Redacción Periodística Public

Redacción Periodística

Willy Correa
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Primer tema del 1er BIM

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LENGUAJE PERIODÍSTICO La redacción periodística es una condición singular del ejercicio periodístico. Podríamos decir que es la materia prima fundamental que marca la calidad del trabajo ofrecido a la audiencia, independientemente del formato. No es posible imaginar a un buen periodista o comunicador que no maneje con precisión la escritura y la redacción periodística. Existe una gran cantidad de manuales sobre la escritura y la redacción periodística que en ninguno de los casos son recetas infalibles. El periodista no es otra cosa que un buen narrador de historias reales, aunque no siempre el juzgamiento de la audiencia sea justo y prudente. Cuando se escribe un texto el autor cumple con un papel muy similar al del artista. Toma la postura del crítico objetivo y serio para redactarlo. Gracias a su labor se consigue el primer borrador. Pero luego, la última palabra, la tiene el crítico, el escritor, el que redacta, porque de sus esfuerzos y conocimientos en el producto final, que la audiencia en algunos casos paga, aplaude o censura. Redactar es una expresión clara del pensamiento, que usa a la escritura. “Redactar, etimológicamente, significa complicar o poner en orden; en un sentido más preciso, consiste en expresar por escrito los pensamientos o conocimientos” (Vivaldi, 2000:1). También es construir la frase con exactitud y claridad, dado que el periodismo siempre debe cumplir con una función divulgativa. También podemos decir que la redacción periodística es el conjunto de reglas para la disposición y construcción de discursos que producen en el público efectos persuasivos (Casaus, 1991) que permiten al periodismo cumplir con su función de informar. La redacción es conjunto lingüístico que resume lo que el periodista es capaz de ver, valorar, e investigar para luego transformarlo en un producto (léase noticia). De allí que el recordado periodista R. Kapuscinski (1932-2007), que en su trayecto profesional cubrió 27 golpes de Estado y cuatro veces fue condenado a muerte, habla de los cinco sentidos del periodista: Estar, ver, oír, compartir y pensar. Que son los cinco sentidos mentados (reportería) procede a dar vida a un texto periodístico. Redacción periodística es el resultado del trabajo del periodista, que, por medio de lenguaje, el correcto uso de las normas gramaticales da vida a un producto específico, usando para ello uno o varios de los géneros periodísticos. “Los grandes periodistas, ya sean reporteros o editores, ven el mundo como un almacén lleno de ideas para las noticias. Tienen una visión de rayos X que les permite ver las acciones humanas detrás de las gruesas paredes de las instituciones sin rostro” (Clark; Fry, 2000:89). La redacción y el olfato periodístico son condiciones básicas del ejercicio, pero también cualidades personales que se pueden cultivar, estimular y desarrollar. La materia prima de todo el trabajo periodístico es el lenguaje, es la palabra. Recordemos, por ejemplo, la presencia real y cada vez más insistente del prosumidor mediático, término que proviene de una fusión del original de las palabras en inglés producer (productor) y consumer (consumidor). Este término, acuñado en primera instancia por Alvin Toffler1, no es otra cosa que una persona que consume el contenido de los medios de comunicación, pero que es también capaz de producir sus propios contenidos. Lo que nos plantea la existencia real de una audiencia activa y crítica, que en algunos casos ha dado vida propia a lo que se conoce como periodismo ciudadano. Prosumer, (unión entre las palabras: productor y consumidor) que se designa a las personas que crean bienes, servicios o experiencias para nuestro propio uso o disfrute, antes que para venderlos o intercambiarlos, generando nuevos contenidos y nuevas historias. Otros llaman “La teoría de la remediación”. Una sociedad en la cual cualquier persona, en cualquier lugar, puede disfrutar del contenido de los medios, seleccionando uno, dos, tres o más dispositivos a su alcance (multipantallas), dependiendo únicamente de las limitaciones de acceso que plantean los niveles de conexión a Internet. La escritura periodística debe estar marcada por tres elementos, que comentaremos a continuación. La exactitud La originalidad La claridad La calidad de la redacción periodística depende del dominio de las reglas básicas de la escritura y de la capacidad intelectual del periodista. Debemos entender al periodismo como una profesión de servicio social. El periodista es un sujeto que interpreta y analiza la realidad. Busca, descubre, selecciona acontecimientos que se convierten en noticia, gracias a la vigencia e impacto de los medios de comunicación. “Si no tiene tiempo para leer, no tendrá el tiempo o las herramientas necesarias para escribir” (2016:210), y sin herramientas intelectuales, el periodismo tiene poca transcendencia y seguro muy poco futuro. Las cualidades propuestas por Hernán Rodríguez Castelo (1998): 1. Ideas claras Para que las ideas fluyan, el periodista está obligado a respetar la naturaleza del hecho (por ejemplo la importancia de la capacidad de observación el periodista). TENGA ESE OJO CRÍTICO. Luego de seguir en ese proceso narrativo, nos atrevemos a recomendar un orden sintáctico que de manera muy simplificada se puede resumir así: Sujeto Verbo Complemento   2. Buena organización de esas ideas La organización de ideas parte de la comprensión del hecho en su verdadera dimensión. Hay hechos de largo alcance, que deben narrarse de manera cronológica. Proceso en el cual la documentación, contraste de fuentes y otros procedimientos típicos de la rutina periodística son fundamentales. En cuanto al tema de la redacción de noticias se han desarrollado varias fórmulas o recetas para la organización narrativa. Entre ellas, por ejemplo, la pirámide invertida y el lead periodístico, que funcionan al momento de ordenar la información. En este proceso de organización es fundamental la identificación y valoración de la importancia de las ideas que constituyen el hecho, y el interés que las mismas pueden provocar en