BUSCAR A DIOS DENTRO DE UNO MISMO

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Grado Superior Teología Mística (Camino hacia la unión con Dios) ((I) CAMINO HACIA LA UNIÓN DEL ALMA CON DIOS) Notiz am BUSCAR A DIOS DENTRO DE UNO MISMO, erstellt von Isidro Esparza Marín am 17/06/2016.
Isidro Esparza Marín
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BUSCAR A DIOS DENTRO DE UNO MISMO

BUSCAR A DIOS DENTRO DE UNO MISMO(1) TENER A DIOS DENTRO DE SIActualizado 20 agosto 2012Quien vive habitualmente, en gracia y amistad de Dios…, siempre tiene dentro de si al Señor. Esta es una irrefutable verdad, asegurada con palabras salidas de la boca del Señor, que nos dejó dicho: “Si alguno me ama guardará mi doctrina y mi Padre lo amará; y vendremos a él y haremos morada en él”. (Jn 14,23). Y es de tal importancia esta afirmación divina, que San Juan que es el evangelista del amor, insiste en el tema recogiendo otras palabras del Señor que en distinta ocasión también manifestó y que dicen: “El que conoce mis mandamientos y los guarda, ése me ama; y al que me ama lo amará mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él”. (Jn 14,21). De estos dos pasajes evangélicos claramente se deduce que amar al Señor es guardar sus mandamientos, claro está que sus mandamientos pueden ser guardados con distinto grado de celo y a ello corresponde decir, que Dios no nos ama a todos por igual, ya que dado que una de las características del amor es la reciprocidad que este pide, Dios ama al que más le ama.Dios el creador del cielo y la tierra de todo lo visible y lo invisible, es decir, lo visible que es lo que ven los ojos de nuestra cara, o sea la materia y lo material y lo de invisible que es lo que no pueden captar los ojos de nuestra cara, pero si lo pueden captar solamente los sentidos de nuestra alma, es decir el espíritu y lo espiritual. Dicho de otra forma, a la materia siempre la capta la parte material del ser humano, que es su cuerpo y quien capta en el ser humano, la parte espiritual es su propia alma. En la medida en que esta se encuentre más desarrollada y fortalecida por el amor al Señor, el alma de que se trate tendrá siempre una mayor capacidad de recepción de todo lo que se refiere a Dios y el mundo de lo espiritual.Y además de San Juan, el discípulo predilecto del Señor, el que redactó el más espiritual, profundo y emotivo de los cuatro evangelios, San Mateo también en su evangelio, remacha la idea fundamental de que solo se puede amar a Dios, si se cumplen sus mandamientos y nos menciona también la Inhabitación de la Santísima Trinidad en el alma humana, al decirnos que el Señor dejó dicho: “Si me amáis observaréis mis mandamientos. Yo rogaré al Padre y Él os dará otro Consolador para que esté con vosotros siempre, el Espíritu de la verdad, que el mundo no puede recibir porque no le ve ni le conoce. Vosotros le conocéis, porque mora con vosotros y estará con vosotros”. (Mt 22,13-14).Aunque indistintamente al tratar este tema de la Inhabitación triitaria, en el alma human, unas veces se habla de la inhabitación de la Santísima Trinidad, otras de la del Espíritu Santo, otras de Dios. Esto puede crear confusión, pero es el caso de que realmente, la inhabitación es siempre Trinitaria, lo que ocurre es que en virtud del principio de Circumincesión intratrinitaria, donde se encuentra una de las personas de la Santísima Trinidad también se encuentran las otras dos, es por ello que el Señor una vez manifestó: "Yo y el Padre somos una sola cosa”. (Jn 10,30). Precisamente es en la gloria del amor Trinitario donde nosotros, aspiramos a integrarnos; bueno naturalmente, los que aspiren a ello, que si estas leyendo esto, no cabe duda de que participas de esta aspiración.En razón a todo lo