LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA DE 1978
Realizado por:Paola Ruiz Fernández 4º ESO A
ÍNDICE1. INTRODUCCIÓN HISTÓRICA DESDE 1975 HASTA 1980.2. ESTRUCTURA DE LA CONSTITUCIÓN.3. TRABAJO DE INVESTIGACIÓN.
1. INTRODUCCIÓN HISTÓRICA DESDE 1975 HASTA 1980La Constitución española surge tras la muerte del General Franco en una época denominada históricamente “La Transición” porque supuso el cambio político de un régimen dictatorial a la construcción de la democracia (1975-2008). El 22 de noviembre de 1975, dos días después de la muerte del dictador, tomó posesión de la Jefatura del Estado como rey, D. Juan Carlos I de Borbón. Tras 44 años se restauraba nuevamente, la monarquía en España. Las condiciones y la situación que acompañaron su nombramiento fueron francamente difíciles. El nombramiento del joven rey fue mirado con recelo por la izquierda. La derecha, por su parte, pensaba aún en la continuidad del franquismo sin Franco. Sin embargo, aquellas previsiones no se cumplieron y la realidad fue muy diferente, pues en muy pocos años el régimen del general Franco desembocó en un Estado liberal y democrático, regido por una nueva Constitución: la Constitución de 1978. El año 1975 no significó solamente el final de un periodo sino el hecho de que el comienzo de esta nueva época se realizó de una determinada forma a la que se ha denominado transición democrática. El consenso, el apoyo, la concienciación política y el deseo de la mayoría de los españoles de pasar página en su historia, fueron factores decisivos de este proceso.A partir de la muerte del dictador, se suceden los siguientes acontecimientos en 4 etapas:JUAN CARLOS I, es nombrado REY DE ESPAÑA. Durante esta etapa se produce el Gobierno de Arias Navarro porque se quería garantizar la continuidad del Régimen anterior. El mismo 22 de noviembre, Don Juan Carlos confirmó al presidente Carlos Arias Navarro con un gobierno formado por militares, antiguos franquistas y algunos reformistas como Fraga. Sin embargo, el entendimiento entre el rey y Arias Navarro fue difícil. Pronto se vio que Arias Navarro no era el hombre adecuado para llevar a España hacia la democracia, ya que siempre había mostrado su fidelidad a Franco. Desde entonces el rey tuvo una idea recurrente: convertirse él mismo en el motor del cambio. La instauración de la monarquía y el gobierno de Arias Navarro Tras el asesinato de Carrero Blanco por parte de ETA (el 20 de diciembre de 1973), Carlos Arias Navarro fue nombrado presidente del Gobierno. Arias Navarro realiza algunos intentos de apertura política, pero estos intentos fueron mínimos. En julio de 1974 Franco enfermó y delegó sus funciones como Jefe del estado en el príncipe Don Juan Carlos hasta que se recuperó nuevamente en septiembre de 1974. A principios de octubre de 1975, Franco hizo su última aparición pública desde el balcón de Oriente, donde rechaza las manifestaciones de los países democráticos de Europa. Días después, Franco enfermó gravemente y Don Juan Carlos volvió a asumir sus poderes. Franco murió el día 20 de noviembre de 1975 tras tres semanas de agonía. Murió a los 83 años de edad. Dos días después (el 22 de noviembre de 1975) Juan Carlos I es nombrado rey de España por las Cortes y por el Consejo del reino. Don Juan Carlos en su primer mensaje reflejaba su voluntad de iniciar el camino hacia un sistema representativo. Se inicia entonces la transición democrática (1975-78), un período de tres años que conduciría a la creación de una monarquía parlamentaria y democrática. El mismo 22 de noviembre, Don Juan Carlos confirmó al presidente Carlos Arias Navarro con un gobierno formado por militares, antiguos franquistas y algunos reformistas como Fraga. Sin embargo, el entendimiento entre el rey y Arias Navarro fue difícil. Pronto se vio que Arias Navarro no era el hombre adecuado para llevar a España hacia la democracia, ya que siempre había mostrado su fidelidad a Franco. Desde entonces el rey tuvo una idea recurrente: convertirse él mismo en el motor del cambio.
