Erstellt von CRESPO CHUGAR OSCAR CRESPO CHUGAR OSCAR
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La escritora paraguaya Margot Ayala de Michelagnoli escribe en su narrativa titulada Entre la Guerra y el Olvido: Entrar en el Chaco es transitar en medio de una atmósfera donde el tiempo tiene otra dimensión y las horas se deslizan en un espacio mítico... Al sur, el río Pilcomayo, que en épocas de lluvias se convierte en un pantano infranqueable, se desplaza desde el río Paraguay... Este fue el escenario de la Guerra del Chaco (p.5) En la guerra todo se vale... La última batalla se perdió en el campo diplomático. Argentina ayudó secretamente al Paraguay, y su canciller Saavedra Lamas fue galardonado con el premio Nobel de la Paz, atribuyéndole la pacificación del Chaco. Esa “paz” significó para Bolivia, además de las pérdidas humanas, otra desmembración territorial. Literatura En la literatura el conflicto chaqueño suscito una serie importante de novelas que constituyen una de las contribuciones más originales y significativas a la novela social hispano americana del siglo 20. Por una parte estas novelas aparecen un tanto en simetría con las de revolución mexicana, aunque son menos numerosas; por otra parte, se hallan junto a las novelas indigenistas de tendencia reformista, típicas del segundo tercio de este siglo. Por su carácter de obras contemporáneas a los acontecimientos, las novelas de la guerra del chaco ofrecen a los interesados en la América hispana un vivo testimonio del proceso histórico y cultural de Bolivia y del Paraguay. Proporcionan una visión inmediata de los problemas que suscito o acentuó el conflicto, y nos hace significativas revelaciones en cuanto a toda una generación de bolivianos y paraguayos que se enfrentaron el chaco, no tanto como enemigos en la contienda, sino más bien como hombres unidos en una trágica encrucijada de su historia nacional. Ninguna obra a la altura del dolor boliviano? Una referencia bibliográfica importante es el ensayo “La literatura boliviana de la guerra del Chaco"(1969), cuyo autor es Don Jorge Siles Salinas. Allí se lee: “La lectura de las novelas y cuentos inspirados en la guerra nos lleva a la comprobación decepcionante de que ninguna de esas obras ha sido capaz de juzgar ese duelo entre las dos naciones a la luz de su propia realidad histórica y cultural” Pero el crítico más autorizado es sin duda Carlos Medinaceli, quien se refiere con ironía a los “chacólogos”. En 1936, es decir, a un año de finalizada la guerra, escribe: “Aunque sea doloroso decirlo, este año no se ha publicado ninguna obra, en ninguno de los géneros, que esté a la altura del dolor boliviano o que haga frente a la realidad que nos aplasta”. Lo que nos lleva a dividir la narrativa de la guerra del Chaco en dos categorías: Las obras literarias o los testimonios redactados durante el conflicto armado: suelen titularse como crónica,recuerdos o diario Las novelas o los relatos escritos una o varias décadas después por autores que no necesariamente tomaron parte en la guerra: La distancia cronológica entre los hechos y la redacción de la obra literaria da lugar a una selección del ambiente y de la historia. Los hechos más nimios son eliminados y queda tan solo aquello que es indispensable para caracterizar una atmósfera o que tiene valor de símbolo o de mito. Por eso, las obras escritas varios años después de un acontecimiento suelen ser de mejor calidad desde el punto de vista literario. Para que sus obras tuvieran un carácter realista, los novelistas o cuentistas que escribieron mucho tiempo después de que terminara la contienda utilizaron también generalmente la forma del diario; así lo hizo Augusto Céspedes en Bolivia, pero también Augusto Roa Bastos en Paraguay, los dos autores más afamados que han tratado la guerra del Chaco como tema literario; ambos escribieron relatos fraccionados en una sucesión de fechas como las que figuran en las libretas de memorias de algunos soldados. Chacólogos.-Escritores que publicaron manuscritos durante la guerra del Chaco
El cuento mas destacado de Bolivia durante el ciclo de la Literatura del Chaco De lo que se ha escrito y publicado hasta ahora, el tiempo – ese juez supremo e inapelable – ha rescatado el cuento que titula “El pozo” de Augusto Céspedes. Es decir, que cuando se habla de la literatura de la guerra del Chaco, el título que de inmediato viene a la memoria de la gente que ha leído un poco, es el de ese cuento. Y también en el contexto latinoamericano “El pozo” es una pieza antológica infaltable. La sed, como fatídico enemigo invisible, pero real, está narrada con gran maestría por el mencionado escritor. Obras y Autores importantes de Bolivia "La laguna H3" Adolfo Costa Du Rels (1967) "Prisionero de guerra" Augusto Guzmán (1937) "Repete" Jesús Lara (1937) "Aluvión de fuego" Óscar Cerruto (1935) "Sangre de mestizos" Augusto Céspedes (1936) Algunas obras y autores de Paraguay "Bajo las botas de una bestia rubia" Amaldo Valdovinos (1933) "Cruces de quebracho" de José Villarejo (1934) "Hijo de hombre" Augusto Roa Bastos (1960) El verdadero enemigo En el fragor de los combates, el enemigo se vuelve una abstracción primero porque casi nunca se le puede ver, y segundo porque finalmente el paraguayo o el boliviano no son el verdadero enemigo. Los verdaderos enemigos son la sed, el motivo recurrente en todos los relatos, la impotencia del hombre frente a su destino, y en último lugar la crueldad y la inutilidad de la guerra. El problema del abastecimiento de agua representa una de las mayores dificultades de esa guerra, y tanto Céspedes como Roa Bastos otorgan a los camiones aguateros un papel relevante; de ellos depende la supervivencia de los combatientes atrapados en la monstruosidad de la lucha armada.
