Erstellt von Norma Delgadillo
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La función del maestro como profesional del conocimiento y el papel que tiene en la reforma de la escuela en orden a conseguir la calidad y la equidad en el Sistema Educativo.
La acción profesional del maestro se encuentra enmarcada en dos propósitos fundamentales para la educación que son: el aseguramiento de la calidad y la equidad. Dichos propósitos habrán de lograrse en cada alumno que nos haya sido encomendado.
Durante la antigüedad y la época medieval no existía ningún tipo de instrucción específica especializada en la pedagogía propiamente dicha, es decir, que formara en los principios y en la práctica de la enseñanza
Durante la antigüedad y la época medieval no existía ningún tipo de instrucción específica especializada en la pedagogía propiamente dicha, es decir, que formara en los principios y en la práctica de la enseñanza
Esta visión laica de la profesión de “ser maestro” se vio reforzada y alimentada por la misma formación en las Escuelas Normales. Recordemos que hasta antes de 1984 ingresaban a las escuelas normales para formarse como maestros niños y niñas de apenas 14 o 15 años y a los 18 o 19 ya eran maestros y se dirigían al destino a donde fueran enviados, porque era ahí donde la Patria los requería.
La concepción acerca del maestro respondía fundamentalmente al de una persona que se responsabilizaba de la enseñanza de la lectura, escritura y cálculo
el color y la iluminación que predomina en la clase, la amplitud del espacio, un mobiliario cómodo y adaptado al aprendizaje, la existencia de zonas variadas donde desarrollar actividades pedagógicas y los espacios de conexión entre un aula y otra (pasillos, puntos de encuentro) conforman el entorno de desarrollo más positivo”.
La docencia es un ámbito profesional único, no sólo consiste en la transmisión de conocimientos a un grupo de jóvenes, sino que conlleva la enorme responsabilidad y satisfacción de tocar vidas. Pero, ¿qué implica ser docente? La docencia nos da la oportunidad de trascender –positiva o negativamente- a través de nuestros alumnos; pero también de que ellos trasciendan a través de nosotros, porque la docencia es un proceso de aprendizaje bidireccional.
Aprendemos del ejemplo, por tanto, no podemos esperar que los alumnos sean dedicados, si nosotros no lo somos; que sean creativos, si de nosotros sólo obtienen los mismos caminos y formas una y otra vez; que sean apasionados de su carrera, si nosotros no transmitimos pasión por lo que hacemos; que amen lo que hacen, si no les mostramos que amamos a lo que nos dedicamos. Lo que implica ser docente no corresponde a una forma de ganar dinero, corresponde a una actitud o forma de vida.
Creo que es eso precisamente lo que establece la diferencia entre trabajar de profesor y ser uno: la conciencia del alcance de nuestro trabajo y la convicción de desarrollarlo de la mejor manera posible. Trabajar como docente implica contar con determinados conocimientos y comunicarlos… ser docente es otra cosa. Ser docente es un modo de vida. Implica aceptar nuestra humanidad y límites, para entonces comprender de manera honesta la humanidad de quienes comparten el salón de clases.
Ser docente implica preparación continua, no sólo para la labor dentro del aula, sino porque no puede exigirse a otros, lo que no somos capaces de llevar a la práctica. Ser docente implica humildad, la de reconocer que nuestros conocimientos son finitos y que equivocarse es parte de nuestra naturaleza. El conocimiento total y la perfección son quimeras. Ser docente implica paciencia y mucha tolerancia a la frustración, ya que la construcción del conocimiento jamás será instantánea.
Ser docente implica una profunda honestidad de lo que somos y hacemos, porque sólo en la verdad nace y se finca el respeto. Ser docente implica el regalo de aprender de otros maestros llamados alumnos; de contagiarnos de su juventud para evitar la esclerosis de las ideas y de las conductas.
Ser docente implica libertad de pensamiento y aceptación de esta capacidad en nuestros alumnos. No podemos enseñar libertad, si no la practicamos. No se puede enseñar a alguien a llevar las ideas más allá de sus límites conocidos y zona de confort, si se nos olvidó cómo hacerlo.
