Calidad del aire
El aire es una mezcla de gases invisibles que rodea la Tierra y que está dividido en capas, que en su conjunto constituyen la Atmósfera. Ésta se encuentra sujeta a la Tierra por la gravedad y, en condiciones libres de contaminantes, posee la siguiente composición: nitrógeno 78%, oxígeno 20.95%, dióxido de carbono 0.03%, vapor de agua variable, otros gases 0.97%
La proporción entre los gases se mantiene gracias a su regeneración mediante procesos cíclicos, como por ejemplo la fotosíntesis.
Si bien no lo podemos ver, oler ni tocar, el aire nos rodea permanentemente y es un elemento indispensable para la vida de los seres humanos, animales y plantas.
En nuestro caso, al respirar, introducimos y sacamos aire de nuestro cuerpo, constantemente. Al llegar a los pulmones, se lleva a cabo el intercambio de parte del oxígeno que entra, con el dióxido de carbono que sale. Esto nos permite vivir y por eso es que el aire que aspiramos debe tener el mayor grado de pureza posible. Pero además de proveernos de oxígeno, el aire cumple otras funciones, como filtrar y amortiguar los rayos nocivos del sol, dispersar la luz y la humedad, auxiliar en el control de cambios extremos de temperatura, desintegrar los meteoritos pequeños y desgastar los grandes, minimizando así sus daños al impactar sobre la Tierra. También, el aire en movimiento, como el viento, sirve como medio de transporte para semillas, polen, sonidos, y como fuente de energía mecánica y eléctrica.