Zusammenfassung der Ressource
La maquinaria en la produccion de objetos.
- Se llama máquina a todo instrumento inventado por el hombre para auxiliar su trabajo; y se llama
maquinaria a toda combinación de instrumentos que bajo la dirección del hombre desarrollan
considerables fuerzas. En el sentido general y absoluto de la palabra, un martillo, una lima, una
pluma, un pincel, un formón, un cuchillo, una herramienta cualquiera, son máquinas; en tanto que
una prensa, un telar, una trilladora, un martinete, una draga, una loco-motora, etc. son maquinarias.
- Un ejemplo bastará para demostrarlo: en la antigüedad se obtenía la materia para escribir en el
pabirus egipcio, y entonces el número de personas empleadas en su fabricación era muy limitado,
por-que la primera materia constituía un monopolio de aquel país, su fabricación era un secreto, y su
escasez no excitaba el estímulo a la lectura y escritura: después se descubrieron otras fibras textiles
que podían servir para igual uso, y esto dio origen al pequeño artefacto necesario para obtener el
papel mecánico, con lo cual aumentó el número de operarios y de lectores; más tarde se descubrió la
máquina para fabricar papel continuo, y aparecieron en el campo de la producción varias industrias en
las que se ocuparon muchos trabajadores, que de otra suerte acaso hubieran permanecido inactivos,
tales como en la imprenta, fundición de caracteres, preparación de tintas y construcción de prensas,
que absorven el trabajo de cajistas, impresores, correctores; fundidores, maquinistas y otros muchos o
- Las primeras son máquinas sencillas y las segundas compuestas; las unas son máquinas en su sentido
general, y las otras en su sentido particular; aquéllas suelen llamarse herramientas y éstas suelen
denominarse máquinas.
- Según Rocher, las máquinas se diferencian de las maquinarias, en que a las primeras la fuerza motriz
se las comunica por el hombre inmediatamente, y a las segundas mediatamente.
- Las máquinas en general, son aparatos poderosos de que se sirve el hombre para la producción, en
los cuales están previamente calculados los efectos de las fuerzas de potencia, roce, peso y
resistencia, así como sus movimientos; teniendo por objeto apoderarse de las fuerzas de la
naturaleza, para modificarlas, transformarlas, transmitirlas y gastarlas con la debida oportunidad y la
conveniente celeridad, a fin de que den el resultado apetecido, pues aunque carecen de voluntad, de
inteligencia y de destreza, funcionan con mayor ajuste, regularidad y precisión que el más despejado
obrero. Estos aparatos, si bien tienen movimientos constantes, circunscritos y regulados por sus
piezas, y si bien no piensan, juzgan y deliberan en sus procedimientos, el hombre los impulsa, los
dirige y los adopta a sus fines productores, en calidad de auxiliares de su trabajo. Toda máquina,
grande o pequeña, de una o de otra industria, cualquiera que sea la forma que afecta o el fin que se
propone, debe su e
- Las facultades productivas del hombre se dila-tan a medida que las máquinas se multiplican,
pudiéndose decir que por cada una que se descubre se ahorra a la humanidad un esfuerzo, se lega a
la sociedad un producto y se eleva a la dignidad personal un grado.
- La importancia de las máquinas en la producción es indiscutible e inmensa, pues aumentan y aceleran
los procedimientos, perfeccionan los trabajos, abaratan las cosas, ahorran esfuerzos penosos, hacen al
hombre dueño de la producción, facilitan el comercio, extienden el consumo, satisfacen muchas
necesidades y promueven el bienestar universal. Merced a las máquinas se obtienen en menos tiempo
abundantes productos, que son a la vez mejores y más baratos, con lo cual aumentan la producción, el
consumo, el cambio, el salario, el progreso, la libertad y la población. La historia del trabajo nos enseña
que el hombre, para modificar la materia, aplicó primero su fuerza muscular, y después se sirvió de
herramientas, luego utilizó las fuerzas vivas de algunos animales, y por último empleó las máquinas
movidas por el aire, el agua o el vapor; obteniendo sucesivamente en cada una de estas etapas, más
fecundidad en el trabajo, hasta conseguir su mayor desarrollo con la aplicación de la mecánica a
- Si por el descubrimiento e instalación de una máquina se obtienen objetos más baratos y mejores,
¿qué ley y qué derecho se pueden invocar para obligar al consumidor a que continúe comprando los
más caros y peores? Si la libertad del trabajo ha de ser una verdad práctica, ¿con qué razón se ha de
privar a la humanidad que la ejercite inventando máquinas y procedimientos industriales para la
obtención de productos? Ciertamente que ninguna, y pues que los argumentos de los adversarios de
las máquinas no son lógicos, no deben ser admitidos.
- A pesar de todas estas ventajas, las máquinas han sido acusadas y sus inventores escarnecidos; pues
Papfn, sufrió que destruyeran su buque de vapor los bateleros de Weser, como Fulton, soportó que le
tuvieran por loco; y así la navegación a vapor se ensayó entre silbidos como la fabricación de telas
pintadas se autorizó entre protestas; porque alarmados los obreros con la fuerza productiva de
máquinas, han perseguido a los inventores como a sus mayores enemigos. Tampoco han faltado
economistas eminentes, como Colbert, Sismondi, Michelet, Montesquieu y otros, que han levantado su
voz contra las máquinas, alegando que su adopción desarrolla la miseria, puesto que el trabajo de
cada una representa la holganza de cien obreros, que acaso producían antes en un día lo que ellas son
capaces de ejecutar en una hora; pero si bien es cierto que en los primeros momentos de su aparición
llevan el dolor y la ruina al seno de muchas familias que que-dan sin trabajo y por lo tanto sin pan,
también lo