UF 1 TEMA 1 ¿Que son las habilidades sociales?

1.1 Las Habilidades Sociales

Las habilidades sociales son el conjunto de destrezas y aptitudes de que disponemos y que ponemos en práctica para relacionarnos con los demás. Aunque a menudo utilicemos los conceptos de habilidades sociales y competencia social como sinónimos, estrictamente hablando la competencia sería la aptitud para comportarse de una manera adecuada, y la habilidad, la manifestación de esta competencia.  

1.1.1. El alcance de las habilidades sociales

El alcance de las HHSS condicionará el bienestar emocional y la autoestima de la persona, y en gran medida, afectará a su felicidad. Las personas con déficit en esta faceta mostrarán cierto temor en sus relaciones sociales y vivirán con gran estrés aquellas situaciones que supongan el contacto con personas nuevas o la incorporación a nuevos grupos. Las HHSS son clave en todos aquellos sectores en los que se trabaja con personas, como son los ámbitos de la educación, la asistencia e integración social, la animación sociocultural o la sanidad. - Educación y habilidades sociales. Las HHSS serán el recurso más potente en manos de educadoras y educadores para desempeñar su trabajo con eficacia y satisfacción. - Integración y habilidades sociales. Es frecuente intervenir con personas con un déficit de HHSS, el o la profesional han de disponer de un excelente dominio del amplio repertorio de HHSS.

1.1.2.- ¿Las habilidades sociales se tienen o se adquieren?

Hay personas que por naturaleza y por sus experiencias disponen de un don especial para las relaciones humanas, también hay que saber que las HHSS son destrezas que se pueden entrenar y aprender, con resultados satisfactorios.

1.1.3.- Componentes de las habilidades sociales.

Hay tres dimensiones de las HHSS: - El pensamiento o interpretación que cada persona hace de un acontecimiento desde su propia perspectiva. - Las emociones o sentimientos que recibimos ante un estímulo y que generan respuesta. - La acción o comportamiento que se adopta a partir de lo que se piensa y lo que se siente. Estas tres dimensiones son interdependientes (el pensamiento influye en las emociones y en la acción, además las emociones influyen en el pensamiento y en la acción).   Partiendo de lo anterior, la composición de los diferentes elementos que forman las HHSS, son: - Componentes conductuales o de acción. - Componenetes emocionales. - Componentes cognitivos o de pensamiento. - La personalidad, es la integración de los otros tres componentes.

1.2.- Componentes conductuales.

Entendemos la conducta como la manera particular que tiene una persona de comportarse, actuar o dar una respuesta en una situación determinada. La conducta es producto de la interacción de dos factores: internos (personalidad, inteligencia, etc), y otros externos (momento en que se encuentra el individuo, etc). Los componentes conductuales de las HHSS más destacados están relacionados con la competencia comunicativa de la persona y el tipo de conducta predominante que muestra. Conviene referirse a ciertas reacciones fisiológicas que se pueden activar en ciertas situaciones de interacción social.

1.2.1.- La comunicación y la competencia comunicativa

Podemos definir la comunicación como el acto de poner en común o compartir con otra u otras personas mensajes, ideas, sentimientos o cualquier otro tipo de información. - Elementos del proceso comunicativo. Son los siguientes: emisor, receptor, mensaje, código y canal. Toda comunicación tiene lugar en un contexto determinado. - El feedback completa la comunicación. Para que la comunicación se complete es necesario que este mensaje no deje indiferente a la persona receptora, sino que la predisponga a una respuesta. Estaremos hablando del feedback o retroalimentación entendiendo como tal la comunicación en dos direcciones o, dicho de otra manera, la información que le llega de regreso al emisor. Si no se diera la retroalimentación, la comunicación no se establecería plenamente y solo se quedaría a nivel unilateral. - Comunicación verbal y no verbal. Nos comunicamos por varios canales. Los mensajes emitidos a través de palabras y frases, es decir, la comunicación verbal. Mientras que las acciones (gestos, posturas, etc.) se conoce como comunicación no verbal.

1.2.2.- Tipos de conducta. Asertividad.

La asertividad es "la conducta que permite a una persona actuar con base a sus intereses más importantes, defenderse sin ansiedad, expresar cómodamente sentimientos honestos o ejercer los derechos personales, sin negar los derechos de los otros". El mensaje asertivo responde a estas formulaciones: "esto es lo que yo pienso", "esto es lo que yo siento", "así es como veo la situación", etc. Existen otros tipos de conducta o formas de relacionarse, no asertivas que son: - La conducta pasiva. La muestran personas tímidas o con poca seguridad en sí mismas, son personas que no saben decir No. - La conducta agresiva. Va de la mano del atropello y violación de los derechos de otras personas.

1.2.3.- Reacciones fisiológicas.

Las personas activamos de manera inconsciente unas reacciones fisiológicas que denotan la falta de HHSS: aparición de sonrojo, temblores, sudoración, aceleración corazón, etc.

Son aquellos elementos relacionados con las emociones y que tienen que ver con el complejo mundo de los sentimientos, los afectos, el estado de ánimo, la confianza, etc.

