Un medicamento es uno o más fármacos, integrados en una forma farmacéutica, presentado para expendio y uso industrial o clínico, y destinado para su utilización en las personas o en los animales, dotado de propiedades que permitan el mejor efecto farmacológico de sus componentes con el fin de prevenir, aliviar o mejorar el estado de salud.
Las vías de administración difieren de acuerdo a la forma farmacéutica de que se
trate (comprimidos, jarabes, gotas, pomadas, ungüentos, óvulos, supositorios,
parches), pues cada una de ellas tiene sus particularidades.
Aunque moderadas y relativamente poco frecuentes, las interacciones que se
producen al consumir simultáneamente medicamentos de venta libre y otras
especialidades medicinales (generalmente bajo receta) pueden ocasionar resultados
no deseados o disminuir la efectividad de los tratamientos en curso. También
pueden generarse interacciones con determinados alimentos o bebidas, como así
también con algunas enfermedades (diabetes, hipertensión arterial o problemas
renales).
• Controle sus medicamentos al menos una vez al año.
• Los medicamentos deben conservarse en sus envases de origen. • No mezcle medicamentos en un mismo envase.
• Guarde los medicamentos en lugares secos, a una temperatura de
entre 15 y 30ºC y donde no reciban luz directa. Nunca los guarde en
el baño, ya que los cambios de temperatura y humedad pueden
afectarlos. Algunos requieren de frío para su conservación. Éstos
deben ser guardados en la heladera, a una temperatura entre 2 y
8ºC.
• Nunca guarde medicamentos en el freezer, pues sus condiciones
pueden alterarse definitivamente. • Cuando compre un medicamento, esté siempre alerta y vigile las
condiciones del envase