La Declaración del Milenio fue acordada por los Jefes de Estado y
el Gobierno, declaración mediante la cual se reafirmó la fe en la
Organización y en su Carta como cimientos indispensables de un
mundo más pacífico, más próspero y más justo.
OBJETIVOS
Erradicar la
pobreza extrema
y el hambre.
Lograr la
enseñanza
primaria
universal.
Promover la
igualdad entre
los géneros y la
autonomía de la
mujer.
Reducir la
mortalidad
infantil.
Mejorar la
salud
materna.
Combatir el
VIH/SIDA, el
paludismo y otras
enfermedades.
Garantizar la
sostenibilidad del
medio ambiente.
Fomentar una
asociación
mundial para el
desarrollo.
PRICIPIOS
El respeto de los
derechos humanos y
libertades
fundamentales
Igualdad soberana de
los estados
- Respeto a la
integridad territorial
e independencia
política
Solución pacífica de
controversias, en
consonancia con los
principios de justicia y del
derecho internacional
Libre determinación de
los pueblos sometidos
a dominio colonial y
ocupación extranjera
No injerencia en los
asuntos internos
VALORES
La libertad: Los hombres y las mujeres
tienen derecho a vivir su vida y a criar
a sus hijos con dignidad y libres del
hambre y del temor a la violencia, la
opresión o la injusticia.
La igualdad: No debe
negarse a ninguna persona
ni a ninguna nación la
posibilidad de beneficiarse
del desarrollo.
La solidaridad: Los problemas
mundiales deben abordarse de
manera tal que los costos y las
cargas se distribuyan con
justicia, conforme a los
principios fundamentales de la
equidad y la justicia social.
La tolerancia: Los seres
humanos se deben
respetar mutuamente, en
toda su diversidad de
creencias, culturas e
idiomas.
El respeto de la naturaleza: Es
necesario actuar con prudencia en
la gestión y ordenación de todas
las especies vivas y todos los
recursos naturales, conforme a los
preceptos del desarrollo sostenible.
Responsabilidad común: La responsabilidad de
la gestión del desarrollo económico y social en
el mundo debe ser compartida por las naciones
del mundo y ejercerse multilateralmente.