Created by María Claudia Araiza
about 7 years ago
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La anorexia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria que se caracteriza por una restricción de la ingesta alimentaria, lo que da lugar a una considerable pérdida de peso que se mantiene por debajo del mínimo esperable para la edad, sexo o el desarrollo evolutivo de cada paciente, hasta llegar en ocasiones a un estado de grave desnutrición. Esta pérdida de peso está originada por la propia paciente, a través de una disminución de la ingesta de alimentos que se acompaña frecuentemente de conductas encaminadas a perder peso: autoprovocación del vómito, uso o abuso de laxantes y diuréticos o la práctica de ejercicio físico intenso. La mayoría de las veces se tratan en consultas externas, aunque en algunos casos más graves es necesaria la hospitalización para realimentación o estabilización de problemas médicos (desnutrición, deshidratación).
Los signos y síntomas físicos de la anorexia nerviosa están relacionados con la inanición, pero el trastorno también incluye problemas emocionales y del comportamiento relacionados con una percepción irreal del peso corporal y un miedo extremadamente fuerte a aumentar de peso o ser gordo. Síntomas físicos Los signos y síntomas físicos de la anorexia pueden ser los siguientes: Pérdida de peso excesiva Aspecto delgado Hemograma anormal Fatiga Insomnio Mareos o desmayos Coloración azulada en los dedos de la mano Cabello fino o quebradizo o pérdida de cabello Bello suave tipo pelusa que cubre el cuerpo Ausencia de menstruación Estreñimiento Piel seca o amarillenta Intolerancia al frío Ritmo cardíaco irregular Presión arterial baja Deshidratación Osteoporosis Hinchazón de los brazos o las piernas Síntomas emocionales o conductuales Los síntomas conductuales de la anorexia pueden incluir intentos de perder peso de las siguientes maneras: Restringir estrictamente la ingesta de alimentos mediante dietas o ayuno y, posiblemente, ejercitarse en exceso Darse atracones y provocarse el vómito para eliminar los alimentos y, posiblemente, uso de laxantes, enemas, suplementos dietéticos o productos a base de hierbas Otros signos y síntomas emocionales y conductuales relacionados con la anorexia pueden ser los siguientes: Preocupación por los alimentos Rehusarse a comer Negación del hambre Miedo a aumentar de peso Mentir sobre la cantidad de comida que se ingirió Estado de ánimo indiferente (falta de emociones) Retraimiento social Irritabilidad Disminución del interés en las relaciones sexuales Estado de ánimo deprimido Pensamientos de suicidio
Se desconoce la causa exacta de la anorexia nerviosa. Al igual que con muchas enfermedades, probablemente sea una combinación de factores biológicos, psicológicos y del entorno. Factores biológicos. Si bien aún no está claro qué genes están involucrados, podría haber cambios genéticos que hacen que algunas personas sean más propensas a presentar anorexia. Algunas personas pueden tener una tendencia genética al perfeccionismo, sensibilidad y perseverancia: características vinculadas a la anorexia. Factores psicológicos. Algunas características emocionales pueden contribuir a la anorexia. Las mujeres jóvenes pueden tener rasgos de personalidad obsesiva compulsiva que les facilitan seguir dietas estrictas y privarse de comer aunque tengan hambre. Es posible que tengan una tendencia extrema al perfeccionismo, lo que hace que piensen que nunca están lo suficientemente delgados. Pueden tener niveles altos de ansiedad y restringir su alimentación para reducirla. Factores del entorno. La cultura occidental moderna resalta la delgadez. El éxito y la valoración suelen estar equiparados con la delgadez. La presión de los pares puede ayudar a fomentar el deseo de estar delgado, especialmente en las mujeres jóvenes.
Algunos factores de riesgo aumentan el riesgo de padecer anorexia nerviosa, por ejemplo: Ser mujer. La anorexia es más frecuente en niñas y mujeres. Sin embargo, los niños y hombres presentan trastornos de la alimentación cada vez con mayor frecuencia, quizá debido al aumento de las presiones sociales. Juventud. La anorexia es más frecuente en adolescentes. De todas maneras, este trastorno de la alimentación puede presentarse en personas de cualquier edad, si bien es poco frecuente en mayores de 40. Los adolescentes pueden ser más vulnerables debido a todos los cambios corporales que atraviesan en la pubertad. También es posible que enfrenten mayor presión de los pares y que sean más sensibles a las críticas o incluso a comentarios casuales sobre el peso o la figura. Genética. Es posible que los cambios en determinados genes hagan que algunas personas sean más propensas a la anorexia. Antecedentes familiares. Las personas con familiares directos (hermanos, padres o hijos) que tuvieron la enfermedad tienen un riesgo mucho más alto de padecer anorexia. Variaciones en el peso. Cuando las personas varían de peso, adrede o sin querer, puede que esos cambios se vean reforzados por los comentarios positivos de los demás por haber perdido peso o los comentarios negativos por haber aumentado de peso. Esos cambios y comentarios pueden hacer que alguien comience a hacer dieta de manera extrema. Además, la inanición y la pérdida de peso pueden cambiar la menara de funcionar del cerebro en personas vulnerables, lo cual puede perpetuar las conductas alimentarias restrictivas y dificultar el regreso a los hábitos alimentarios normales. Transiciones. Ya sea cambiar de escuela, casa o trabajo, cortar una relación o la muerte o enfermedad de un ser querido, los cambios pueden causar estrés emocional y aumentar el riesgo de anorexia. Los deportes, el trabajo y las actividades artísticas. Los deportistas, los actores, los bailarines y los modelos tienen un riesgo más alto de tener anorexia. Los entrenadores y los padres pueden aumentar el riesgo sin querer cuando alientan a los deportistas jóvenes a bajar de peso. Medios de comunicación y sociedad. Los medios de comunicación, tales como la televisión y las revistas de moda, suelen mostrar una gran cantidad de modelos y actores excesivamente delgados. Estas imágenes parecieran igualar la delgadez con el éxito y la popularidad. De todas maneras, no está claro si los medios simplemente reflejan los valores sociales o si, de hecho, los impulsan.
Un programa de tratamiento de anorexia nerviosa tiene como objetivo prioritario la recuperación ponderal, muchos de los pensamientos alterados con respecto a comida, peso o figura están sustentados por la malnutrición. La normalización de la dieta y los hábitos alimentarios son un paso fundamental en el proceso terapéutico. En segundo lugar está resolver los problemas psicológicos, familiares o sociales concurrentes en la anorexia nerviosa. I. Recuperación ponderal La rehabilitación nutricional y la normalización dietética corrige las secuelas físicas y psicológicas que la malnutrición perpetúa, estas secuelas psicológicas tardan bastante tiempo en normalizarse después de haber conseguido la recuperación ponderal, éste debe ser el objetivo inicial del tratamiento de la anorexia nerviosa.
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