la audiencia. La segunda parte de este proceso está en identificar las ideas secundarias que apoyan el hecho. Es decir, las ideas ordenadas sobre una base lógica. Pero ¿Cuál es el orden ideal o correcto? La respuesta no es sencilla, depende del hecho y de la capacidad de narración del periodista, del espacio que le asigne el medio de comunicación e incluso del género que seleccione. Ordenar el hecho mentalmente o en la libreta de apuntes del reportero ayuda, es importante. Por ejemplo, evaluar las ideas secundarias y la relación con la principal (lógica narrativa). Esto se hace básicamente por dos razones: El texto sea claro y comprensible a los lectores. Para respetar espacios, formatos y los géneros que impone el medio en el cual se publicaría el texto. La edición es el espacio para eliminar detalles, circunstancias irrelevantes o aquellas palabras que no aportan a la claridad y precisión del texto y que podrían potencialmente afectar al estilo periodístico y al hecho en sí. El proceso de edición es igual de importante, como el de la valoración del hecho noticioso. En algunos casos, el proceso de edición puede ampliarse y/o retocarse en función de la visión del editor del medio de comunicación, las políticas editoriales y otros factores que iremos comentando más técnicamente adelante. El editor actúa como co-responsable de la publicación y es en teoría el periodista con mayor experiencia y capacidad organizativa del medio de comunicación. Delimitando conceptos, para comprender mejor Seguramente la pregunta que se está haciendo usted es: ¿Quién es el editor? Pues bien, el editor es la persona responsable de la revisión, sentido e imagen de un producto periodístico. Por ejemplo, el responsable de la edición del periódico X del 5 de junio del 2017, planifica, distribuye notas y revisa una a una las notas que serán publicadas el mismo día. Por lo tanto, tiene total autonomía de cambiar un texto, si su redacción es confusa. Su papel es fundamental en el momento del cierre de la edición. En otras palabras, el editor tiene más poder sobre lo que se publica que el periodista en sí, pese a ser el autor de la nota. Esto genera en algunos casos una imposición de estilo y conflictos internos en la redacción. Los grandes periódicos impresos y digitales se dan el lujo de tener editores por secciones que son capaces de visionar y planificar un texto con el aporte de muchos criterios y puntos de vista. Incluso hoy en día se habla de textos escritos a cuatro o seis manos (textos híbridos). Teóricamente a este proceso de participación de varios autores y recursos se conocer como la hibridación de géneros, y los productos que generan se encasillan usar elementos de redacción multimedia y transmedia. La relación periodista y editor es compleja, porque está marcada por una jerarquía de poder, que podría afectar los egos profesionales que todos tenemos. El liderazgo y la prudencia del editor cuentan, como también cuenta la humildad y la capacidad de asimilación por parte del reportero. En el caso ecuatoriano las historias no faltan “Hacer periodismo es difícil porque trabajas con material inflamable: las vanidades, los egos, las subjetividades” (Pérez Perasso, 2002). “El problema que tiene el periodismo ecuatoriano, no es la ley de comunicación, esa ley llegó por que nos la merecíamos, en vista de que el ejercicio de la prensa se volvió mediocre y boletinero” (Buitrón, 2017)2.   TRES MOMENTOS DEL PROCESO RELACIONAL ENTRE EDITOR Y PERIODISTA. a. Asesoría durante el proceso Se lanza la idea en la sala o mesa de redacción, se valoran las fuentes, se busca el equilibrio informativo y la viabilidad del trabajo, considerando que el trabajo del periodista siempre está condenado por la hora de cierre de la edición. b. Asesoría corta El reportero ya está en contacto con las fuentes. Es decir, ha salido a realizar el trabajo de campo. El editor descubre un ángulo desconocido, o la rutina informativa cambió su curso por un evento, en particular, considerado como imprevisto. Por lo tanto, propone un giro en la narración de la noticia, producto de su visión personal, que puede y debe estar nutrida por su formación profesión. Este tipo de asesoría se podría limitar, en algunos casos, en añadir una nueva fuente, incluir un dato duro, pero no más allá de ello, porque hay que respetar a la planificación inicial trabajada, en conjunto, en la sala de redacción y la iniciativa propia del reportero. Cuando esta rutina de trabajo no se respeta, aparecen relaciones hostiles dentro y fuera de las salas de redacción, que son el caldo de cultivo para la figura de la censura previa, la autocensura, o lo que se conoce como la información no publicada. c. Asesoría integral Esta situación se da en el tiempo libre del reportero y del editor. Por ejemplo, en la cafetería, en donde pueden conjuntamente valorar las debilidades del trabajo del reportero. El juicio solamente es útil, si el diálogo está marcado por soluciones y retos para el periodista. En fin, este es un proceso en el cual se puede decir y aportar mucho, pero nada mejor que las vivencias personales de cada periodista. Lo más importante es asumir el reto. “Los escritores trabajan al frente, los editores en el trasfondo. Los escritores obtienen crédito por sus artículos, los editores el anonimato” (Clark; Fry, 2000:41). Por ello, cualquier tipo de observación sobre la debilidad del trabajo del periodista debe y merece hacerse con guante blanco y en algunos casos en privado, como lo haría un buen maestro. Una tarea que poco se ha hecho en Ecuador y que podría resultar interesante es dialogar con editores en funciones o retirados sobre sus experiencias de asesoría editorial y los conflictos vividos. 3. Para cada idea principal un párrafo Un párrafo es en primera instancia “una unidad componente del texto escrito que comienza con una mayúscula y termina con un punto y aparte” (Sánchez, 2002). Es decir, se trata de una unidad mínima, lo suficientemente independiente y coherente. RECOMENDACIONES Y ALTERNATIVAS PARA UNA REDACCIÓN EFICIENTE. 3.1. Un titular de impacto y relacionado con el hecho Se recomienda revisar los tipos de titulares y la pertinencia de cada uno de ellos. Pero en líneas generales un titular será un texto corto provocativo-enunciativo, que invite a la lectura del producto periodístico. 