De acuerdo con el texto de Psicología y ruralidad propuesto por Mejía (2017) se expone una descripción breve de la problemática y lo que se desconoce del problema.
El campo ha sufrido grandes problemas a medida que ha pasado el tiempo, pues mientras la zona urbana se desarrolla, el campo se estanca, sufriendo grandes porcentajes de pobreza y violencia, lo cual da paso a grandes afecciones psicológicas, físicas y sociales.
La psicología y ruralidad evidencian falta de trabajo entre sí. Pero además, hay varios asuntos que se desconocen del problema:
No se identifican los actores principales responsables de la problemática.
No se conocen los motivos por los cuales el gobierno no invierte los suficientes recursos en la zona rural.
Faltan investigaciones que permitan abordar e intervenir la zona rural, teniendo en cuenta dicho contexto, sus necesidades y sus fenómenos pues no se conoce a fondo su funcionamiento.
No se conocen programas o actividades que actúen en pro de la problemática rural.
No se reconocen las razones de exclusión hacia las personas rurales.
Los profesionales en psicología se han centrado en lo urbano, ante lo cual no se encuentran explicaciones claras y contundentes.
La meta ante la problemática es una mayor participación de los entes gubernamentales y de los profesionales en psicología.