Ser docente implica un trabajo de múltiples facetas, aparte de enseñar lo que plantea un programa académico: es impulsar a aquellos que no saben o que olvidan que esa fuerza está dentro de ellos; es mostrarles que creemos en lo que son y en lo que pueden ser; es retarlos para que sean mejores; es ayudarlos a levantarse de sus fracasos y a descubrir sus fortalezas.
Ser docente implica nunca olvidar que somos seres humanos falibles y perfectibles. Ser docente implica ser un adicto a la esperanza. Ser docente es enseñar a otros que la escuela no es sólo un lugar, sino la agradecible oportunidad de obtener el más preciado don: el conocimiento. Lo que implica ser docente no es trabajar de docente: es una elección de vida.
Ocho características que deben tener las aulas innovadoras
1Fomentar que los estudiantes piensen por sí mismos Los alumnos deben aprender de los demás y luego compartir su aprendizaje con el resto.
Los estudiantes tienen que decidir solos Darle a los estudiantes el poder de decidir es clave en el aprendizaje basado en la fortalez
3Hay que darle tiempo al estudiante para que reflexione Todos, desde los profesores a los estudiantes, pasando por los gestoreseducativos, deben escribir y reflexionar sobre lo que se está aprendiendo.
4Fomentar la innovación Los docentes deben ofrecer a los alumnos la posibilidad de desarrollar su talento innovador en el aula. Por ejemplo, dejándoles crear un canal de YouTube y, a partir de ahí, construir un aparato tecnológico.
5Tener pensamiento crítico Los alumnos deben hacerse preguntas y poner en duda lo que aprenden y, para ello, el docente debe de fomentar este tipo de pensamiento con actividades que inviten a reflexionar.
Búsqueda y resolución de problemas Las clases deben ofrecer a los estudiantes desafíos y permitir que encuentren soluciones innovadoras a los problemas que se les plantea en la escuela.
7Autoevaluación Es muy importante que los estudiantes sepan evaluarse a sí mismos para entender mejor lo aprendido y ver sus errores.
8Aprendizaje conectado Couros recomienda contar con la participación de otros docentes y expertos en las clases. Algo que, gracias a la tecnología, se puede hacer de forma relativamente fácil, ya sea a través de las redes sociales o por medio de videoconferencias tanto para el contacto como para la participación.
Maestro. Es un profesor que se encarga de la educación formal e institucionalizada de los niños de Educación Infantil, Primaria o Especial en escuelas o colegios.
Etimología de la palabra La palabra maestro tiene un origen latino, derivado de magister. Algo maestro es todo aquello que se destaca por sus virtudes, tanto referidas a una cosa, hecho, producción o persona. Así se dice por ejemplo: "es una obra maestra de ingeniería" o "es un maestro jugando al fútbol".
En sentido más preciso, es alguien dotado de los conocimientos y la habilitación necesaria para enseñar, lo que significa impartir conocimientos en contenidos teóricos, científicos, históricos, matemáticos, lingüísticos, artísticos o técnicos.
Los sofistas griegos eran maestros que intercambiaban su saber por un precio. Protágorasrecibió bastante dinero a cambio de sus enseñanzas. A diferencia de ellos el gran maestro Sócrates no recibía dinero a cambio de sus lecciones, y aplicaba un método (Mayéutica), por el cual, el maestro no le daba el conocimiento al alumno sino que los ayudaba a sacarlo de su interior, a descubrirlo, a modo de un partero, que en este caso en lugar de un niño, extrae del interior del ser humano, su propio saber.
En la Edad Media los maestros artesanos eran aquellos que enseñaban un oficio a sus aprendices. Si bien se puede calificar de maestro a todo aquel que enseña, y así se dice que los padres son los primeros maestros de sus hijos, o que la calle es maestra en la escuela de la vida; en sentido estricto se reserva la calificación de maestros para aquellos que imparten la enseñanza formal en los colegios, sobre todo la educación básica, dotados de la habilitación para hacerlo, tras complementar los estudios necesarios.