anteriormente dicho, es por lo qué nosotros somos templos vivos de Dios. Con el bautismo el alma recibe la inhabitación de la Santísima Trinidad, y se convierte en templo vivo de Dios. Recibe a mi juicio, una hoguera con su mecha preparada para ser encendida. Si tarde o temprano, con su acercamiento a Dios, con su oración, el alma de la persona de que se trate, llega a encender esa hoguera, esta puede tomar caracteres de incendio, porque Dios es un fuego que devora. A partir del momento en que la mecha de la hoguera haya sido encendida, el alma, solo ha de hacer dos cosas; seguir orando y abandonarse en Dios, dejarse llevar por Él, no pretendiendo hacer nada por cuenta propia. Así, se puede asegurar sin lugar a dudas, si la fe es lo suficientemente adulta, que esa alma será eternamente dichosa y no ya en la futura vida, sino también en la de aquí abajo.La persona que toma plena conciencia de ser templo vivo de Dios, en cuanto porta al Señor dentro de su alma, ha de tener presente y es importante no equivocarse, que Dios es espíritu puro y cuando se aloja, como tal espíritu que es no se aloja, en la parte material de la persona, en su cuerpo, ya que esto es así, no tiene sentido buscar a Dios dentro de nuestro cuerpo, Dios inhabita en nuestra alma, por ello, si pecamos mortalmente desalojamos a Dios de nuestra alma. Dios y el pecado son absolutamente incompatibles. La búsqueda de Dios en nuestro ser debe de ser, sobre el alma no sobre el cuerpo. San Agustín acerca de este tema, nos escribe en el libro de sus Confesiones: “Tarde te hallé, estabas dentro de mí y yo de te buscaba fuera”. Dios indudablemente está siempre en todas partes. Él es el creador de todo, y su gloria y magnificencia se refleja en su obra, todo lo que vemos o contemplamos es obra suya; los hombres, solo somos instrumentos que Él utiliza. Nuestra búsqueda de Dios ha de ser en el interior de nuestra alma, es ahí donde el reside siempre esperando nuestro amor, que es lo único que le interesa de nosotros, que no podemos darle nada que el ya no tenga. Y ese amor que nos tiene es el que le movió a crearnos y ahora le mueve a hacer lo posible e imposible para que nos salvemos y seamos eternamente felices, participando de la gloria del amor Trinitario.Como en todos los temas espirituales, aquí hace falta mucho amor y perseverancia para alcanzar la dicha de encontrar a Dios dentro de uno mismo. San Agustín, se quejaba de haber alcanzado tarde esa meta. Cuando se alcanza esa meta, ello es signo de que la gloria de Reino de Dios ha entrado en esa alma, y el fuego de la zarza ardiendo, que vio Moisés, se ha transformado en un fuego de amor en su corazón un fuego que todo lo abrasa. Uno sentirá y comprenderá que está viviendo en esta maravillosa, cuando mirando para atrás vea y comprenda que el Señor le ha dado la vuelta a su vida, a sus relaciones con los demás, a sus inquietudes espirituales, a la fuerza de su amor al Señor y a los demás.., a todo con la facilidad de su vida espiritual, a todo como si su vida fuese un calcetín. No hay forma humana de dar datos precisos ni circunstancias, por que todos tenemos caminos diferentes para llegar al Señor, y con su absoluta omnisciencia a cada uno lo guía y lo trata de diferente forma, para encauzarle en el camino de la eterna salvación.Otras glosas o libros del autor relacionados con este tema.- Libro. BUSCAR A DIOS.- www.readontime.com/isbn=9788461164516- Libro. CONOCIMIENTO DE DIOS.