La función de relación nos permite percibir
información de nuestro cuerpo, tanto del
interior como del exterior, para analizarla y
elaborar una respuesta adecuada.
Obtenemos información del ambiente que
nos rodea mediante los órganos de los
sentidos; estos actúan como receptores de
estímulos externos, (una luz, un sonido o un
sabor).
El sistema nervioso central está compuesto por el cerebro y la médula espinal. El sistema nervioso periférico está compuesto por todos los nervios que se ramifican desde la médula espinal y se extienden a todas las partes del cuerpo.
La función del nervio óptico es la de transportar las imágenes recibidas por el sistema visual, transformadas en impulsos nerviosos, hasta el cerebro, donde serán procesadas.
Las meninges actúan como barrera selectiva: Ataque químico: impide, a modo de filtro, la entrada de sustancias y micropartículas perjudiciales para nuestro sistema nervioso, lo que nos protege de infecciones como la encefalitis o la meningitis y del daño neurológico generado por algunas sustancias.