Recordar que interactuamos
con otros humanos: Cuando
respondemos un mensaje,
enviamos un correo, hacemos
un reclamo en una red social,
etc, lo que hay del otro lado de
la pantalla es otro ser humano.
Respetar las horas laborales:
La netiqueta sugiere que
toda comunicación que
tenga que ver con el
entorno laboral (correos,
llamadas, mensajes
instantáneos) se realicen
dentro del horario de
trabajo.
Valorar el tiempo y los
recursos ajenos: Antes de
compartir algo a través de
internet, lo ideal es
asegurarse de que sea
conciso, adecuado y breve.
Compartir el conocimiento: La
netiqueta sugiere que, si se es
experto en algún tema, lo ideal
es usar la red para compartir lo
aprendido con quienes no tienen
acceso a ese tipo de
conocimiento o habilidades.
No abuses de las ventajas que puedas
tener: El conocimiento o acceso que
puedas tener a distintos canales, no te da
derecho de aprovecharte de otros
usuarios.
Buena educación: Las comunicaciones
digitales siempre deben estar
precedidas de buenos modales.
Expresiones comunes en la convivencia
offline son útiles (y necesarias) en el
mundo en línea para que el intercambio
de ideas e información sea mucho más
agradable.
Evitar la polémica y la
difusión de noticias falsas: La
etiqueta en internet aconseja
evitar comentar u opinar
sobre temas que no se
dominan, ya que contribuye
a crear más ruido y
desinformación.
Perdona las fallas de otros: Todos somos
humanos y cometemos errores, por lo tanto, si
ves a algún internauta fallando a alguna de
estas reglas lo mejor que puedes hacer es
sugerirle corregir y guiarlo para poder lograr
una armonía al momento de comunicarnos de
forma digital.
Mantener la discreción: Si en un
correo se discute un asunto
personal, no se deben copiar a
terceras personas, especialmente
si no tienen nada que ver con el
asunto planteado.
Respetar la ortografía: En el mundo
digital es mucho más complicado
entender la intención o el tono con
el que nos están hablando, y esto
puede dar lugar a malos entendidos.