- www.readontime.com/isbn=9788461179107- Buscar a Dios en el Yermo o en el Desierto. Glosa del 12-08-09- Amar a quien no se ve (Prox)- ¡Tarde te amé! Glosa del 22-09-10- Templos vivos de Dios. Glosa del 07-09-11- ¿Somos templos vivos de Dios? (Prox) (2) BUSCAR A DIOS DENTRO DE UNO MISMO Actualizado 30 diciembre 2012En el desarrollo de la vida espiritual de una persona, llega un momento y también se desea que llegue, en que uno se encuentra con el Señor "dentro de uno mismo". En relación a este encuentro hay una conocida exclamación de San Agustín que en su libro de Confesiones, escribió:¡Tarde Te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde Te amé!Y he aquí que Tú estabas dentro de mí y yo fuera,y por fuera Te buscaba; y deforme como era,me lanzaba sobre estas cosas hermosas que Tú creaste.Tú estabas conmigo, mas yo no lo estaba contigo.Me retenían lejos de Ti aquellas cosas que,si no estuviesen en Ti, no serian.Llamaste y clamaste, y rompiste mi sordera;brillaste y resplandeciste, y fugaste mi ceguera;exhalaste Tu perfume y respiré, ysuspiro por Ti; gusté de Ti ysiento, hambre y sed, me tocaste, yabráseme en tu paz.San Agustín, describe maravillosamente, lo que le pasaba antes de llegar a encontrar al Señor en su interior. Es esta una descripción plenamente aplicable, a todo el que lucha por avanzar en su vida espiritual y tiene el vivo deseo de entregarse al Señor. Pero hay que tener en cuenta, que Dios al igual que nos ha hecho a todos corporalmente distintos, también ha hecho que nuestras almas sean distintas. Se suele decir que: No hay almas gemelas y es así, por lo que ninguna experiencia espiritual de orden sobrenatural, será idéntica a nadie. Es por ello que la experiencia de encontrar alSeñor en nuestro interior, sea única como lo es todo lo que es un bien espiritual, es un fruto que nos dona el Espíritu Santo, cuando, como y dóndeÉl quiere. Nosotros no podemos forzar la voluntad divina, pero si podemos poner de nuestra parte, el vivo deseo de obtener este don. El encuentro de Dios en lo más profundo de nuestro ser, marca un antes y un después en la vida de la persona de que se trate, lo mismo que la conversión inicial de uno.Pero, repetimos, al ser todos nosotros criaturas diferentes, la forma o el camino de adquisición de estos bienes espirituales es siempre diferente. Estas situaciones, las hay espectaculares y ruidosas, como el agua que se despeña por una cascada y los hay silenciosos como el agua mansa que se desliza por la llanura camino del delta de su río.Todos los que deseamos avanzar en el desarrollo de nuestra vida espiritual, que es tanto como decir, en amar más al Señor, sabemos también como sabía San Agustín, como nos atraen y nos sujetan las bellezas de este mundo por Dios creadas.Como hombre, veo las maravillas naturales de este mundo y las que Dios ha permitido crear al hombre, como coches, barcos, aviones, y aunque no tenga dinero para comprar ni sostener, estas tentaciones, tengo que luchar contra el sueño de la posesión de ese coche, de ese yate, de ese jet privado de esa mansión de ensueño, de esa propiedad rústica y los sueños se acumulan y también la lucha contra ellos y es igual lo que les pasa a las mujeres, aunque sus preferencias vayan encaminadas a joyas y trajes. Todos hemos de luchar y si se dispone de medios económicos, la lucha es aún peor, porque no es contra sueños imposibles, sino frente a realidades tangibles. El peligro está en llegar a amar más, lo que ha hecho directa o indirectamente el Señor, más que a Él mismo y nos olvidamos de que poseyendo al Creador poseeremos todo lo por Él ha creado.Por ello, lo que no hay que olvidar, tal como el mismo San Agustín nos dice, es que Dios es el Creador absoluto de todo lo visible y lo invisible y nosotros tenemos la capacidad para llegar a identificarnos con el Creador de todo y el que posee el todo posee la parte del todo. El mismo San Agustín, nos dice: “¿Amas la tierra? Eres tierra. ¿Amas a Dios? No me atrevo yo a decirte lo que eres; escucha la Escritura: ‘Yo he dicho que vosotros