Es una técnica que consiste en observar atentamente el fenómeno, hecho o caso, tomar información y registrarla para su posterior análisis. La observación es un elemento fundamental de todo proceso investigativo; en ella se apoya el investigador para obtener el mayor número de datos.
Especificar los límites generales dentro de los que se sitúan acontecimientos observados. Permite recoger información a través del tiempo y en muchos momentos diferentes.
Decisiones: la duración de las observaciones, su secuenciación y la distribución a lo largo del tiempo.