Aun cuando no tenia permitido estar en los anchos pasillos a esas horas de la noche, ella no malgastaria una de las pocas oportunidades que tenia para ver al hijo del Sr. Pushkin. aquel joven tan apuesto que la mayoria de princesas queria a su lado, por supuesto que el fisico no era su unico deleite, sino tambien el hecho de ser un completo caballero en todo momento, él tenia un encanto unico y especial que lo acompañaba a todas partes, y eso todo el mundo lo sabia.
Claro que ella, la hija del Sr. Menshikov, tampoco se quedaba atras, no son contadas las veces que le pidieron matrimonio a tan hermosa señorita, en cada evento llevado a cabo en su morada no faltaban los halagos