El maestro es una parte esencial del proceso de enseñanza-aprendizaje. La otra parte indispensable es el alumno o educando, que será guiado, conducido, asesorado, estimulado y orientado por el maestro en la búsqueda del objeto del saber. En estudios superiores, los docentes reciben el nombre de profesores. Quien enseña el arte de la esgrima es denominado maestro de armas. El maestro de ceremonias es quien conoce y organiza los eventos oficiales de acuerdo al protocolo.
Fechas conmemorativas En América el 11 de septiembre se conmemora el "Día Panamericano del Maestro", recordando el fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento en el año 1888, con las excepciones de México,Colombia (se celebra el Día del Maestro el 15 de mayo), Uruguay (el 22 de septiembre), Perú (se celebra el 6 de julio de cada año en todo el país) y Chile ( se celebra el 16 de octubre, conmemorando la fundación del Colegio de Profesores del país). En El Salvador es el 22 de junio el día del Maestro, fecha del fallecimiento en 1890 del Gral. Francisco Menéndez, principal impulsor de la dignidad magisterial y principal reformador de la educación salvadoreña. En España se celebra el Día del Maestro en honor de José de Calasanz el 27 de noviembre. Fuentes
Institución Educativa La humanidad, desde sus albores ha trazado las pautas para la transferencia de conocimientos de generación en generación; forjando así la primera Institución Educativa (IE) de todos los tiempos: La Familia (Centro de Referencia Latinoamericano para la Educación Preescolar, s.f.). Al igual que los centros educativos, la familia es una institución que transmite valores, principios y expresiones culturales.
Definir una Institución Educativa (IE) implica adentrarnos a aquellos factores humanos que interfieren en el proceso educativo, tales como maestros, alumnos y administradores del proceso. Debemos remontarnos a los valores transferidos por ellos en su realidad sociocultural (Alonso A. , Ed. 2004), que dependerá en todo sentido de sus saberes previos (Tejeda Fernández, 2000)
Una IE es un sistema organizado de estructuras que está fuertemente arraigado de valores, sentimientos y actitudes con una finalidad conocida por todos: la gestión del proceso enseñanza aprendizaje. Pero, en sí misma es un sistema basado en el intercambio de información entre los emisores y receptores. Donde los papeles tanto del emisor como del receptor se ven intercambiados permanentemente
Pero, desde el punto de vista ostensivo (Barba Vicente, 20015-2016), ¿es posible indicar que las instituciones educativas son edificios? Claro que no, la realidad en que vivimos nos demuestra que la educación no se limita a estructuras físicas ni aspectos geográficos. Es más bien, un ente de acervo cultural que está acompañado de las palabras claves: “INTERCAMBIO”, “APRENDIZAJE”, “ENSEÑANZA”, “PRINCIPIOS”, “CONOCIMIENTOS”, “VALORES” y “COMPROMISO”. El término ostensivo limita el vocablo “institución educativa” a la expresión “centro educativo”
Dentro de los centros educativos y la familia es menester plantearnos la siguiente interrogante: ¿qué pasa si los principios arraigados han sido erróneos? En ese caso empezamos a perder nuestra identidad y terminamos transmitiendo, de generación en generación, falacias y negatividades que tomamos como buenas y válidas. De ahí surge una definición negativa de la Institución Educativa convirtiéndola en una antítesis de su verdadera razón social
No existen limitaciones estructurales para una IE. Y a su vez, considero un error tomar una definición intrínseca de ella; pues deshumaniza los elementos aportados por los protagonistas del proceso y nos lleva a tomar una definición negativa y mal estructurada de una IE. Considero que la definición más acertada de una IE es la extrínseca porque toma en cuenta los roles dentro del sistema y el ambiente en que ellos se desenvuelven.
