TEST FILOSOFÍA DEL SIGLO XIX - III

Relacione correctamente: I. Superhombre a. Instinto de dominio sobre la tierra II. Voluntad de poder b. Espíritu libre y amante de la vida III. Dios ha muerto c. Fin de los valores tradicionales

Respecto a la teoría de Nietzsche, indique la secuencia correcta, en tanto verdad y falsedad: I. El superhombre no tiene valores ni moral II. La idea de progreso es un mito III. El superhombre es la enfermedad del mundo IV. La moral del siervo la poseen los instintos viriles e irracionales V. El superhombre es el que transmuta los valores de la cultura occidental

“Anhelo que este momento bello se conserve eternamente entre nosotros pues es verdadero”, le dijo Lou a Federico a lo cual éste de modo decepcionado contestó: “lo que consideras “eterno” o “bello” o “verdadero” son solo valores inventados por nuestra especie, minúsculo ser vivo en el orbe del universo; solo es invención y fábula, error y mentira, que hemos creado para soportar la vida”. Esta crítica a la “eternidad”, “belleza” y “verdad”, por parte de Federico, se basan en la tesis de ________________ denominada_________________

El combate contra Platón o, para hablar en términos más comprensibles y accesibles al «pueblo», el combate contra la opresión milenaria de la Iglesia cristiana –pues el cristianismo es un platonismo para el «pueblo»– ha producido en Europa una magnífica tensión del espíritu, como nunca se había visto todavía sobre la tierra; con un arco tan exigentemente tenso se pueden ahora apuntar los blancos más distantes Nietzsche, Más allá del bien y del mal. ¿Por qué Nietzsche compara el cristianismo con el platonismo?

En otro tiempo se tomaba la variación, el cambio, el devenir en general, como una prueba de la apariencia, como indicio de que allí debía haber algo que inducía a error. Hoy, por el contrario, vemos exactamente tan lejos como el prejuicio de la razón nos obliga, la unidad, la identidad, la duración, la sustancia, la causa, la materialidad, el ser, y en cierto modo nos inserta en el error, nos hace necesario el error; porque, a base de una verificación rigurosa, estamos en nuestro interior seguros de que aquí está el error. Nietzsche, El ocaso de los ídolos Según el breve texto, ¿cuál es el error al que nos conduce la razón según Nietzsche?

Respecto a Nietzsche, indique la secuencia correcta en tanto verdad o falsedad: I. Lo apolíneo es racional, mesurado e instintivo II. El que posee la moral del señor ha transmutado sus valores III. El superhombre posee el espíritu dionisiaco IV. La muerte de Dios divide la historia es un antes y después V. La religión es decadente, pero nos permite comportarnos como seres humanos

Lucía comenta: “Me encantaría estudiar ciencia en la Universidad pues tengo sed de conocimiento y sobre todo deseo conocer cuanto antes la verdad”. Al escuchar esto, Federico le replica: “Ingenua amiga, lo que tu llamas ‘verdad’ no es más que una ilusión entre otras ilusiones aprendidas desde antiguo y que solo son prejuicios”. La opinión de Federico coincide con la tesis de Nietzsche denominada:

Micaela comenta “Estoy cansada de que en este mundo no exista nada bello, nada hermoso, nada verdadero o nada auténticamente bueno. El mundo verdadero, bello y realmente bondadoso debe ser de otro orden, debe existir en otra realidad.! ¡Qué hermoso seria abandonar este mundo y vivir en este mundo ideal y perfecto!”. Miguel, al oír esto, criticó esta postura y argumentó: “Estimada amiga, no huyas de la vida y no te refugies en paraísos artificiales ultraterrenales. Aprende a amar la vida, acéptala como es, ama el ahora, el presente, lo actual, vive cada instante sin imaginar otro momento y menos otro que esté en un más allá”. La opinión de Miguel coincide con la tesis de Nietzsche denominada:

Hortensio comenta: “Realmente, mi intención es ayudar a las personas y practicar el altruismo, la solidaridad, la compasión y la bondad todo el tiempo posible con mi prójimo. Tú deberías hacerlo lo mismo, Miguel”. Pero éste inmediatamente le contestó: “Lo que tú llamas compasión, bondad o altruismo no es sino instinto de superioridad”. Hortensio, sorprendido, le cuestionó: “¿Cómo? Yo no quiero ser superior sino ayudar”. Miguel le contraargumento: “En ti late un instinto de superioridad pues consideras que eres mejor que los demás al ser solidario y compasivo. Tu conducta de santidad te hace creer que estás en una posición por encima de las demás. Acéptalo: late en ti un instinto o deseo de poder Desenmascárarte” La opinión de Miguel considera que Hortensio en el fondo practica la tesis de Nietzsche denominada:

Para Nietzsche, existe en el hombre la posibilidad de la voluntad de poder, es decir, la capacidad de ir más allá de uno mismo por medio de la creación y el júbilo que a veces destruye para inventar luego mejor. La voluntad de poder caracteriza al gran artista que no se encuentra bajo el patronato del dios Apolo, razonador y amante de la armonía clásica, sino más bien bajo el de Dionisos, propicio al arrebato inspirado y al desorden orgiástico, que todo lo trastoca y se arriesga a los máximos peligros espirituales. El ser humano proviene de la evolución de formas inferiores, bestiales, como nos ha demostrado Darwin, pero no es el final del camino: más allá está el superhombre, capaz de vivir gozoso sin creer en recompensas ultramundanas y también de soportar su soledad de individuo creador que no precisa del apoyo estupefaciente del rebaño social. El superhombre acepta el eterno retorno de cada momento, es decir, acepta que todo pasa y vuelve de modo infinito pero siempre merece ser asumido con un eterno «¡Sí!» que nunca traiciona la fidelidad al gozo terrestre de la vida. Todo el pensamiento de Nietzsche, paradójico y casi siempre provocativo (con ironía dijo de sí mismo: «Yo no soy un hombre, soy dinamita»), está expuesto en obras de alto rango literario compuestas en forma de aforismos y breves textos de enorme poder sugestivo, nunca como tratados o estudios académicos. Su libro más célebre y el mejor compendio de su pensamiento, Así habló Zaratustra, es una especie de poema didáctico que remeda a la Biblia y también a obras religiosas orientales. Fernando Savater, Historia de la Filosofía si temor ni temblor. Según el texto, la voluntad de poder en Nietzsche se refiere a