sois dioses e hijos del Altísimo todos’, (Sal 81, 6)”. También San Agustín escribía diciéndonos: “De las cosas creadas quiero hacer una escalera para subir hasta Ti; por qué sé que, si las amo más que a Ti, no llegaré a poseerte”.La Santísima Trinidad está presente en el alma (inhabita) de toda persona bautizada que viva en gracia de Dios, pero no "inhabita" en nuestro cuerpo, ni en ninguna de sus partes nobles, como es el corazón que simbólicamente tanto se le emplea cuando hablamos o escribimos; el Señor"inhabita" en nuestra alma, porque ella al igual que Dios es espíritu puro y tal como se deduce, de lo que dice San Agustín: El amor a la tierra genera fango, el amor a Dios, genera nuestra glorificación. Por ello hemos de alcanzar el bien espiritual de encontrar a Dios en el interior de nuestra alma, para pode decir como decía San Pablo: “Vivo yo, pero no soy yo quien vive, sino que es Cristo quien vive en mi”. (Ga 2,20)”.Y este bien de encontrar a Dios en nuestra alma, ¿Cómo se logra? Es San Agustín en su libro de Confesiones, el que nos lo dice: “Habiéndome convencido de que debía volver a mi mismo, pensé en mi interior, siendo Tú mi guía y ello me fue posible, porque Tú, Señor, me socorriste. Entré y vi con los ojos de mi alma, de un modo u otro, por encima de la capacidad de estos mismos ojos, por encima de mi mente, una luz inefable; no esta luz ordinaria y visible a cualquier hombre, por intensa y clara que lo llenaba todo con su resplandor. Se trataba de una luz completamente distinta. Ni estaba por encima de mi mente, como el aceite sobre el agua o como el cielo sobre la tierra, sino que estaba en lo más alto, ya que ella fue quien me hizo y yo estaba en lo más bajo, porque fui hecho por ella. La conoce el que conoce la Verdad”. Autor de este artículo Juan del Carmelo, editor y responsable del Blog, El Blog de Juan del Carmelo, alojado en el espacio web dewww.religionenlibertad.com. Otras glosas o libros del autor relacionados con este tema.Libro. BUSCAR A DIOS.- www.readontime.com/isbn=9788461164516Libro. LA SED DE DIOS.- www.readontime.com/isbn=9788461316281¡Tarde te amé! Glosa del 22-09-10Templos vivos de Dios. Glosa del 07-09-11¿Somos templos vivos de Dios? Glosa del 19-07-12Tener a Dios dentro de sí. Glosa del 20-08-12(3) RECOGIMIENTO Y BUSQUEDA DE DIOS EN NUESTRO INTERIORComentarios y lectura de Camino de Perfección (Capítulos 28 y 29)Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant1. INTRODUCCIONEl Libro "Camino de Perfección", escrito por Santa Teresa de Jesús, tuvo el propósito de ser escrito para enseñar a sus hijas, es decir, a sus pequeños grupos de mujeres que vivían en los conventos, en especial al de San José, ubicado en Avila. Sin embargo, hoy sus enseñanzas se extienden a un universo fuera de los conventos. Caminar en la escuela de oración de Santa Teresa, es de algún modo un atajo en el largo camino que debemos recorrer para llegar a la “fuente de agua viva”. Camino que según Teresa es el que: “encierra en sí todo el camino espiritual, desde el principio hasta engolfar Dios el alma y darla abundosamente a beber de la fuente de agua viva que dije estaba al fin del camino” (CP 42,5).Hoy son muchos los expertos que comentan a Teresa de Jesús, Doctora de la Iglesia y Maestra de Oración, hay comentarios muy buenos y muy orientadores, sin embargo es muy interesante la lectura de sus propias fuentes, es decir de sus libros, pues ella a cada uno nos habla de una forma distinta y sería pecar de arrogante decir, “si no entiendes lo que ella te enseña, déjame explicarte”. Tal como dice Teresa de Jesús: “El Señor nos dará a entender”. (cf. Prologo de CP).Este comentario, no tiene otro fin que ilustrar y compartir lo que me dicen estos dos capítulos, 28 y 