1.3.- Componentes emocionales

1.3.1.- Las emociones

La emoción se puede definir como una reacción psicofisiológica involuntaria, ante estímulos reales o imaginarios, que desencadena conductas de reacción automática. Por lo tanto es un impulso que nos induce a la acción y que se manifiesta externamente con una respuesta automática (sobresalto, sonrojo, risa, etc.).  - Tipos de emociones. Podemos identificar las siguientes emociones:          - Emociones básicas: La alegría, la ira, la tristeza, el miedo, la aversión y la sorpresa.          - Con los años aumentará la complejidad y aparecerá una mayor diversidad emocional: el orgullo, la culpabilidad, la vergüenza, la satisfacción,          el desprecio, la envidia, etc.

- Estímulos y respuesta emocional. Los estímulos pueden ser externos o internos.       - Estímulos externos. Son los que provienen del ambiente o del mundo exterior, a los cuales se reacciona con miedo, alegría o ira.       - Estímulos internos. Son aquellos que se producen en el plano cognitivo, cuando se imagina alguna situación agradable o desagradable. Los procesos cognitivos serán los que determinarán las emociones en función de lo que cada estímulo signifique para cada persona o de lo que esta crea que significa. En este sentido, puede decirse que la respuesta a un estímulo y la intensidad de esta son subjetivas. - El control emocional. Las emociones no se pueden controlar. En cambio, lo que sí se puede controlas es la manifestación externa de estas emociones. La educación, los conocimientos y la inteligencia emocional nos ayudarán a delimitar nuestras acciones y regular nuestra conducta. A menudo el componente socioemocional queda en segundo plano de la atención integral que toda persona requiere. Un ejemplo  lo encontramos en la prioridad que se sigue dando a los resultados intelectuales en la evaluación escolar.

1.3.2.- La inteligencia emocional.

La inteligencia emocional se define como la capacidad de reconocer y manejar adecuadamente las propias emociones y las ajenas. Está relacionada con la capacidad de percibir las emociones, de entender y asimilar los sentimientos a través de la información que estas emociones nos producen, y de manejarlas y utilizarlas. Y estos procesos integran tanto la inteligecia intrapersonal (sobre la propia persona)  como la interpersonal (sobre las demás). Algunas de las características que muestran las personas emocionalmente inteligentes:    - Poseen suficiente grado de autoestima.    - Son personas positivas que saben dar y recibir.    - Tienen empatía y son asertivas.    - Muestran altos niveles de motivación, ilusión e interés.    -  Tienen valores alternativos.    - Tienen una mayor capacidad para superar las dificultades y las frustraciones.    - Suelen encontrar el equilibrio entre exigencia y tolerancia.

1.3.3.- La competencia emocional.

La competencia emocional supone la capacidad y habilidad para desarrollar la inteligencia emocional y aplicarla.   R. Bisquerra establece un modelo de cinco habilidades o competencias emocionales: - Conciencia emocional. Capacidad para tomar conciencia de las propias emociones y de las emociones de los demás. - Regulación emocional. Es la capacidad para manejar las emociones de forma apropiada. - Autonomía emocional. Incluye un conjunto de características y elementos relacionados con la autogestión personal, entre las que se encuentran la actitud positiva ante la vida, la capacidad para analizar críticamente las normas sociales, la capacidad para buscar ayuda y recursos, la autoeficiencia emocional, etc. - Competencia emocional. Es la capacidad para mantener buenas relaciones con otras personas. - Competencias para la vida y el bienestar. Capacidad para adoptar comportamientos apropiados y responsables para afrontar satisfactoriamente los desafíos diarios de la vida, etc. Disponer de un buen nivel de competencia emocional es un factor de protección de riesgo social, pues contribuye a reducir las posibilidades de que una persona caiga en situaciones de delincuencia, drogadicción, vandalismo, aislamiento, etc.

1.3.4.- La empatía.

La empatía se entiende como una actitud o capacidad de una persona para ponerse en el lugar de otra o, dicho de otra manera, para ver el mundo como la otra lo está viendo.

1.4.- Componentes cognitivos.

Nos referimos a los procesos mentales de las personas y a la forma en que intervienen en el desarrollo de las HHSS.

1.4.1.- La capacidad cognitiva.

La teoría que mejor explica la influencia de los aspectos cognitivos en el aprendizaje de las HHSS es la teoría del aprendizaje social de Walter Mischel. Según esta teoría, existen diferentes variables o componentes cognitivos de las HHSS, que se organizan en dos grupos:    - Variables relacionadas con la potencialidad de la conducta, es decir, a las conductas que la persona es capaz de mostrar (lo que puede hacer).    - Variables relacionadas con la ejecución de la conducta. Incluye todas las variables que intervienen en la concreción de la conducta que finalmente    la persona ejecuta (lo que hace).

1.4.2.- Habilidades cognitivas.