En conclusión, todo modelo, centro o institución educativa: dependerá del paradigma impuesto por las personas que interfieren en ella; se enriquecerá de las variedades del entorno; será capaz de gestionar personas hacia el desarrollo de sus habilidades cognoscitivas; no se limitará a espacios físicos; y por encima de todo, transmitirá conocimiento a cada uno de los entes que componen el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Bibliografía Alonso A. , J. M. (Ed. 2004). La educación en valores en la institución escolar: planeación-programación. México, D. F.: Editorial Plaza y Valdés. Barba Vicente, D. (20015-2016). Módulo 1: La Gestióin Educativa. España. Centro de Referencia Latinoamericano para la Educación Preescolar. (s.f.). La familia en el proceso educativo. Obtenido de Organización de Estados Iberoamericano Web Site: http://www.oei.org.co/celep/celep6.htm Tejeda Fernández, J. (2000). La educación en el marco de una sociedad global: algunos principios y nuevas exigencias. Profesorado, revista de currículum y formación del profesorado , 1-13.
Importancia de la formación docente en la actualidad
Actualmente la educación ha sufrido transformaciones y reformas en sus planes y programas, siendo más exigentes para adentrarse a la nueva sociedad del conocimiento y donde precisamente la educación exige estudiantes con competencias sólidas para su ejecución. En este sentido, las escuelas de hoy no sólo preparan para culminar un nivel educativo, sino además deben de preparar a sus estudiantes para el futuro en el que se van a enfrentar de manera que, comprendan los problemas actuales desde una perspectiva objetiva, implementando las competencias adquiridas, por ello, los docentes deben estar actualizándose —en todos los ámbitos— con la finalidad de cumplir los perfiles de egreso que se exigen.
La mayoría de los maestros fueron educados bajo un modelo tradicional, y aunque en la actualidad se habla de constructivismo, se sigue realizando una mezcla de constructivismo con tradicionalismo, pero también está en los docentes la capacidad para realizar cambios acordes a las nuevas reformas y acuerdos. Sin embargo, se debe prestar mucha atención a la aplicación de estrategias y técnicas en el desarrollo de las actividades diarias para el proceso de enseñanza-aprendizaje, tales como: el trabajo colaborativo y no cooperativo —exclusivamente— la participación, el involucramiento de la creatividad, motivación intrínseca, libertad de expresión, uso y empleo de las TIC, análisis, investigación, involucramiento a través de los proyectos y sobretodo ofrecer la confianza para crear ambientes de aprendizaje, esto tal y como lo describe Dean (1993).
El docente actual, debe estar consciente de que pertenece a una sociedad del conocimiento que exige una cantidad de competencias a desarrollar con los estudiantes para poder ampliar las clases y actividades, logrando cambios precisos, como tener claro que son un ejemplo a seguir, por lo que el trabajar y crear ambientes de aprendizajes significativos augura un involucramiento y desarrollo de competencias dentro y fuera de la escuela.
Hoy en día, ese desarrollo de competencias va implícito en el trabajo que realizo día a día, porque más que prepararme con cursos, diplomados, entre otros, es aterrizarlo en la práctica, como docente esa profesionalización va inmersa cuando planeo al involucrar en los contenidos actividades que sean retos, donde el estudiante empleé el razonamiento para la construcción de un pensamiento complejo. Bajo esta perspectiva y como ejemplo personal, he sido evaluada en permanencia como maestra de grupo con el proyecto de enseñanza y de directora con el de gestión, donde me percaté, que debemos tener claro las competencias del docente para poder desempeñar un buen rol en grupo o dirección; por ello en estos proyectos son importante la actualización constante, el trabajo entre pares, colaborativo y la práctica docente.
Como docente, entrego cada semana planeaciones y como directora también las pido, esto con la finalidad de dosificar contenidos acordes al grupo, bloque y conocer que se trabajará en la semana para tener un panorama de los aprendizajes esperados a cumplir y precisamente esta elaboración de la planeación debe ser basada en las competencias que debemos tener como docentes.