EL GOBIERNO DE ADOLFO SUÁREZLos pasos que se dieron en esta etapa fueron muy importantes para la Transición:a) La amnistía y la Ley para la Reforma Política (1976). b) La legalización de los partidos políticos. Desde inicios de 1977 se procedió a una legalización progresiva de partidos políticos y sindicatos, se concedieron tímidas libertades y se procedió a desmantelar las organizaciones franquistas. La legitimidad de las futuras elecciones pasaba por la participación sin exclusiones de todos los partidos políticos y el gran problema era la legalización del PCE (Partido Comunista Español), a lo que se negaban los militares. Finalmente fue legalizado en Semana Santa (9 de abril de 1977). c) Junio 1977: Las primeras elecciones democráticas En febrero de 1977 se había firmado una nueva ley electoral que aceptaba el sufragio universal, libre, directo y la representación proporcional. d) Los Pactos de la Moncloa. Adolfo Suárez era casi un desconocido, procedía de las filas falangistas y había sido ministro secretario del Movimiento Nacional durante el anterior gobierno de Arias. Nadie confiaba en que pudiera protagonizar la Transición política hacia la democracia. Sin embargo, lo consiguió ya que: -Formó un gobierno con ministros no franquistas (sólo uno había sido del régimen de Franco). -Se basó en la voluntad de consenso y diálogo con todas las fuerzas políticas y los grupos políticos que habían colaborado activamente con Franco. -Mantuvo entrevistas personales con los dirigentes de la oposición democrática, incluido el encuentro secreto con Santiago Carrillo, secretario general del partido comunista de España (PCE). El 30 de junio de 1976, Arias Navarro se vio obligado a dimitir presionado incluso por el monarca, que se mostraba dispuesto a alentar una democratización para estabilizar la propia Monarquía. El 1 de julio de 1976, el rey invitó a Arias Navarro a presentar su dimisión y fue sustituido por Adolfo Suárez como nuevo presidente del Gobierno. El nuevo gobierno estará presidido por Adolfo Suárez. Este inició un nuevo estilo de hacer política que le llevó a formalizar contactos con la oposición democrática. Además, propuso un audaz proyecto, la Ley de Reforma Política (L.R.P.), aprobada el 18 de noviembre de 1976 por las propias Cortes franquistas.
LA CONSTITUCIÓN DE 1978 La Constitución Española de 1978 cumple 37 años. Cada 6 de diciembre se conmemora en las Cortes Generales el día en que el pueblo español votó por mayoría abrumadora "sí" a la pregunta "¿Aprueba el proyecto de Constitución?". El texto fue sometido a referéndum el 6 de diciembre de 1978, obteniendo un 87% de votos favorables. El texto es aprobado el 31 de octubre de 1978 en el Congreso por 325 votos a favor, 6 en contra (del diputado de EE y de diputados de AP) y 14 abstenciones (entre las que figuran las del PNV), en el Senado por 226 votos a favor, 5 en contra y 8 abstenciones. El pueblo español aprueba el texto con resultados preocupantes: el 33% del censo se abstiene y por esto los síes (15,7 millones) significan un 58% del censo total y los noes (1,4 millones) un 8%. La Constitución de 1978 es la primera que se alcanza en España por consenso, un consenso ensayado en los Pactos de la Moncloa y hallado en pocas otras situaciones. A esto se suma su larga vigencia, hecho también este único en la historia de España. Fue sancionado por el Rey el 27 de diciembre y publicado en el BOE el día 29 de diciembre, fecha a partir de la cual entró en vigor. Desde entonces, cada 6 de diciembre es fiesta nacional en España, denominándose Día de la Constitución. Sin embargo, el camino hasta su nacimiento no fue fácil. La Constitución de 1978 era la primera que se redactaba como tal desde la republicana de 1931. Las ocho Leyes Fundamentales del Reino franquistas no eran Constitución porque no nacían de la soberanía popular. La Constitución de 1978 es la primera de toda nuestra historia que se elabora desde un amplio consenso de las variadas fuerzas políticas. Todas las anteriores, desde 'La Pepa' -la Constitución de Cádiz de 1812- hasta la de 1931, habían impuesto la línea ideológica de quien ostentaba la mayoría, alternándose durante el siglo XIX las constituciones 'liberales' con las 'conservadoras'. Así nació la Constitución Española de 1978. La Constitución de 1978 es la más longeva de nuestra historia después de la de 1876, que durante el periodo de la Restauración monárquica aguantó en vigor durante 46 años, hasta el comienzo de la dictadura de Miguel Primo de Rivera en 1923. La Constitución de 1978, en fin, es el fruto de la Transición política española, un periodo político excepcional que nos condujo de la dictadura de Francisco Franco a una democracia parlamentaria homologable a las europeas. Por ello, tanto la Constitución como la Transición han sido consideradas generalmente modelos de éxito tras una larga etapa de gobierno dictatorial en la que se siente la necesidad de promulgar una constitución acorde con los nuevos tiempos y la nueva sociedad que se está formando en España tras la muerte