Las habilidades cognitivas son las facultades que se ponen en funcionamiento para analizar y comprender la información recibida. Se han identificado cinco maneras o capacidades de pensar: - El pensamiento causal. Es la capacidad que tiene una persona para determinar el origen o la causa de un problema. - El pensamiento alternativo. Es la capacidad de generar diferentes soluciones o salidas a un mismo problema. - El pensamiento consecuencial. Consiste en prever las consecuencias de las decisiones que se plantean. - El pensamiento de perspectiva. Promueve la capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona. - El pensamiento medio-fin. Consiste en fijarse unos objetivos y encontrar los medios para lograrlos.

1.4.3.- Las distorsiones cognitivas.

Las distorsiones cognitivas o pensamientos irracionales son esquemas equivocados a la hora de interpretar los hechos, que dan lugar a una visión simplista o negativa, que influye en el comportamiento de la persona. Existe una gran variedad de distorsiones cognitivas, algunos ejemplos son: - Inferencia arbitraria. Extraer conclusiones de situaciones que no están respaldadas por la experiencia. - Abstracción selectiva. Seleccionar solo los detalles negativos de una situación e ignorar el resto. - Interpretación del pensamiento. Se refiere a la tendencia a interpretar sin base alguna los sentimientos e intenciones de los demás. - Sobregeneralización. Consiste en extraer conclusiones generales a partir de un hecho aislado que, además, no tiene relación directa con aquellas. - Personalización. Consiste en atribuirse la culpa, sin evidencia, de ciertos acontecimientos. - Pensamiento del todo o nada. Radica en considerar como fracaso cualquier logro que no responda a las expectativas máximas previstas. - Descalificación de los positivo. Se refiere a quitar importancia a los aspectos positivos y buscar la lectura negativa.   Estas distorsiones llevan a la persona a una percepción inadecuada de ella misma, de las demás y, en general, de todo lo que le rodea, dando lugar a un sufrimiento emocional excesivo que genera problemas de autoestima, aislamiento, ansiedad, depresión, etc.

1.5.- La personalidad.

La personalidad es un conjunto de rasgos psicológicos, emocionales y conductuales que definen globalmente a una persona y que se mantienen más o menos estables a lo largo de su vida. Se considera que la personalidad es producto de la herencia y del medio ambiente.

1.5.1.- Autoconcepto y autoestima.

Un aspecto determinante de la personalidad es la percepción que la persona tiene de sí misma, es decir, su autoconcepto. La valoración de este autoconcepto es la autoestima, y esta va a ser muy importante en el desarrollo de las HHSS y en el futuro de cualquier persona. Se establecen dos actitudes que caracterizan la autoestima de una persona: - La eficacia personal. Hace referencia a la confianza en la propia capacidad de pensar y de enfrentarse a los desafíos básicos de la vida. - El respeto hacia sí misma, como actitud positiva hacia el derecho de vivir y ser feliz

1.5.2.- Mecanismos de defensa de la personalidad.

Los mecanismos de defensa de la personalidad actúan como una estrategia de seguridad que la persona acciona, para minimizar las consecuencias de acontecimientos o pensamientos que pueden amenazar sus defensas psicológicas. Podemos diferenciar entre mecanismos de adaptación, de evitación y de distorsión de la realidad.   - Mecanismos de adaptación. Busca estrategias adaptativas ante los acontecimientos estresantes.    - Afiliación. La persona busca ayuda y apoyo en los demás.    - Altruismo. Consiste en enfrentarse a conflictos emocionales dedicándose a satisfacer las necesidades de los demás.    - Anticipación. Consiste en prever las consecuencias de ciertas amenazas y anticipar soluciones alternativas.    - Sublimación. Las persona canaliza sentimientos hacia comportamientos socialmente aceptables.    - Sentido del humor. Se basa en afrontar la situación haciendo hincapié en los aspectos divertidos de las situaciones estresantes    - Supresión. Consiste en evitar intencionadamente pensar en los problemas o sentimientos que producen malestar.   - Mecanismos de evitación. Las situaciones estresantes se afrontan desde la inhibición de la situación, evitándolas para que no causen malestar. Algunos son:    - Negación. Consiste en negarse a reconocer el problema.    - Proyección. Atribuye erróneamente a los demás sentimientos inaceptables.    - Racionalización. Consiste en buscar explicaciones tranquilizadoras pero encubiertas para esconder la realidad.    - Desatención relativa.  Se basa en borrar de la experiencia aquellos elementos que pueden resultar inquietantes si se llegara a tomar conciencia    de ellos.   - Mecanismos de distorsión de la realidad. Consisten en distorsionar la realidad para adecuarla a una situación tolerable.    - Idealización. Consiste en atribuir cualidades exageradamente positivas a los demás.    - Devaluación. Consiste en atribuir cualidades exageradamente negativas a los demás.    - Omnipotencia. La persona actúa ante el conflicto como si fuera superior a los demás.    - Fantasía.La persona se enfrenta a la situación estresante mediante la creación de fantasías que sustituyen la resolución del conflicto.

Bibliografía

Silvia Castillo Cuesta y otros (2016). Habilidades Sociales. Barcelona. Editorial Altamar.