Señor Director:
El aumento de la migración en Chile es un fenómeno que en el mundo del trabajo es particularmente visible, toda vez que la razón más importante que esgrimen los inmigrantes es la posibilidad de conseguir un trabajo digno y que permita, en muchos casos, enviar dinero a su familia en el país de origen. Sin duda nuestro país está a la altura de esas pretensiones. Los inmigrantes son en su mayoría adultos jóvenes: el 35% tiene entre 30 y 44 años, en tanto los chilenos en este grupo solo son el 18%. Por cierto, la motivación laboral es parte consustancial de la movilidad internacional y son los jóvenes en el inicio de su vida laboral quienes se muestran con la mayor disponibilidad a iniciar ese camino.
Los inmigrantes presentan una tasa de participación laboral y de ocupación 20 puntos por encima de chilenos. El 27% tiene educación superior completa frente a un 18% de chilenos. Incluso tienen un ingreso mensual promedio 30% más alto. Los inmigrantes superan a los chilenos en muchos indicadores sociales y económicos. Están aportando a nuestro desarrollo con diversidad cultural. No es cierto que trabajen en forma más desprotegida que los nacionales. La encuesta Casen muestra que los inmigrantes trabajan con contrato en mayor medida que los chilenos: 78% versus 72%.
No hay duda que pueden existir abusos laborales que deben ser frenados. Las recientes cifras sobre aumentos de denuncias laborales no hacen más que mostrar un creciente empoderamiento de los inmigrantes y un grado cada vez mayor de conocimiento de la normativa nacional, lo que denota integración y es muy positivo.
La vulneración de normas laborales ocurre indistintamente y no obedece a la regulación migratoria. Para el desarrollo de Chile, el mayor activo es la persona ésta evidenciará más talento en la medida que disponga de las mejores condiciones de trabajo posible. Esto aplica para todos, sin distingo de nacionalidad o procedencia.
Lorenzo Agar Corbinos. Doctor en Sociología
1. ¿Cuál es la opinión del emisor respecto a la migración?