El camblo gestado a raíz del movimiento armado de 1910, también quedó registrado en las placas de audaces fotógrafos. Muchos de ellos eran fotógrafos de gabinete, otros provenían del fotoperiodismo y los menos se formaron al fragor de los disparos, pero sin duda todos ellos contribuyeron a la creación de una nueva iconografía. Ante esa nueva realidad, nuevos temas se impus leron con modernos tratam lentos y diferentes estilos; ello es posible constatarlo en el material legado por Agustín Víctor Casasola, quien reunió las placas de fotógrafos Nacionales y extranjeros: un ampllo e invaluable archivo que tuvo como condición original el servir de agencia gráfica informativa a diversos periódicos y revistas desde el año de 1911.Es con esas imágenes de atractivos revolucionarlos, envalentonadas”adelitas" y decididos”juanes", con lo que se inicia una transformación fotográfica que rendirá sus frutos en el periodo posrevolucionarlo. los años veinte, con su encanto, con su contraste soci al, con la promesa de un nuevo régimen que p lanteaba cambios en el aspecto social, político, económico y cultural, atrajeron a dos fotógrafos extranjeros: el estadounidense Edward Weston y su acompañante la italiana Tina Modotti, quienes llegaron con una visión totalmente vanguardista de la fotografía, concibiéndo la como arte con un sentido estético propiamente fotográfico y lejos de los cánones pictóricos.Esta nueva vertiente sacudió las viejas conciencias y generó nuevos fotoartistas como los reconocidos Manuel Álvarez Bravo y Lola Álvarez Bravo, entre otros. En el gremlo de los reporteros gráficos también la re alidad social y cultural impuso una nueva forma de capturar la noticia, y por ende procuraron mejorar tanto su calidad gráfica como su estilo de trabajo. Para los años treinta y cuarenta el fotoperlodismo fue el género que más auge tuvo, ya que era la época de oro de las revistas ilustradas. Las imágenes creadas contenían elementos de un gran sentido del humor, eran críticas y mordaces, procuraban las más audaces noticias y contenían composiclones, ángulos de toma y elementos estéticos muy novedosos. En esos años trabajaron para diversos Diarios y revistas los miembros de la familia Casasola -los hijos y sobrinos-, así como Enrique Díaz Reyna, Enrique Delgado, Luis Zendejas y Manuel García, entre muchos otros, quienes le dieron renovada actividad al fotoperlodismo. En los años cincuenta se empezaron a hacer más rígidas las imágenes fotoperlodísticas, su discurso se oficializó y compartió con el régimen sus simpatías.