4. Párrafos claros, no excesivamente largos, bien construidos Esto es parte de un proceso de revisión sistemática de la redacción. “No hubo ninguna falta de ortografía. Ni tildes, ni letras, ni de mayúsculas”, señala Rodríguez-Castelo (1998, 18). Todo texto periodístico debe ser revisado por su autor, quien debe darle limpieza y armonía y es el primer responsable de su propio contenido, y como tal su carta de presentación. La brevedad siempre es sinónimo de claridad. Si el texto es claro habrá cumplido con la misión de informar. También debemos resaltar que cuando un texto es demasiado breve se corre el riesgo de caer en el laconismo. Y, por último, no olvidar que la función básica del periodismo es la narración: “narrar los hechos tal como sucedieron” es también parte de la función de la profesión. Escribir de manera clara y breve es un reto supremo en el periodismo actual, que ha sido solventado de manera creativa con el uso de hipertexto, que es la inclusión de un texto, o un link para complementar y/o ampliar las visiones de la noticia. 1. Otra de las claves para que los párrafos estén bien construidos es el uso de cifras y/o palabras exactas, que permitan una visualización mucho más real del hecho narrado. “El tratamiento del lenguaje y de las cifras es determinante en el enfoque informativo” (Rogland; Equiza, 1996), datos puntuales que dan rigor y credibilidad a la información. 2. La hora de cierre, es siempre la hora de cierre, en el caso de los medios impresos las rotativas no paran. Dentro del proceso formativo una práctica habitual básica pero muy, muy útil es escribir el texto periodístico luego, como un segundo paso, leerlo en alta voz y grabarlo en cualquier dispositivo de voz. 3. El tercer paso sería escuchar la grabación y evaluar la calidad y nitidez del texto. En este proceso de evaluación podría participar una segunda persona imparcial, quien evaluará la claridad del texto y como tal la comprensión del mismo. La ayuda de una persona ajena al proceso es útil siempre y cuando exista apertura y la humildad del escritor para aceptar y asumir la crítica como una posibilidad viable de mejorar el texto periodístico, en general. 6. Puntuación exacta La puntuación asoma como uno de los aspectos de la gramática elemental de importancia particular en el trabajo periodístico. La puntuación marcará el estilo y el temperamento de su redactor y por supuesto la significación del texto. “Los signos de puntuación señalan dónde termina una oración, cómo se relaciona un grupo con la oración a la que pertenece, cómo se unen o separan los elementos de una oración o las oraciones del párrafo” (Rodríguez-Castelo, 1994:162). La ausencia de ellos podría poner en peligro el sentido y la lógica de la o las frases, perjudicando la transparencia y la claridad del trabajo periodístico.   SIGNOS DE PUNTUACIÓN BÁSICAS La coma (,) expresa una pausa corta que se puedeemplear para separar o enumerar. La coma facilita la lectura y como tal comprensión del texto, en general. El punto y coma (;) es un signo que nos obliga a realizar una pausa intermedia con el objetivo de cambiar de temática, sin abandonar la idea principal. Pueden en algunos casos expresar la idea principal, un hecho puntual, luego usar punto y coma para añadir una consecuencia. El punto (.) en cambio expresa una pausa más larga en tiempo y espacio. Indica el cierre o final de una oración. Por otro lado, el punto seguido se emplea para cerrar una oración, pero admite un siguiente párrafo íntimamente relacionado con la idea inicial. En otros casos, el punto seguido sirve para separar oraciones principales de las secundarias o yuxtapuestas dentro de un mismo párrafo. Los puntos suspensivos (…), en cambio, funcionan como una declaratoria del redactor cuando deja algo incompleto, o ha cortado de manera premeditada el texto (edición). Es decir, la traducción no es exacta a la idea original y forma parte de la autonomía de edición, ya sea por cuestiones de espacio, sentido u otras. No se puede usar con libertad los puntos. Es un error creer que mientras más puntos mayor atención de parte de la audiencia. Lo ideal es usar únicamente tres puntos suspensivos. No se recomienda usar puntos como alertas, se usan de manera habitual en los medios digitales con estos fines, pero es un error. 7. Ortografía impecable El tema que no merece mayores explicaciones dado que es la carta de presentación de todo trabajo, independientemente si este es periodístico o no. Además, es una competencia que debe estar superada por los lectores de este texto, lo cual también marcará la calidad del producto y del periodista, en particular. Joseph Pulitzer (1847-1911), pedía a sus redactores tres sencillas cosas: “precisión, precisión, precisión” para describir las pequeñas cosas, para citar los nombres, las edades y las direcciones (…). Si te equivocas en las cosas pequeñas, los lectores no confiarán en ti para las cosas grandes (Mery, 1962) de allí la responsabilidad que el escritor-periodista debe asumir sobre su texto. El siguiente link: http://verne.elpais.com/ verne/2015/03/27/articulo/1427443706_767568.html El link es: http://233grados.lainformacion. com/blog/2014/04/grandes-faltas-de-ortograf%C3%ADa-y-divertidos-gazapos-que-alg%C3%BAnd% C3%ADa-pudimos-leer-en-la-prensa.html 8. Concisión, exactitud en la formulación de ideas: propiedad verbal No podemos dejar de lado el carácter narrativo y, en algunos casos, de orden descriptivo que tiene la información periodística. De allí el peso que tiene este clásico aforismo atribuido a C.P Scott (1926) “Los hechos son sagrados y los comentarios son libres”. La posición de Scott divide de manera pragmática los hechos de las opiniones, justificando la existencia de dos categorías: 1.Los géneros de información que serían los hechos 2.Los géneros de opinión que están relacionados con los juicios de valor. Comúnmente los géneros de opinión son estimulados por el impacto que provocan en la audiencia los géneros de información. 9. Tono adecuado a lo que se escribe y a quien se destina lo escrito Es importante analizar el tipo y la segmentación de la audiencia a la cual está dirigido su trabajo. Se deben considerar, además, las políticas editoriales y el género. 