de Francisco Franco en 1975. En ella se recogen las aspiraciones históricas y sociales de todos los pueblos de España y se concilia el desarrollo integral de los mismos con la unidad de España. La Constitución Española de 1978 es la norma suprema del ordenamiento jurídico español. Toda norma contraria a la Constitución es nula. La redacción del texto constitucional fue un proceso largo y no exento de intrigas. La no participación de los nacionalistas vascos en el Pacto y la escasa participación en el referéndum popular de ratificación son las manchas en esta brillante página de la historia española. Las Cortes elegidas el 15 de junio de 1977 no son formalmente Constituyentes, pero a nadie se le escapa la necesidad de dar vida pronto a un nuevo texto constitucional, puesto que, por ejemplo y paradójicamente, se inaugura la Legislatura sin que nadie pueda exigir la responsabilidad del Gobierno ante el Parlamento, aunque se aprobará una disposición en este sentido en noviembre de 1977, un año antes de la entrada en vigor. Sobre su construcción se ha escrito mucho. Empieza reuniéndose una ponencia formada por siete miembros que entre agosto y diciembre de 1977 elabora un anteproyecto que entrega el 5 de enero de 1978 a los grupos parlamentarios. Éstos presentan sus enmiendas y la ponencia las examina hasta que entrega el trabajo así realizado el 17 de abril de 1978 a una Comisión del Congreso, que lo debate hasta el 20 de junio. Siguen los debates en el Pleno del Congreso del 1 al 24 de julio, en el Senado y en la Comisión Mixta, que dan lugar al texto que es presentado a los ciudadanos en referéndum el 6 de diciembre de 1978.
La ponencia que trabaja en la redacción del anteproyecto está formada por dos progresistas y cinco conservadores, de los cuales uno nacionalista, todos ellos considerados los padres de la Constitución: Gabriel Cisneros Laborda -Tarazona (Zaragoza), 1940-, ex falangista reformista y ahora simplemente conservador. Pertenece a UCD (Unión de Centro Democrático). Gregorio Peces-Barba Martínez -Madrid, 13 de enero de 1938- es el hombre del PSOE (Partido Socialista Obrero Español), el experto en Derecho constitucional del partido. Jordi Solé Tura -Mollet del Vallès (Barcelona), 23 de mayo de 1930- Barcelona, 4 de diciembre de 2009 es el representante del PCE (Partido Comunista de España), un intelectual de origen obrero que acabará años más tarde en el PSOE. José Pedro Pérez-Llorca -Cádiz, 1940-, alto funcionario de las Cortes, pertenece a UCD (Unión de Centro Democrático). Manuel Fraga Iribarne -Villalba (Lugo), un 23 de noviembre de 1922- fue ministro con Franco, pero en los últimos tiempos terminó apostando por una reforma del régimen y la apertura. Fundó AP (Alianza Popular) que terminaría siendo el antecedente del PP (Partido Popular). Miguel Herrero de Miñón -Madrid, 1940-, un jurista que ha venido trabajando con el Ministro de Justicia, Landelino Lavilla, desde el primer Gobierno de Adolfo Suárez. Pertenece a UCD (Unión de Centro Democrático). Miquel Roca i Junyent es un nacionalista catalán CiU (Convergencia i Unió; coalición de Convergencia Democrática de Cataluña y Unión Democrática de Cataluña). EL TRIUNFO DE LA UCD EN 1979 (Unión de Centro Democrático, partido al que pertenecía el primer presidente de la democracia Adolfo Suarez, fallecido recientemente). a) Se aprueban los primeros Estatutos de Autonomía de las comunidades autónomas españolas. b) Se produce la crisis de la UCD. En resumen, la muerte Franco, Jefe del Estado, abre por tanto un intervalo en que se intenta sin éxito llevar a cabo el proyecto continuista de algunos sectores del régimen, el “franquismo sin Franco”. El último cuarto de siglo XX vendrá en cambio marcado en lo político por un lado por la Transición de un régimen dictatorial-autoritario a una democracia de corte occidental y, por otro lado, por la inserción de España en un marco geopolítico con la incorporación al proceso de integración europea, efectiva en enero de 1986. La oposición antifranquista rechazó el modelo continuista, inviable también desde la perspectiva europea. Los diferentes partidos y organizaciones políticas se coordinan en organismos unitarios con los que el gobierno de Suárez abrirá un diálogo en la búsqueda de un consenso que permitiera una transición no rupturista ni revolucionaria, sino gradual y pactada. Este consenso se concreta en la convocatoria de elecciones de 1977, previamente a los Pactos de la Moncloa de 1977 y la Constitución de 1978 que, definiendo a España como un Estado social y democrático de derecho, establece un nuevo marco político-administrativo y legislativo equiparable al de sus vecinos europeos. Los siguientes años (1979-1982) ven la consolidación de la democracia y, paralelamente, la desintegración del partido gubernamental afectado, entre otros problemas, por una coyuntura económica muy desfavorable en la que cobra protagonismo el segundo shock energético y unos niveles de desempleo históricos. La caída de la UCD dará paso al triunfo electoral del PSOE en 1.982.
