más aceptada es la de la adecuación, puesto que consiste en afirmar que la causa del resultado será la más adecuada o idónea para producirlo.

La omisión consiste en dejar de realizar la conducta típica, significa, no hacer nada, dejar de hacer o no hacer.

La comisión por omisión, también es conocida como omisión impropia, se encuentra establecida en el artículo 7o del Código Penal del Estado de Oaxaca.

En la mayoría de los casos como lugar de la conducta se tendrá como el lugar en el que sucedieron los hechos.

El aspecto negativo de la conducta es la ausencia de conducta, y surte sus efecto, cuando se comprueba que la conducta no existió; o que la conducta fue involuntaria, ya que el sujeto activo actuó como un instrumento, autómata, alguien sin voluntad.