10. Interés y gracia. El interés por el texto periodístico dependerá en gran medida de la forma atractiva de narrarlo, es decir un ángulo, particular, inédito, en algunos casos, que haga al escrito interesante, atractivo y sugestivo. Aunque estas características están bien delimitadas, existe el riesgo que la escritura periodística caiga en el sensacionalismo, que, por cierto, es un cáncer terminal del oficio. EL SENSACIONALISMO es la tendencia a cambiar o agrandar la naturaleza de los hechos con el objetivo de mejorar los niveles de atención y recepción de la audiencia. “El que tiene más en cuenta el interés público estaría más próximo al –periodismo de calidad-, y el que se decanta por el interés del público se acercaría al -periodismo de sensación- que, llevado al extremo, es sensacionalismo” (Edo, 2008: 77). RESUMEN FUNDAMENTOS TEÓRICOS • Ideas expresadas en Sujeto – verbo – predicado. • Oraciones y párrafos no demasiado largos. • Ojo con la puntuación. • Ojo con la ortografía. • Cuidado con los juicios de valor. • Citar la fuente de la información y los datos.   CINCO PRINCIPIOS DEL PERIODiSMO 1. Verdad y precisión 2. Independencia 3. La equidad y la imparcialidad 4. Humanidad 5. Responsabilidad   Tomás Eloy Martínez (1989; 121) sostenía que: “El lenguaje del periodismo futuro, es ante todo una solución ética. Entendemos a la ética como una condición y compromiso personal que el profesional se impone todos los días. El periodista no es un agente pasivo que observa la verdad. En el gran periodismo se deben descubrir los modelos de la realidad que se avecinan”. Por la propia naturaleza del periodismo y sus exigencias deontológicas se espera que el profesional haga uso de un lenguaje racional y objetivo, de allí que su formación intelectual y cultural es clave. Las fuentes, por lo general, responden a sus intereses particulares o colectivos y pueden variar de criterio, muchas de las veces por la prisa que tiene la coyuntura informativa. Distinguir la diferencia de lo uno y de lo otro es tarea suya. Asuma el riesgo de interpretar, valorar, resumir, titular, que son, por cierto, tareas fundamentales del periodismo, que solo se aprenden en la práctica diaria. Si bien el periodismo y la literatura tienen como elemento integral a la escritura, la función del literato y la responsabilidad del periodista es diferente. “El periodista husmea en la realidad de los acontecimientos noticiables. No le está permitido, como al escritor, bañarse en los serenos lagos de la fantasía. Aunque se sabe que, por momentos, la realidad también supera a la ficción” (López, 2005: 22). El periodista está llamado a trabajar siempre con hechos reales, medibles y palpables. La verificación de las fuentes y de la naturaleza del hecho es una actividad propia del periodismo. El lenguaje informativo está sujeto a las reglas básicas de la objetividad periodística. En otras palabras, les debe por ética guardar fidelidad, mientras que el lenguaje literario es mucho más libre y depende en gran medida de la intensión del autor. “…la literatura imita acciones de la realidad construyendo ficciones semejantes y creando personajes, la función principal del periodismo es hacer saber y hacer entender hechos reales, explicando lo que pasa a personajes conocidos y que les puede pasar a los lectores consecuencia de los hechos que están comunicando” (Gomis, 2000:12). DIFERENCIAS ENTRE LENGUAJE LITERARIO Y PERIODÍSTICO LENGUAJE LITERARIO Se nutre de la ficción y del realismo mágico. Es subjetivo y como tal discutible. Es informativo- persuasivo. No requiere comprobación en relación a la vigencia de certeza del hecho. La credibilidad del lenguaje es un punto irrelevante.   LENGUAJE PERIODÍSTICO Se nutre de la sociedad y sus problemas reales y cuantificables. Es objetivo y como tal medible. Es informativo-documentado. Está siempre sujeto a la comprobación y autenticidad del hecho. Es absolutamente relevante la credibilidad y autenticidad del texto.   Los ciudadanos son reporteros primarios básicos, que no han logrado superar las rutinas del buen periodismo, a veces solo funcionan como alertas informativas para que los medios puedan cumplir su trabajo. En otras palabras, el periodismo ciudadano representa los primeros auxilios que una persona recibe al sufrir un accidente, son fundamentales y emergentes, pero hasta allí. ¿Por qué el periodismo profesional es más fuerte? La respuesta es sencilla, porque domina el lenguaje, la verificación de fuentes, y los mecanismos de difusión y contraste de información. Tomando referencias de orden conceptual que nos aporta José Luis Martínez Albertos (1983)   CRITERIOS GENERALES DEL LENGUAJE PERIODÍSTICO a. El lenguaje de los medios es una adaptación, a las especiales circunstancias de la comunicación, y depende de manera particular del medio o soporte en el cual se difunden y se reproducen. De por medio y con igual importancia está el estilo que cada periodista es capaz de imponer a sus notas. b. El lenguaje de los medios tiene que estar en relación directa con el lenguaje cotidiano, no con el vulgar. Expresa el día a día de las personas y la realidad social. Esto no quiere decir que el periodista está obligado a escribir con el tono y el lenguaje usado por la fuente.   PROXIMIDAD.- Un periodismo por y para la gente, es decir por y para la gente.   PERSONALIDAD DEL LENGUAJE PERIODÍSTICO a. No es académicamente perfecto. Es decir, debe ser exacto y los hechos contrastados, pero se trata de un lenguaje con fines divulgativos. b. El lenguaje periodístico es vida y por lo tanto es vital, con ritmo, color e identidad propia. Cada periodista impone su estilo, no hay copias-imitaciones iguales porque el estilo es el ser humano. c. No es igual al lenguaje de la correspondencia comercial, ni al que usa un notario que da fe de lo actuado, sino todo lo contrario. El periodista le presta atención a los antecedentes que cuenta el hecho hasta llegar a una versión lo más objetivamente posible. d. Hablamos de un lenguaje sereno, vivaz y en algunos casos exaltado, trágico o humorístico, con abundantes imágenes y recursos expresivos. e. El lenguaje periodístico debe expresar una o varias acciones, con un toque de sensibilidad y reflexión.                