2. ESTRUCTURA DE LA CONSTITUCIÓN
3. TRABAJO DE INVESTIGACIÓN Fuente: http://www.eldiario.es/politica/Constitucion-PSOE-Ciudadanos-Podemos-IU-disolver-Cortes_0_458104360.htmlLas reformas de la Constitución de PSOE, Ciudadanos, Podemos e IU exigen disolver las Cortes Solo el PP de Mariano Rajoy no lleva en su programa ninguna reforma constitucional, y el único que apuesta por un proceso constituyente y republicano es el candidato de IU-UP, Alberto Garzón Ciudadanos es el único partido que reclama cerrar el Senado, las diputaciones provinciales y el CGPJ; mientras que el PSOE apuesta por el modelo federal, reformar el Senado y llevarlo a Barcelona Podemos sintetiza su propuesta en cinco acuerdos centrados en los derechos sociales, la profundización democrática, la despolitización de la justicia, la lucha contra la corrupción y el derecho a decidir de las comunidades Andrés Gil 49 comentarios 05/12/2015 - 19:32h Delegación del Gobierno cifra en unos 6.000 los participantes en el 25S "Rodea el Congreso" Pancarta durante el Rodea el Congreso de septiembre de 2011. EFE La Constitución cumple 37 años. Y sólo el Partido Popular quiere dejarla como está. Ni siquiera lleva en su programa el cambio la supresión de la preeminencia del varón en la sucesión de la corona. "El texto es plenamente vigente", repiten como una jaculatoria los dirigentes populares. Pero en la próxima legislatura puede que ni siquiera tengan una mayoría de bloqueo, según las encuestas publicadas, y el resto de partidos puedan sumar los dos tercios necesarios para modificar la Constitución, es decir, 234 escaños. Pero, ¿qué propone el resto? PSOE, Ciudadanos, Podemos e IU-UP llevan en sus programas diferentes propuestas. Sí. Pero los cuatro coinciden en una cosa: lo que proponen exige, por su calado, además de los dos tercios en la Cámara, su disolución, la aprobación de las reformas por mayoría de dos tercios de las nuevas Cortes y, en último término, en un referéndum. Quien llega más lejos es el candidato de IU-UP, Alberto Garzón, quien propone el inicio de un proceso constituyente "que devuelva la voz y el poder de decisión de la ciudadanía para avanzar en un modelo de Estado republicano y federal": es el único que lleva en su programa que la jefatura del Estado sea elegida por sufragio universal. Podemos, que en su día tuvo una secretaría de Proceso Constituyente, dirigida por Juan Carlos Monedero, ahora prefiere hablar de "reforma constitucional" y de "cinco acuerdos para un nuevo país" centrados en los derechos sociales, la profundización democrática, la despolitización de la justicia, la lucha contra la corrupción y el derecho a decidir de las comunidades. Encaje territorial Quien se queda más corto, descontando al PP, es Pedro Sánchez. El PSOE fundamentalmente propone un modelo federal que descarta la posibilidad de un referéndum sobre la independencia: se centra en la mejora de la determinación de las competencias y en que el modelo de financiación autonómica se someta a votación. La propuesta de reforma constitucional de los socialistas abarca cambios en capítulos que requieren la disolución de las Cortes y la celebración de un referéndum. En este ámbito, el territorial, también entra el resto de partidos. Mientras Pablo Iglesias, el candidato de Podemos, abandera el derecho a decidir de las comunidades –"yo no quiero que se vayan, pero ya es hora de que los catalanes voten lo que quieren ser", suele decir Igleisas– y Garzón habla del derecho de autodeterminación de los pueblos "basado en la libre voluntad de las partes en unirse en un proyecto común"; Ciudadanos quiere cerrar ya –"consolidar", dicen ellos– el Estado autonómico: pide suprimir la cláusula constitucional por la que Navarra puede anexionarse al País Vasco, la enumeración de competencias y terminar con la posbilidad de que puedan ampliarse en las Comunidades. La apuesta del PSOE es tender a un modelo federal que, según Pedro Sánchez, no supone una "ruptura con el actual estado autonómico" sino que es su "perfeccionamiento" porque "clarifica las competencias, no deja al albur del Gobierno de turno la financiación autonómica y aborda la reforma del Senado" –que Ciudadanos pide suprimir para ser sustituido por un consejo de presidentes autonómicos–. Además de llevarlo a Barcelona, los socialistas pretenden vincular definitivamente sus funciones a las que "derivan de la dimensión territorial" y que su composición también lo sea: o bien mediante un modelo intergubernamental o representativo de las comunidades. Reflejar en la Carta Magna de la entrada de España en la UE es otra de las aspiraciones del PSOE. Blindaje social La propuesta de Ciudadanos, si bien afirman que se trata sólo de "reformar algunos preceptos, imprescindibles para resolver determinados problemas institucionales", reconocen que es "ambiciosa", "aunque no se trata de cambiar el sistema, sino de mejorar su funcionamiento". Es decir, afecta a numerosos artículos, hasta el punto de que una de sus banderas es compartida con Podemos e IU-UP: el blindaje de los derechos sociales en la Constitución: sanidad, educación, vivienda... Derechos que quedaron supeditados al cumplimiento del déficit tras la reforma del artículo 135 pactada por Rajoy y Rodríguez Zapatero en agosto de 2011. Sin ir tan lejos, el "blindaje del Estado del Bienestar" es otro eje de la propuesta de Sánchez, que busca enmendar el "error" de la reforma del artículo 135. Lo que pretenden ahora los socialistas es incluir un apartado en la redacción de manera que se mantenga el principio de estabilidad presupuestaria pero que se proteja con nivel de derechos fundamentales la sanidad y la protección de la Seguridad Social. El último bloque de reformas que quieren acometer los socialistas tiene que ver con la mejora de la calidad democrática. Sánchez ha prometido cambiar el sistema electoral para que haya una "mejor representatividad" dado que el actual refuerza al bipartidismo, aunque no ha detallado cómo lo hará. Lo que sí figura en el texto es la posibilidad de desbloquear las listas para que se vote a las personas y no a una plancha. Otra novedad es que el PSOE –que incluyó las primarias para elegir a su secretario general hace apenas un año– quiere obligar a los partidos a través de la Constitución a que seleccionen a sus candidatos a través de ese sistema. Además, el PSOE plantea incorporar al texto constitucional su promesa de un ingreso mínimo vital. También Ciudadanos propone la oblilgatoriedad de las primarias y la rebaja a 250.000 las firmas necesarias para registrar una Iniciativa Legislativa Popular. En esto, coincide con Podemos e IU-UP, que además reclaman revocatorios para cargos públicos que no cumplan sus compromisos. El otro gran eje de reforma tiene que ver con la independencia de la justicia, en el que tanto Podemos como Ciudadanos e IU son prolijos en iniciativas. Podemos, por ejemplo propone medidas para despolitizar el Tribunal Constitucional y "constituir un poder Judicial abierto a la elección directa de la ciudadanía". Ciudadanos, por su parte, reclama la supresión del CGPJ y que sus funciones sean asignadas al presidente del Supremo y del poder Judicial, asistido por dos adjuntos; así como que el procedimiento de nombramiento del fiscal general esté regulado por la Constitución. Inmovilismo 'popular' Y, mientras tanto, ¿alguien se mueve en el PP? El partido de Rajoy mantiene que no es necesaria una reforma constitucional ya que sigue "plenamente vigente" en una legislatura en la que va a cumplir 40 años. De hecho, no forma parte de su programa electoral para el 20D. Y eso que en verano Rajoy dijo que estaba "abierto" al debate, pero la polémica que desató fue zanjada rápidamente por boca de Pablo Casado: "En un momento en que se desafía la unidad de España no conviene cuestionarse el marco de convivencia, que ha dado el periodo de mayor prosperidad en España". El presidente ha llegado a la campaña con el mensaje de que no se niega a ello, pero no ve consenso entre los partidos, no cree que sea la solución para Catalunya ni que sea una preocupación de la sociedad. Sí acepta que es necesario actualizar la sucesión a la Corona e incluir los nombres de las Comunidades Autonómas, pero no lo ha introducido en su programa: simplemente se declara dispuesto a escuchar las propuestas de los demás partidos. Quien sí ha abundado algo más en este asunto es el ministro de Exteriores en funciones, José Manuel García Margallo: dice tener una reforma preparada en un cajón desde hace tiempo y la defendió con ocasión de las últimas catalanas, donde participó en un debate con Oriol Junqueras (ERC). En su propuesta se muestra dispuesto a ceder casi todo el IRPF.
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