Además, es tarea del docente que dentro de estos cambios inspiren y enlace contenidos hacia una visión compleja que conlleva a una educación integral, considerando que la mejor manera de transformar a la sociedad es, sin duda, a través de la formación, donde construya una nueva forma de hacer teoría del conocimiento acorde a la nueva educación, ciencia y filosofía que se requiere para transformar la sociedad con el involucramiento de todos los actores de la educación.
En la práctica docente diaria, los maestros deben implementar estrategias con actividades como por ejemplo: la construcción de la competencia por proyectos, estudio de casos, por transversalidad, por grupos de discusión, paneles, debates, proyectos didácticos, de tal forma que las estrategias lo lleven a resolver y enfrentarse a los problemas reales; que le permitan al estudiante vaya más allá de lo visto en clase (meta cognición) para que su aprendizaje sea significativo, como el uso organizadores gráficos, trabajo entre pares, auto evaluación, ya que las actividades traen consigo un proceso de complejidad de acuerdo a las etapas de desarrollo de los alumnos, por lo que se debe buscar lo mejor para ellos, y eso será a través de los trabajos que desarrolle.
Cuando el docente esté consciente de dichos cambios en la sociedad y educación, logrará una profesionalización y maduración en la forma de actuar y de ser, ya que, muchas de las veces, se enfocan exclusivamente en tratar contenidos del plan y programas, dejando a un lado, el ser. En este mismo sentido, Arredondo (1989) describe que el docente además de ser facilitador también funge el papel de investigador, asesorv y guía, señalando que debe indagar respectos de los intereses de los alumnos, el contexto cultural, social y escolar, factores importantes que dicha investigación o reconocimiento permitirá saber que estrategias y/o técnicas se deben aplicar, logrando así que los alumnos cumplan con los aprendizajes esperados.
Es importante señalar que las características antes señaladas (investigador, asesor, facilitador y guía) forman parte de las competencias y de la formación que un docente debe tener en la actualidad, en estos tiempos no podemos limitarnos en sólo estar frente a un grupo y dejar de aportar a la educación. Si bien es cierto cada docente sabe que el compromiso que tiene para con los alumnos debe ser significativo, no sólo en las calificaciones, sino en la forma de desenvolverse en este mundo actual, lo que conduce, a crear nuevos ambientes de aprendizaje, cuyas características deben ser enfocadas a que el alumno emplee lo que conoce y está a su alcance, teniendo la capacidad de vincular su contexto con la teoría.
Aunado a ello, estos ambientes de aprendizaje se lograrán al tener un compromiso claro y preciso entre facilitador–alumno, en el que exista la confianza, motivación, actividades lúdicas, participación interactiva, entre otras, así como el empleo de las TIC, todo ello, basado en las actividades que se planean y se implementan en las clases, a través de tener como fundamento el contexto que se realiza al inicio del ciclo escolar y los estilos y ritmos de aprendizaje de los alumnos, para organizar y diseñar situaciones que le permitan al docente y alumno interactuar.
En la formación que tenemos como profesionales de la educación no sólo se trata de estudiar y tener algún papel que lo acredite, sino tener presente que para estar activos debemos llevarlo a la práctica, tal como lo indica el principio pedagógico 1.3 (generar ambientes de aprendizaje), 1.4 trabajar en colaboración para construir el conocimiento) y 1.6 (usar materiales educativos para favorecer el aprendizaje); por ello, Perrenoud (2004)describe que el trabajo en equipo es importante para el logro los aprendizajes y que como docentes en la búsqueda constante de estrategias para lograr el perfil que nos exigen, debo estar en esa investigación y hacer uso de los recursos y/o materiales para desarrollar un ambiente de inclusión y diversidad. Finalmente, ser docente es trascender en esta nueva sociedad del conocimiento con el compromiso definido que la vocación no es sólo trabajar en el aula, sino, en la búsqueda constante de ser un guía y facilitador que deje en los alumnos la huella para enfrentar los retos que se les presenten, haciendo uso de lo que sus maestros le enseñaron en el aula y fuera de ella.