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1.2. El estilo periodístico y el arte de escribir El estilo periodístico no es académicamente perfecto, ni mucho menos uniforme. Responde a las características y destrezas particulares de quien escribe, en otras palabras, el estilo es el hombre, es “su particular forma de ser periodista”. El estilo periodístico es distinto al académico, aunque debe seguir unas reglas pre-establecidas como lo vimos anteriormente. El estilo expresa la particular forma de ser y escribir del periodista. Por lo tanto, el estilo es el ser humano. El estilo periodístico es una especie de huella personal o firma de quien escribe que lo identifica de manera particular ante la audiencia y lo distinguirá del resto de profesionales. El objetivo del estilo periodístico es influir y captar la atención del lector. Exige una hábil exposición de ideas. Va desde una pose puntual hasta la forma particular y única de tono de voz y el uso recurrente de una pose puntual hasta la forma particular y única del tono (bajo/alto) con el cual se dicen las cosas. El estilo es uno de los tantos elementos que componen el proceso de comunicación. Es un factor de persuasión y convencimiento, que a su vez permite al periodista ejercer un nivel de credibilidad con la audiencia. En cualquiera de los casos e independientemente del género que se use, el estilo debe ser un esfuerzo expresivo claro que evidencia la maestría en el uso del lenguaje.
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1.3. Principios básicos de redacción periodística. Redacción, puntuación y ortografía Una de las grandes debilidades se podría decir males del periodismo es la falta de dominio del lenguaje, ya lo decía con toda propiedad del caso el escritor y periodista Gabriel García Márquez, habló en noviembre de 1994 en Cartagena de Indias (Colombia) a un grupo de amigos, reunidos para debatir sobre la pobreza del periodismo en nuestra Región: “Cuando empecé en ese oficio tuve grandes maestros que no me perdonaban un adjetivo fuera de lugar. Los jóvenes de ahora escriben a la buena de Dios. Nadie tiene tiempo para enseñarles”. Más aún hoy en día que el periodismo dejó de ser esa voz única unidireccional para ser una voz que se va construyendo y reconstruyendo de manera bidireccional. Estamos hablando de unos productos periodísticos sobre-expuestos, pero también de productos de vida muy corta. Por lo tanto, exigen una renovación constante.
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Las cualidades y requisitos deben estar reflejados a lo largo de su escritura periodística, su cumplimiento marcará la calidad de sus productos, y los niveles de responsabilidad con la audiencia.
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CUALIDADES Y REQUÍSITOS DEL BUEN ESTILO PERIODÍSTICO   “Cuando un hombre no tiene sus ideas en orden, Cuantas más tenga, mayor será su confusión” Dale Carnegie (1888-1958)   1. Claridad Frases perfectamente bien construidas, en otras palabras, transparencia y sencillez en la exposición de ideas. En periodismo se considera que lo mejor es decir más con la menor cantidad de palabras. 2. Concisión Es un llamado para alejarse de la redundancia, y de los textos de compleja estructura. Las palabras justas y necesarias, directas y concretas. En periodismo se recomienda evitar los adjetivos calificativos que podrían prestarse a diversas interpretaciones. 3. Densidad La densidad tiene que ver con el sentido y la relación lógica de las palabras que a su vez dan sentido a las frases y, por consiguiente, al hecho narrado en sí. La densidad es el resultado del correcto orden de las ideas, del uso del lenguaje preciso y el respeto de la naturaleza propia del acontecimiento. Debe además respetar los espacios asignados y los protocolos de rigor del medio de comunicación. Este espacio se relaciona con el uso de datos concretos, claros y la fácil comprensión, que en su conjunto armónico permiten una mejor visualización de la información. Si hay concisión en la redacción habrá densidad. 4. Exactitud La exactitud es directamente proporcional a la precisión. Se trata de dos hermanas que van siempre de la mano. Nos referimos a “El valor cuantitativo es exacto e invariable” (Xoengas, 2008: 57) que requiere interpretación y la narración de los hechos. La omisión del valor de la exactitud también está relacionada al ojo del periodista, sin mayores exigencias críticas, es capaz de ver y tildar a los hechos y/o las circunstancias como “grande” “pequeño”, “ambiente de calma” lo contrario tildando de “tensión permanente”, “escasos manifestantes”, “gran acogida”, anulando las características de la veracidad de la información y la fidelidad con el hecho narrado. Una de las tareas fundamentales del periodista es la observación de la sociedad en su justa y real dimensión. 5. Precisión Este elemento marcará, sin duda, uno de los valores fundamentales del periodismo que es la credibilidad, que por cierto también depende en gran medida de la claridad en el hecho narrado, lo cual se convierte, sin duda, en un reto dentro del ejercicio de la reportería, en particular. La precisión depende en gran medida de la correcta construcción de las frases-mensajes que se quieren emitir, para lo cual es fundamental que el redactor pueda previamente identificar la idea principal. “El mejor hábito que puede desarrollar quien aspire a escribir bien ha de ser el de pensar bien” (Rodríguez- Castelo, 1998: 34). El uso de un lenguaje preciso reduce el riesgo que el proceso de interpretación por parte del periodista sea inexacto. Por ello, una de las tareas es exigir a sus fuentes declaraciones profundas y directas. No se puede dejar de lado, por supuesto, las particularidades propias de la naturaleza de los medios, que determinan el tipo de lenguaje a usarse “el tratamiento en profundidad en la prensa, la instantaneidad en la radio y la referencia visual en la televisión” (Soengas, 2008: 