Qué sabes del capítulo IV del Manual Legionario

Vivir sin preocupaciones, poniendole trabas a la evangelización.

Ser un sacrificio vivo, consagrado, agradable a Dios, y no conforme a este mundo

Ser relajado y hacer las cosas conforme a este mundo sin imponerme trabajos.

Reflejar en su servicio siquiera algo de tanta generosidad a Aquel que le entregó hasta su último suspiro y la última gota de su sangre,

Excusarse por la falta de organización para no hacer un trabajo legionario arriesgado

Buscar la comodidad en trabajos fáciles de hacer

Establecer contacto personal con los demá, un contacto de amor y simpatía mutua

Saber resistir las pruebas que entraña la verdadera amistad; esto exigirá a menudo alguna mortificación

Radicar en cierta disposición del alma a darse espontánea y totalmente a los demás

Saludar únicamente en los sitios donde se va a hacer el trabajo y después hacer como si no los conociera.

Proceder sin consideración con los que son menos favorecidos

Asegurarse de estar en su jurisdicción para hacer la evangelización, de lo contrario no podrá trabajar por la salvación de las almas.

Proceder con resolución y vigor y, sólo secundariamente, de trazar un determinado programa de actividades.

Ser un perpetuo ¡Adelante!, cerrándose total y obstinadamente a todo desaliento; inconmovible como una roca en momentos de crisis, y constante en todo tiempo.

Amor, dulzura, suavidad, paciencia.

Lealtad, valor, disciplina, resistencia y poder conquistador

Pasividad, conformismo, miedo, sometimiento

A personas las cuales les agrada nuestra compañía y les gusta que las visitemos

Personas que no tienen reparo en manifestar su desagrado, al ser visitadas por aquellos que procuran el bien y combaten el mal

Muchas personas que preferirían alejarse de toda sana influencia.

La resolución de negarse en absoluto a aceptar cualquier derrota

Aceptar la derrota cuando es muy difícil superar los obstaculos

Renunciar a cualquier trabajo que sea exigente.