El docente tiene que ser más un intelectual que un instructor, además de ser capaz de entender, y compartir, el alcance político y social de su profesión.
No vivir la profesión en el día a día sino en lo que le queda por hacer. Vivir la profesión desde la perspectiva del intelectual, no desde la del instructor o la del reformador, que intenta juzgar el mundo con justicia e independencia. Los reformadores, como escribía Chesterton, son una parte esencial del mundo que reforman y suelen ser unos esnobs o unos especialistas. Hay políticas educativas y leyes que pretenden convertir la profesión docente en un trabajo más, y la educación en un negocio y que se lleva como cualquier otro negocio, que se dirige con la misma frialdad, el mismo distanciamiento y las mismas exigencias que una sucursal bancaria o una agencia de seguros.
La docencia, como la educación, está inspirada en una ética de la responsabilidad. “Quien se inspira en la ética de la responsabilidad piensa en cambio, no sólo en la pureza de sus valores, sino también sobre todo en las consecuencias de sus actos”, Claudio Magris. Nunca han estado los docentes como hoy llamados a ejercer la duda sobre su trabajo y a interrogarse sobre su sentido y sus consecuencias. Nunca llamados como hoy a no someter a su profesión a las leyes educativas más conservadoras, pero si a las personas a las que educa.
El docente no puede sustraerse a la responsabilidad de elegir valores universales cuando ejerce su trabajo intelectual. La educación, como escribía Hanna Arendt sobre los estudios, es comprender lo que sucede en el mundo, pero también elaborar juicios para entender y dar respuestas a los acontecimientos y para poder valorar los actos. Se trata de una tarea intelectual y moral, en medio de la complejidad de la situación del aula y de la falta de liderazgo moral de importantes componentes de la sociedad, que urgen al docente a que se ocupe de todo, con lo que deja de ser docente. En estos tiempos la docencia es una profesión de riesgo. Y un compromiso social y político que requiere de mucho coraje. Esta doble tarea intelectual y moral es la que va a permitir al docente educar a las personas “en un justo medio ideal entre un razonable relativismo cultural, respetuoso con la diversidad, y la medida necesaria de universalismo ético sin el cual no es posible una vida política, civil y moral”, Claudio Magris
Nuestra sociedad está fundada en el conocimiento y lo que el docente debe comunicar es el amor por el conocimiento a través de las distintas disciplinas, pero también la actitud cívica y moral necesaria para una convivencia pacífica donde el conflicto se gestione a través del diálogo. Una educación sin este doble componente es una educación incompleta. El conocimiento, necesariamente, no te convierte en ciudadano, como el título de profesor no te convierte en docente, aunque te habilite para impartir clases.
Como docentes, no podemos permanecer indiferentes Hoy más que nunca la profesión docente debe estar vinculada a la moral, y a la ética, a la vida política, al desarrollo sostenible y a la ‘economía verde’ y no especulativa. El trabajo del docente tanto a título personal como colectivo debe ser capaz de activar ese “efecto mariposa” definido por el meteorólogo Edward Loren, en su teoría del caos, donde cada acción es importante por insignificante que parezca, pues puede provocar una reacción en cadena en cada persona que conocemos, en cada escuela, en cada niño y cada niña, como “el simple aleteo de una mariposa”, pues los problemas de otras personas, de otros países, no los podemos mirar con indiferencia porque ahora son nuestros problemas y en la resolución nos jugamos la vida de la sociedad y del planeta. COMPARTIR
Los docentes son los encargados de formar a los niños. Su labor conlleva una gran responsabilidad ya que en sus manos está la formación académica y personal de las futuras generaciones. Todos tenemos en la memoria a algún profesor que marcó nuestra infancia o adolescencia. Quizá no nos trasmitió muchos conocimientos, pero nos enseñó a pensar.