52). Cada medio tiene su propio formato, aunque el lenguaje sigue siendo una herramienta fundamental e indispensable para la construcción de productos periodísticos. El objetivo del periodismo frente a un hecho, es la divulgación de manera clara. Por ejemplo: Cuántos kilómetros de asfalto hacen falta en la vía Panamericana que comprende vías alternas de Quito, en Pichincha y Rumichaca en Carchi está 100% habilitada; cuántos gramos de cocaína incautados en la vía a la Costa por la Policía Antinarcóticos. En segunda instancia el tiempo, en sucesos imprevistos, por ejemplo: la duración de un terremoto, o la invitación a un curso de pastelería, o una conferencia de cambio climático, por cita un par de temas, propios del trabajo diario del periodista. Por último, como tercero y cuarto punto las dimensiones y las cantidades. Estos datos que son a su vez señales particulares permitirán una comprensión exacta y veraz de los hechos narrados. No está por demás resaltar la observación hecha por el mismo Xosé Soengas Pérez, que entre otras cosas dice “las cifras exactas garantizan la precisión informativa, pero complican la descodificación y la retención memorística de los datos” (Soengas, 2008:63). Estos aspectos, que podrían parecerle muy básicos muchas de las veces no son usados por las fuentes periodísticas consultadas, durante el interrogatorio, y tampoco los periodistas tienen la precaución de pedir puntualizaciones, lo que hace que el proceso de redacción esté compuesto de información irrelevante y en algunos casos de orden genérico que no aportan en nada. “La precisión conceptual no consiste en relatar literalmente lo que sucede, sino en tratar de buscar los términos adecuados para definir o describir correctamente los aspectos que se abordan, y así transmitir a la audiencia un mensaje con la mayor exactitud posible” (Grijelmo, 1997: 221). 6. Sencillez Los niveles de sencillez de un texto o producto periodístico dependen del estilo que el periodista imponga, su personalidad se reflejará en el producto final. Al lector le gusta lo sencillo. Hay que pensar que el lector no tiene a la mano un diccionario, no quiere una cátedra de lingüística, quiere informarse de manera sencilla, directa y rápida, tres condiciones supremas que distinguen a la audiencia actual. Lo sencillo no tiene relación alguna con lo vulgar, como tampoco la sencillez está en el escribir como se habla, o como han hablado las fuentes, hay que buscar un ángulo, un toque que distinga a su redacción de las otras. 7. Naturalidad El novel redactor, que en este caso son ustedes, debe buscar un camino, una huella particular que lo distinga del resto. No hay imitaciones iguales, la imitación puede perjudicar a la naturaleza del potencial trabajo periodístico, sobresaltando falsas posturas. 8. Originalidad La originalidad tiene mucha relación con la búsqueda constante que el periodismo o el equipo periodístico hacen por tener un texto inédito, que también podría llamarse dentro de jerga periodística primicia. La originalidad también se refiere a esa particular forma de narrar los hechos que hacen que el periodista marque su propio estilo, y como lo hemos dicho los estilos son muy variados, porque el estilo es el hombre. 9. Brevedad Tiene que ver con la posibilidad de realizar una lectura ágil, cuando un texto es conciso será siempre puntual y breve. La característica de la brevedad se impone con mayor fuerza, hoy en día, la audiencia es cada vez más exigente, pero además no tiene tiempo, ni paciencia. La Prof. Luján González Pórtela (1999) propone como regla general: una idea por frase. En castellano es aconsejable frases de 30 a 36 sílabas, es decir, de 15 a 17 palabras. Puede también consultar las referencias bibliográficas con el objetivo de ampliar los temas tratados. 10. Variedad La variedad se impone de manera natural en el texto periodístico como el correcto uso de los signos de puntuación y de admiración, por un lado, y por otro también la naturaleza del hecho marcará un ritmo en la narración, facilitando la lectura. Cada vez el concepto del periodismo multifacético, todólogo desparece, el camino es la especialización. La especialización en periodismo es un camino nuevo, las ofertas cada vez son más puntuales, lamentablemente en Ecuador escasas, pero cada vez es más frecuente la exigencia de un título de cuarto nivel para el acceso a ofertas laborales atractivas. 11. Atracción ritmo y color Estos elementos son directamente proporcionales al estilo propio del periodista, que lo determinará su narración y su capacidad creativa. El ritmo y el color siempre dependen de la claridad del texto. Se entiende por ritmo a la tonalidad de las palabras, el énfasis que cada periodista impone, lo cual puede añadirle un color, en particular. Es en definitiva una cuestión de estilo y el estilo, como lo hemos dicho, es la persona única en su existencia.   PERIODISTAS DE REFERENCIA Ecuador Eugenio de Santa Cruz y Espejo: Considerado como del padre el periodismo ecuatoriano, se caracterizó por desarrollar un periodismo ideológico. Ángel F. Rojas: Uno de los mejores novelistas de Ecuador. Sus textos son un ejemplo de una narrativa limpia y estilo periodístico fantástico.   Pablo Palacio: Dueño de una escritura impecable, sus textos son siempre un buen manual de redacción, tome en cuenta la capacidad de descripción. Miguel Donoso Pareja: Novelista ecuatoriano, ideal para aprender sobre estructuras narrativas y redacción periodística, usando los recursos de los géneros de opinión principalmente.   