A partir del texto: Si no existiera la posibilidad de ser superhombre, entonces se deducirá lo siguiente:

Si no existiera en nosotros esta voluntad de poder, a partir del texto, entonces:

¿No habéis oído hablar de ese hombre loco, que, en pleno día, encendía una linterna y echaba a correr por la plaza pública, gritando sin cesar: «Busco a Dios, busco a Dios»? Como allí había muchos que no creían en Dios, su grito provocó la hilaridad. –Qué, ¿se ha perdido Dios?, decía uno. ¿Se ha perdido como un niño pequeño?, preguntaba otro. –¿O es que está escondido? ¿Tiene miedo de nosotros? ¿Se ha embarcado? ¿Ha emigrado? Así gritaban y reían en confusión. El loco se precipitó en medio de ellos y los traspasó con su mirada. –¿Dónde se ha ido Dios? Yo os lo voy a decir, les gritó. ¡Nosotros le hemos matado, vosotros y yo! ¡Todos nosotros somos sus asesinos! Pero ¿cómo hemos podido obrar así? ¿Cómo hemos podido variar el mar? ¿Quién nos ha dado la esponja para borrar el horizonte? ¿Todavía hay un arriba y un abajo? ¿No erramos como a través de una nada infinita? El vacío ¿no nos persigue con su hálito? ¿No veis oscurecer, cada vez más, cada vez más? ¿No es necesario encender linternas en pleno mediodía? ¿No oímos todavía el ruido de los sepultureros, que entierran a Dios? ¿Nada olfateamos aún de la descomposición divina? ¡También los dioses se descomponen! ¡Dios ha muerto! ¡Y somos nosotros quienes le hemos dado muerte! ¿Cómo nos consolaremos, nosotros, asesinos entre los asesinos? Lo que el mundo poseía de más sagrado y más poderoso ha perdido su sangre bajo nuestro cuchillo. ¿Quién borrará de nosotros esa sangre? ¿Con qué agua podremos purificarnos? ¿La grandeza de este acto no es demasiado grande para nosotros? ¿No estamos forzados a convertirnos en dioses, al menos para parecer dignos de los dioses? No hubo en el mundo acto más grandioso y las generaciones futuras pertenecerán, por virtud de esta acción, a una historia más elevada de lo que fue hasta el presente toda la historia Nietzsche, Gaya Ciencia Según el texto, ¿por qué Dios no existe más en el horizonte del pensamiento de los humanos?

¿No habéis oído hablar de ese hombre loco, que, en pleno día, encendía una linterna y echaba a correr por la plaza pública, gritando sin cesar: «Busco a Dios, busco a Dios»? Como allí había muchos que no creían en Dios, su grito provocó la hilaridad. –Qué, ¿se ha perdido Dios?, decía uno. ¿Se ha perdido como un niño pequeño?, preguntaba otro. –¿O es que está escondido? ¿Tiene miedo de nosotros? ¿Se ha embarcado? ¿Ha emigrado? Así gritaban y reían en confusión. El loco se precipitó en medio de ellos y los traspasó con su mirada. –¿Dónde se ha ido Dios? Yo os lo voy a decir, les gritó. ¡Nosotros le hemos matado, vosotros y yo! ¡Todos nosotros somos sus asesinos! Pero ¿cómo hemos podido obrar así? ¿Cómo hemos podido variar el mar? ¿Quién nos ha dado la esponja para borrar el horizonte? ¿Todavía hay un arriba y un abajo? ¿No erramos como a través de una nada infinita? El vacío ¿no nos persigue con su hálito? ¿No veis oscurecer, cada vez más, cada vez más? ¿No es necesario encender linternas en pleno mediodía? ¿No oímos todavía el ruido de los sepultureros, que entierran a Dios? ¿Nada olfateamos aún de la descomposición divina? ¡También los dioses se descomponen! ¡Dios ha muerto! ¡Y somos nosotros quienes le hemos dado muerte! ¿Cómo nos consolaremos, nosotros, asesinos entre los asesinos? Lo que el mundo poseía de más sagrado y más poderoso ha perdido su sangre bajo nuestro cuchillo. ¿Quién borrará de nosotros esa sangre? ¿Con qué agua podremos purificarnos? ¿La grandeza de este acto no es demasiado grande para nosotros? ¿No estamos forzados a convertirnos en dioses, al menos para parecer dignos de los dioses? No hubo en el mundo acto más grandioso y las generaciones futuras pertenecerán, por virtud de esta acción, a una historia más elevada de lo que fue hasta el presente toda la historia Nietzsche, Gaya Ciencia A partir del texto: Si Dios no hubiese muerto, entonces:

La expresión del texto: “¿No erramos como a través de una nada infinita? El vacío ¿no nos persigue con su hálito?” se refiere a: