Apuntes Carlos IDC

La Dictadura de Carlos Ibáñez del Campo(1927- 1931)

Llegada a la política: Proclamado como candidato presidencial por civiles y militares que no pertenecían a los Partidos Políticos tradicionales, antes de la segunda renuncia de Alessandri. Fue presionado a desistir de su postulación por diversos Parlamentarios y de alta Oficialidad de la armada. Ofreció declinar su candidatura a cambio de que todos los partidos eligieran un candidato de consenso, que debía adoptar el programa del movimiento militar de 1924. Aceptada la propuesta, eligieron a Emiliano Figueroa para el cargo en cuestión. Inicialmente, mantuvo y acrecentó su autoridad durante el gobierno de Figueroa como Ministro de la Guerra. Posteriormente, dirigió las políticas del Estado como Ministro del Interior. Luego, exigiéndole la renuncia de la presidencia de la Corte Suprema al hermano de Figueroa,  el mandatario no toleró la situación, por lo que dimitió de su cargo. Más tarde, Ibañez triunfó en una elección presidencial a la que se presentó como candidato único. Condujo un gobierno de carácter autoritario , traducido en la concreción de una dictadura que impidió la expresión pública de las posturas opositoras. Sumada a una política represiva de carácter preventivo, que evitaría huelgas y manifestaciones.    Postura del estado:  Reprimió organizaciones laborales comunistas y anarquistas, creando sindicatos controlados por el Estado, reunidos en la Confederación Republicana de Acción Cívica (Crac). Promulgó Código del Trabajo. Declaró al Partido Comunista como ilegal.    Economía:  El Estado tomó el rol de impulsor de la economía nacional. Pablo Ramírez, Ministro de Hacienda, junto a Ibañez, unificó todas las tesorerías fiscales en la Tesorería General de la República y reorganizó la Dirección General de Impuestos Internos y la Superintendencia de Aduanas, con el fin de aumentar los ingresos que recibía el Estado y fatigar la evasión tributaria. Reemplazó a una importante proporción de funcionarios públicos por profesionales jóvenes, y creó la Contraloría General de la República, destinada a fiscalizar jurídica y financieramente la administración estatal, para disminuir los excesivos gastos fiscales. Si bien los excedentes obtenidos tras el reordenamiento del aparato fiscal no fueron suficientes para financiar un plan de fomento de largo alcance, permitieron aumentar el prestigio inanciero del país en el exterior. Esto posibilitó la obtención de créditos internacionales. Con los recursos obtenidos de este endeudamiento se ejecutó un Plan de Obras Públicas , destinado a la construcción y reparación de infraestructura, desde alcantarillado, la construcción de caminos, hasta puertos. Subsidio de diversos sectores de la economía nacional a través de la instauración de diversas Cajas de Crédito y Cajas de Fomento. Creación de la Compañía de Salitres de Chile (Cosach), con el objeto de recuperar los ingresos fiscales sobre la exportación salitrera. Establecimiento de Ley sobre Arancel Aduanero destinada a proteger la industria nacional mediante el encarecimiento de los productos importados. Caída: La prosperidad llegó a su fin con la crisis económica internacional, que se inició en octubre de 1929, tras el derrumbe de la Bolsa de Valores de Nueva York.  La consecuencia de mayor relevancia fue el aumento del desempleo, especialmente en la minería del salitre, visible en la falta de alimentos y la imposibilidad de pagar las habitaciones en las que vivían.  La situación económica empeoró, por lo que se conformó un “Gabinete de Salvación Nacional”. Asumió como nuevo ministro del Interior Juan Esteban Montero, restableciendo libertades públicas y eliminando las restricciones a la prensa. En el Ministerio de Hacienda asumió Pedro Blanquier, quien transparentó el desastroso déficit presupuestario. Ambos hechos estimularon la agitación popular, por lo que el gabinete dimitió a 13 días de haber asumido. Se sumaron al paro los médicos, ingenieros, profesores y, además, el comercio cerró sus puertas. Ibáñez, acosado por la efervescencia social y política, nombró al presidente del Senado, Pedro Opazo Letelier, como ministro del Interior, y el 27 de julio tomó un tren que lo llevó hasta Argentina.

CARLOS IBÁÑEZ DEL CAMPO