Latinoamérica: Gabriel García Márquez: Maestro del periodismo latinoamericano. La sencillez con que ejerce su oficio no deja una lección a todos. En la sección de anexos de este texto-guía usted encontrará un interesante ensayo de este autor. Eduardo Galeano: Relatista contemporáneo, en sus textos se mezcla de una manera muy natural la sencillez y bondad del lenguaje. José Saramago: Una de las principales figuras de la literatura de este siglo, los periodistas debemos leer su libro: “El evangelio según Jesucristo”. Mario Vargas Llosa: Literato peruano, que encarna la realidad de Latinoamérica en sus escritos. Rosa María Alfaro: Periodista peruana que trabaja temas relacionados con el observatorio de medios y los derechos de la información. Guillermo Franco: Periodista que fomenta la migración de contenidos a la web, es un líder de lo que llamamos periodismo Web 2.0. Haga una búsqueda rápida en el Internet para que pueda evidenciar la importancia de este periodista. Daniel Sampero: Un defensor incansable del periodismo de investigación, como una herramienta efectiva para el combate de la corrupción, narcotráfico y otros males que aquejan a Latinoamérica.   El resto del mundo Truman Capote: Insigne representante del periodista norteamericano, capaz de argumentar el terror, la miseria y la dureza del mundo. Oriana Fallaci: Una de las mejores periodistas de la historia. Italiana que acabó con algunos vicios del periodismo, como el uso de la grabadora y las preguntas rebuscadas. Ignacio Ramonet: Periodista que estudia de manera principal los fenómenos mediáticos y la tiranía de la comunicación en los últimos tiempos. Ha trabajado también en los derechos de la comunicación. Ryzard Kapuscinski: Célebre periodista, considerado como el mejor reportero de guerra de los últimos tiempos. Busque sus libros, sus lecciones nos dejan mucho por aprender y reflexionar. Consulta obligada el texto: Los cincos sentidos del periodista. Miguel Ángel Bastenier: Un experto en política internacional y los movimientos periodísticos mundiales. Su libro el Blanco móvil merece la pena leerse.   RECUERDE Recuerde que en www.infoamerica.org, hay algunos artículos de personajes claves para nuestra profesión.    
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TÉCNICAS BÁSICAS DE TITULACIÓN PERIODÍSTICA Uso de las citas y las fuentes en el periodismo informativo Los titulares, por lo general, son piezas cortas, que se ubican en la parte superior del producto periodístico (noticia, entrevista, crónica, etc.) y que tiene como objetivo fundamental anunciar el hecho y con ello motivar a la lectura íntegra del texto que se expone publica a continuación. El título debe anticipar la noticia, no agotarla: suscitar en el lector un sentido de atención, forzándole a desear más y, por lo tanto, a leer la noticia” (Gómez-Mompart, 1982:10), por lo tanto, el titular es una pieza de apertura y de presentación de un género. El título es una especie de rótulo, es la primera impresión y/o contacto con el hecho informativo que vendrá después. “Los titulares forman el primer nivel formativo de la noticia. Para muchos lectores el único” (Gómez-Mompart, 1982:9). Es una pequeña pieza que satisface las necesidades informativas, el titular es una motivación al consumo del producto periodístico. La redacción del titular es un ejercicio que está muy cercano a la literatura. Sin embargo, como aclara Martínez Albertos, se trata de un procedimiento de expresión periodística muy condicionado por las artes gráficas y la creatividad en el diseño visual del periódico. ¿Quién es el responsable de la redacción de un titular? Es una pregunta importante, pero que no tiene una sola respuesta, en muchos de los casos está sujeta a las propias rutinas del medio de comunicación. Es posible también que la extensión y naturaleza del tema tratado sea amplio lo que obliga a dividir el titular en dos niveles: PRIMER NIVEL Sería en antetítulo, como su nombre lo indica antes del título. El antetítulo es una frase con sentido completo y que se relacione con el tema que se cita en el título. Tanto el título como el ante título se refieren a un mismo tema con enfoques complementarios nada más. SEGUNDO NIVEL El título propiamente dicho. En todo el trabajo periodístico el título es el principal referente de la información. Si un título no está bien hecho, si carece de la suficiente calidad o no refleja de forma adecuada la información, puede que esta nunca llegue a ser leída. En términos generales los títulos se dividen en: Informativos Interpretativos. Según reglas no escritas, no supera las seis o siete palabras.   El título de la crónica, por otra parte, puede sonar como el de cualquier otra noticia, pero también con cierta carga de interpretación o con una opinión. Aquí tenemos menos límites y contamos con más instrumentos literarios. Por ejemplo, “El aprendizaje del vértigo” (Juan Villoro; La Nación, 21 de junio de 2008). El título de la entrevista, normalmente, lleva una frase pronunciada por el entrevistado que está acompañada por su nombre. Los ejemplos, como en los otros géneros, son innumerables. Citamos solo dos del diario español El País para tener una referencia: “J. M. Coetzee: “Las corridas de toros son solo una matanza ritualizada” (26 de junio de 2016). El título del reportaje debe competir en las páginas de los periódicos con los encabezamientos noticiosos. Estos juegan con la ventaja de que responden a hechos inmediatos, acontecimientos sorprendentes e interesantes. Los reportajes, en cambio, no abarcan necesariamente un hecho feroz actual. Por eso su titular debe modelarse con imaginación. Como lo ha hecho, por ejemplo, Mario Vargas Llosa para la serie “Testigos del horror” (El País, 11 de enero de 2009). Su título “Viaje al corazón de las tinieblas” es una alusión con la famosa obra de Joseph Conrad “El corazón de las tinieblas” (1899) y de forma indirecta nos direcciona hacia el escenario del reportaje, Congo.   