PSICOLOGIA EDUCATIVA Y METODOS DE ENSEÑANZA
De acuerdo a las aportaciones del articulo de la Revista de Investigación Educativa 5 julio-diciembre 2007 | ISSN 1870-5308| Xalapa, Veracruz Instituto de Investigaciones en Educación | Universidad Veracruzana.
El psicólogo de la educación pide prestado su objeto a la educación sus métodos y procedimientos a la psicología. También corre el riesgo de que los pedagogos lo consideren sospechoso de robo de objeto y de imperialismo “psicologizante”, mientras que los psicólogos no verán en él más que a un especialista en “psicología aplicada”. Eso no impide que, “frente a un psicólogo que no se define de otro modo más que por su título, se desencadenen las expectativas más diversas (entre los profesores): hay quien espera la junta que va a resolver todo, quien espera una investigación sobre la personalidad inmadura de los alumnos, quien pide una bibliografía para poner al día sus competencias pedagógicas.
Sin embargo, la psicología de la educación apunta sobre todo al estudio de las conductas presentadas en el ámbito escolar, no es esa “disciplina fundamental que se dedica a la explicación de las conductas educativas en situaciones institucionales” (Gilly, 1980: 20), pero se interesa igualmente en transformar las actitudes “equivocadas”: en este sentido, se pregunta sobre los procesos de cambio “bajo sus diversas dimensiones: representaciones, valores colectivos y representaciones de roles, relaciones profesionales y pedagógicas, orientación y formación...” (Maisonneuve, 1975: 469).
¿No se puede entonces englobar su tarea bajo esta formulación general: “el psicólogo de la educación es aquel que toma por objeto específico el estudio científico de los procesos interindividuales gracias a los cuales se operan cambios individuales”? (Gilly, 1981: 9). La psicología de la educación es susceptible de abordar su objeto con préstamos de metodologías heterogéneas (clínica y experimental), pero no se reduce a una psicopedagogía definida como “una pedagogía científicamente basada en la psicología infantil” (Piéron, 1957: 292) ni a una técnica de cambio social, ni a una terapéutica instituida en el ámbito escolar. No obstante, son todas estas imágenes a la vez las que la constituyen en las representaciones habituales de los maestros. El investigador en psicología de la educación se presenta así bajo muchos rostros: el innovador, el observador objetivo, el facilitador de las relaciones, el especialista en niños...