Jorge Siles Salinas, autor de "La literatura boliviana de la guerra del Chaco": 1. Los autores bolivianos de los que me ocupé en el libro de 1969 presentan rasgos distintivos que hacen de su obra un ciclo literario consistente. 2. La mayoría de ellos fueron testigos de los episodios de la guerra. Al término del conflicto, ya desde el año 35 hasta el 39, se apresuraron a publicar sus manuscritos (en forma de cuento o novela) en países vecinos al nuestro, particularmente en Chile y Argentina. Conmovidos por una necesidad vital de transmitir sus experiencias personales. Algunos de los libros fueron la obra única de sus autores. Entretanto, los más señalados e ilustres escritores de Bolivia de las generaciones anteriores guardaron un extraño silencio, sin querer consagrar obras propias al suceso épico y trascendental que se desenvolvía en los lejanos territorios de una zona desconocida e impenetrable que nos separaba del Paraguay. 3. Los criterios que se recogen por lo común en los escritos de los autores comentados coinciden en hablar con horror del escenario trágico en que la Guerra se desenvolvió. Coinciden en sostener que el mayor causante de las aflicciones padecidas por nuestros soldados fue el ambiente geográfico, hostil a toda forma de vida humana que allí les rodeaba. Esto hace concebir al paraguayo adversario no como un verdadero enemigo sino como una víctima semejante. Es claro que las novelas de la Guerra del Chaco forman un ciclo literario, en el sentido que se asigna a este concepto cuando se habla del conjunto de obras narrativas que giran en torno a un período histórico preciso o a una serie encadenada de acontecimientos. Así como la Guerra Civil de España o la Revolución Francesa o la Guerra de Secesión en los Estados Unidos han originado una variada producción novelística inspirada en esos grandes sucesos, que han configurado el rumbo de la historia, así también, en nuestra particular circunstancia, reducidas las proporciones en que nuestras biografías nacionales se desenvuelven, la contienda que libraron Bolivia y Paraguay, desde 1932 a 1935, no ha dejado de suscitar un movimiento interpretativo, en uno y otro país, tanto en la literatura puramente histórica como en la de ficción, que ha venido a iluminar uno de los momentos más dramáticos y memorables de su existencia
Artistas importantes en la Guerra del Chaco Ademas de los literatos que ya mencionamos hay músicos y retratistas que grabaron en sus melodías o dibujos aquello que atestiguaron y que con sus manos describieron. Entre los artistas más destacados están Arturo Reque Meruvia, quien convivió con el bravo soldado boliviano, Gil Coímbra Ojopi, el beniano que dejó consolidado en el oleo la guerra chaqueña. Cecilio Guzmán de Rojas y Arturo "El Loco" Borda dieron un rostro mestizo a sus obras bélicas. Raúl G. Prada cuyos retratos al grafito, son la esencia del soldado boliviano de las trincheras. Y Ronald Khunle, artista alemán que creó postales basadas en hechos de la campaña realzando el sacrificio y esfuerzo del ejército boliviano. En la post guerra se destacan Miguel Alandia Pantoja y Emiliano Lujan, ambos caricaturistas que sobrevivieron el cautiverio. Incluso en Paraguay, Alandia Pantoja logró retratar en acuarela al subteniente Julio Cordero, hijo del famoso fotógrafo paceño. Lujan se destacó como escultor y cuya obra "el soldado desconocido" es un emblema del soldado boliviano que luchó y murió en el Chaco. La guerra forjó varios músicos, como fue Enrique Portocarrero, quien compuso el tango "Illimani"; Misael Laguna del destacamento 317, quien en complicidad con su amigo Félix Álvarez compuso la famosa cueca "Despedida destacamento 317" canción que Música de Maestros popularizó bajo el título de: "Despedida -Brigada fantasma". Y el maestro músico Adrian Patiño cuyos boleros de caballería eran la última canción que escuchaban varios soldados al momento de entrar al Chaco y aún hoy se oyen cuando se da el ultimo adiós a una persona fallecida. Uno que hasta ahora no ha sido reconocido como merece es el entonces soldado Daniel Espinar Rada, quien fue capturado y en el cautiverio compuso y adaptó varias polkas paraguayas como son "Noches del Paraguay" y "Escondidos", denotando la crudeza de la vida de campaña, así como la del prisionero de guerra. Fragmento del articulo escrito por Airton Laureano Chambi Ocaña Estudiante de la Carrera de Historia de la Universidad Mayor de San Andrés. / Revistas bolivianas Conclusión La guerra formo a grandes personas, pero apuesto que si les preguntamos hubieran preferido que la guerra no ocurra, aunque eso implique no haber sido conocidos por la obra, canción o dibujo que llevaron a cabo. La paz no es eterna hay que darnos cuenta que en algún punto de la historia,en el futuro, tarde o temprano tendremos que enfrentarnos nuevamente, ya sea con Paraguay o con algún otro país. Es ahí donde viviremos lo mismo que vivieron algunas personas de las que mencionamos. A la generación que le toque participar en una guerra le deseo toda la suerte del mundo. Suerte soldado...
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