Personajes
Los niños que protagonizan todos estos cuentos tienen varias características en común. La mayoría no tiene nombre, y todos son niños marginados de la sociedad por distintos motivos: defectos físicos, diferencias físicas, enfermedad, rechazo por parte de sus padres u otros o diferencias de clase social. Estos niños pasan por diversos estados de ánimo dentro de un mismo relato, y todos ellos comparten la soledad, la angustia, la tristeza, la falta de cariño, la burla, la infelicidad, el acoso, etc. Algunos de estos niños sucumben a los más fuertes o son superados por sus sentimientos (rencor, odio, venganza, envidia). Son niños con claros conflictos internos, incomprendidos por sus padres y por el mundo. A menudo estos niños, para cobijarse de su dura realidad o para consolarse, crean mundos imaginarios y fantásticos, llenos de animales, colores y naturaleza.
Las figuras paternas y maternas se presentan como personajes recios, fríos y prácticos, que no se ocupan de sus hijos ni les dan el cariño o credibilidad que necesitan. Las figuras paternas especialmente, son autoritarias y se implican aún menos en la vida del niño que la figura materna. La única figura materna que muestra algo de cariño por su hijo es la de la lavandera.
Es evidente que la autora quiere que el lector empatice con todos estos niños.
Los animales y la naturaleza cuentan con gran protagonismo en casi todos los relatos. A veces son los salvadores de los niños, y otras pocas veces los causantes de alguno de sus males, como por ejemplo en el relato de "el negrito de ojos azules", en el que es un gato quién arranca los ojos al niño.