Un buen docente deberá tener una serie de cualidades y requisitos que lo hagan especial para sus alumnos y le permitan ganarse su atención y confianza. Te presentamos algunas de estas técnicas imprescindibles para un buen maestro:
Motivación: Si un docente no está motivado, difícilmente conseguirá motivar a sus estudiantes. Las clases se convertirán en una pura rutina en la que el desencanto y el aburrimiento se irán apoderando de todos. Si el profesor ama su profesión y se encuentra motivado, sus alumnos lo estarán.
Llegar a todos los alumnos: No importa tanto el número de estudiantes si no el llegar a todos, conocerlos, escucharlos y entablar con ellos una comunicación amistosa que facilite la relación.
Ganarse el respeto de los escolares: No se debe recurrir al temor o la imposición, si no al respeto mutuo. Si tienes una actitud de respeto y tolerancia con los colegiales, ellos aprenderán a tener la misma actitud contigo.
Promover la participación de los alumnos: No es conveniente que el profesor intente acaparar la atención todo el tiempo. Es mejor que los estudiantes interactúen. Los escolares participativos aprenden mejor y se vuelven más responsables. ¡Intenta retarles para que su participación sea mayor! A los niños y jóvenes les gustan los retos.
Clases dinámicas: Al moverse por el aula el profesor conseguirá atraer la atención de los niños. Los estudiantes no tienen por qué permanecer sentados e inmóviles en sus pupitres. Es mejor introducir novedades para hacer las clases más dinámicas.
Preparación de los temas: Antes de explicar una asignatura hay que dominarla. Es necesario preparar las clases con antelación y tener en cuenta las preguntas y dudas que pueden surgir durante la exposición. Esto hará que aumente la confianza en ti mismo como docente.
Aumentar la autoestima de los alumnos: Además de inculcar conocimientos, el docente está formando personas. Deben dejar que los alumnos se expresen, apoyar sus buenas ideas, felicitarles por sus buenos trabajos, evitar comparaciones y darles apoyo. Las mejoras de los alumnos serán evidentes.
Ayudarles a pensar: No hay que dar las respuestas. Es mejor ayudarles a que las encuentren por sí mismos.
Al poner en práctica estas teorías las clases se convierten en algo mucho más dinámico, con alumnos motivados, contentos y deseosos de asistir al aula.
Los 6 recursos que un maestro debe tener El maestro del siglo XXI dispone de recursos que muchos consideran vitales en el aula para potenciar sus clases y potenciar la comunicación con los padres.
1. Tablet. Una de las personas que aportó su testimonio, Rina Hallock, recomendó el uso de una Tablet. En su caso ha sido de suma utilidad, dijo. Le ha permitido estar en contacto con los alumnos por email, buscar estrategias para enseñar mejor a sus alumnos, imágenes e información para cuando los estudiantes lo requieren y hasta chequear archivos a través de Dropbox.
2. Herramientas para la comprensión. Las mismas fueron recomendadas por W. Tom Pearce. Si comprendes lo básico de lo que enseñarás el qué, cuándo, quién, dónde y el por qué será más fácil de comprender las cosas para los alumnos. Si “comprenden” realmente, podrán obtener mejores resultados.
3. Publicaciones. Carol Martyniuk recomendó “American Educator” de la Federación Americana de Maestros o “National Writing Project” (NWP). El acceso a la primera herramienta para los no socios es de $10 por año y te permitirá leer documentos de reflexión sobre la educación e investigaciones.
4. Un sistema de comunicación entre escuelas y padres. Se considera que cada escuela debe tener dicho sistema para poder evaluar diariamente el comportamiento y habilidades de los alumnos con acceso desde sus hogares procurando un mayor acercamiento con los padres, según dijo Dave Dickerson.
5. El aire libre. Lejos de las opciones anteriores, Bev DeVore-Wedding, manifestó que si tuviera que elegir solamente un recurso optaría por el aire libre.
6. Recursos internos. Tom Layton, por su parte, asegura que lo primordial es la actitud del maestro, creatividad, instinto, dedicación y sentido común.
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