ESTRATEGIAS PARA PODER CONTROLAR LA OBESIDAD INFANTIL EN LAS ESCUELAS
La escuela debe promover la educación física y la actividad deportiva, dentro y fuera de ésta.
Las escuelas deberían incluir programas educativos orientados a la mejora de la dieta, la
actividad física y la disminución del sedentarismo, que incluyan a la familia y al personal
académico.
Las intervenciones escolares deben ser mantenidas en el tiempo, a lo largo de los cursos
escolares y continuadas fuera del ámbito escolar.
La ingesta alimentaria en la escuela debe ser saludable, incluyendo variedad de frutas y
verduras y comidas pobres en grasas y azúcares. Sin embargo, muchos comedores
escolares no proporcionan menús equilibrados.
Se recomienda la promoción de la práctica de actividad física en la población infantil y
adolescente mediante intervenciones dirigidas a más de un ámbito (escuela, familia,
comunidad), e incluyendo intervenciones ambientales.