CONDICIONES QUE TIENE UN TITULAR Es un escaparate de la información, decisivo para captar la atención, pero también una síntesis de su contenido que debe reflejar con la mayor fidelidad posible y de forma convincente. • Ha de basarse exclusivamente en el contenido del texto o pieza audiovisual que acompaña y no hacer referencias o establecer conclusiones que se deriven de ellos pero no figuren de forma explícita en la noticia. • Tiene que resultar claro e inteligible para la audiencia de destino y entenderse por sí mismo sin necesitar del resto de la información. • Una forma habitual y efectiva de titular es destacar y condensar lo más importante o interesante del cuerpo principal del contenido o texto, pero puede hacerse también de manera descriptiva y enunciativa para ganar en interés o claridad. • La creatividad ayudará a dar originalidad y fuerza al título, que nunca debe ser insulso o limitarse a nombrar un acto o un hecho cuyo interés no quede claro: “Expertos latinoamericanos debaten sobre la globalización”. Al mismo tiempo no es adecuado hacer un titular muy llamativo si nos hemos conformado con una noticia rutinaria o poco trabajada, porque pondrá de manifiesto su pobreza. • El título debe recoger la esencia de la noticia. Los principales elementos que definen este género fundamental del periodismo son también los más adecuados para componer el título: novedad, sorpresa, drama, relevancia, interés humano, cercanía… • Por la misma razón conviene no destacar en él ideas o términos que lo debiliten, como “insiste”, “reitera”, “esperado”, “previsto”. • La titulación es también una forma de anunciar y resumir el contenido de la información y debe intentar cautivar y convencer de su interés sin falsearla. • Cuando reproduce una cita ha de hacerlo con rigor, sin distorsionar su sentido en caso de que se resuma o interprete la declaración; y literalmente, con las palabras originales, si se pone entre comillas. • Lo que expresa ha de estar en el primer párrafo del texto o, en caso contrario, uno de los dos elementos, el título o la entradilla, no estarán elaborados con criterio periodístico. • Conviene concentrarlo en una sola idea, y hacerlo de manera clara. Tratar de incorporar varias lleva a menudo a restarle fuerza, lo mismo que el uso de signos de puntuación, conjunciones o palabras forzadas por la limitación de extensión. • Informaciones como las de color, interés humano, espectáculos o crónicas deportivas se pueden titular con mayor libertad, pero hay que huir de sensacionalismo, el mal gusto y no imitar títulos famosos del cine o la literatura, frases coloquiales, ni dichos populares. Los principales elementos del titular son el antetítulo, el título y el subtítulo. Entre ellos, solamente el título es indispensable. Es decir, un texto puede salir sin antetítulo y/o subtítulo, pero siempre debe tener un título. El titular, igual que las imágenes, se considera un ícono (y en algunos casos puede aparecer apartado del texto, promocionándolo).   CARACTERÍSTICAS DE LOS TRES ELEMENTOS DEL TÍTULO. Antetítulo (se domina así por su ubicación por encima del título) • Indica la situación geográfica del lugar donde han ocurrido los hechos. • Recoge algún detalle de ambiente de los hechos o aporta más información. • Avanza un segundo tema tratando la noticia. • En las noticias breves, sirve para para indicar el asunto del que tratan. • Expone el punto de vista de una de las partes en una noticia referente a un conflicto.   Título (su función predominante es atraer atención y despertar curiosidad) • No partir una palabra de una línea a otra. • Evitar abreviaturas, siglas desconocidas. • Evitar redacción oficialista (“Comunicado de…”, “Declaración de”, “Decreto de…”, etc.) • No jugar a adivinanzas con el título. • Los chistes fáciles no son sinónimo de buen periodismo. • No comenzar con las palabras también y tampoco. • Redondear las cifras. Subtítulo (se ubica debajo del título) • Completa la información del título. • Añade algún dato nuevo que despierte mayor interés. • Explica un título deliberadamente ambiguo. OTROS ELEMENTOS LADILLO (un pequeño titular que se inserta en el texto). CINTILLO (muestra continuidad y se usa por arriba de toda la titulación solamente cuando la extensión del texto es de dos o más páginas). SUMARIO (se conoce también como destacado y se inserta en el texto con un cuerpo de letra mayor que éste). PARA REDACTAR UN TÍTULO HAY QUE RECORDAR   • Que sea conciso, directo y muy comprensible, sin dejar espacio a la imprecisión o la ambigüedad. • En ninguna circunstancia se deben construir títulos sin artículos, preposiciones o con frases propias de un telegrama. Esa incorrección lingüística invalida la publicación directa de la información y reduce muchísimo su utilidad. Los redactores y editores no deben transmitir nunca un título que no sea completamente correcto y han de cuidar de que no se escatime ningún elemento gramatical que exija la oración, como el artículo inicial que pueda llevar (“El Gobierno presenta los presupuestos de 2017” y no “Gobierno presenta presupuestos de 2017”). • Evitar los verbos en modo condicional para expresar potencialidad o posibilidad (“aceptaría”, “decidiría”) y, en particular, eludir términos como “podría” o “habría”, “posible”, “inminente”, y construcciones impersonales o vagas (“se anunció”, “se espera”, “niegan”). • Los nombres, siglas y cargos pueden figurar cuando sean de dominio general. Sí es necesario citar entidades o responsables poco conocidos, como ocurre con frecuencia en informaciones económicas, es mejor sustituirlo por el nombre de la institución, salvo que hablen a título personal. • Los dos puntos se usan para indicar, tras el nombre propio, quién hace la declaración. • Las frases que expresan acción suelen ser mejores que las enunciativas o descriptivas, y han de evitarse las negaciones, las repeticiones y las rimas de las palabras. • Denotará mayor actualidad usar verbos en tiempo presente, pero cuidando de no introducir errores de concordancia al mencionar acciones pasadas o futuras. • La claridad mejorará si se mantiene el orden lógico de la oración y no se emplean subordinadas. • Los paréntesis pueden usarse en los títulos de resultados deportivos, pero no para indicar el autor de una declaración, que se hace mediante los dos puntos.
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