29, quizá, los dos más importantes capítulos del libro.2. LA ORACIÓN DE RECOGIMIENTO TAL COMO EL ALMA LO PUEDE CONSEGUIR (Capitulo 28) Teresa de Jesús, en el capítulo 28 y 29 de "Camino de Perfección", les enseña a sus hijas y hoy a nosotros, lo que es la "oración de recogimiento" tal como el alma lo puede conseguir. En esta etapa de oración, es "un recogimiento activo" y lo practica el alma mediante el entendimiento y la voluntad. El "recogimiento activo" tiene por objeto atender a la presencia de Dios en el alma, comprensible por la razón, por tanto viene al alma para que la conozcamos, la gocemos y amemos acreditada por la fe, y que, cuando Él quiere, la podemos disfrutar.Teresa de Jesús, nos solo nos declara qué es oración de recogimiento, además nos dice como podemos acostumbrarnos a este modo de oración. Con este modo de rezar, aunque sea vocalmente, se recoge la mente más pronto y es oración que trae muchos bienes. Se llama "recogimiento", porque el alma recoge todas sus fuerzas y entra dentro de si con su Dios, y su Divino Maestro viene a enseñarla y a darle "oración de quietud" más pronto que por otros métodos.Para Teresa de Jesús, llegar a este grado de oración, fue un gran descubrimiento, y con su enseñanza ahora lo es también hoy para nosotros. Recogerse interiormente a ese mundo misterioso que llevamos dentro, resulta tan desconocido como inexplorado.Al conectarse con la Presencia de Dios en el alma, emprendemos una comunicación afectiva en la cual podemos llevar la iniciativa, la cual no se nos perderá en el vacío, incluso si no percibimos una respuesta sensible. Pero seguro es, que a esta afectividad del alma, nos pertenece Dios con luz y con fuerza.La Madre Teresa le dice a sus hijas: “No nos imaginemos huecas en lo interior (CP 28,10), … Luego nos dice: ”Que, a mi parecer, si como ahora entiendo que en este palacio pequeñito de mi alma cabe tan gran Rey" (CP 28,11)3. LA HABILIDAD DE RECOGERSECómo entrar dentro de sí es un tema central del camino. El "recogimiento" es un campo intermedio entre la "oración rezada" y la "oración de pura contemplación". Teresa de Jesús, intenta decirnos qué es "oración de recogimiento", los medios, y cómo podemos acostumbrarnos a ello.Por cierto, en un primer momento nos ha dicho que recogerse es centrarse en el Otro, sin embargo, ahora consiste en “entrar, con El, dentro de sí”.Una condición básica es entrar dentro de sí mismo. Teresa de Jesús prefirió como punto de partida la segunda palabra del Padrenuestro; “que estás en los cielos”. No pensemos en los cielos estrellados, sino en los cielos de nuestra alma o de nuestra vida, cielos espaciosos y dilatados de nuestro espíritu.Teresa le da profundidad teológica al tema del "recogimiento", hondura de fe. La interioridad del hombre es morada, o templo del Espíritu. Dios y Padre verdadero tiene sus delicias ahí, en estar con nosotros.La enseñanza de Teresa a sus Hijas es: ¿Pensáis que importa poco saber qué cosa es cielo y adónde se ha de buscar vuestro sacratísimo Padre? (CP 28,1). Donde está Dios, es el cielo (CP 28,2). Y así lo es nuestra alma por habitarla Dios.Es importante “no solo creerlo, sino procurar entenderlo por experiencia” (CP 28,1).4. EXPERIMENTAR QUE SOMOS MORADA DE DIOSEsto de experimentar que somos morada de Dios no es cosa fácil cuando un alma comienza a orar, Teresa lo sabe y también sabe como instruirnos para salvar los obstáculos enseñando que:“El no se da a conocer hasta que va ensanchándola poco a poco, conforma a lo que es menester para lo que ha de poner en ella” (CP 28,12).Ya sabéis que Dios está en todas partes (C 28,2), Ahí, en mi espacio interior, “Dios está tan cerca que nos oirá” (CP 28,2), basta hablarle bajito.Basta “ponerse en soledad y mirarle dentro de sí, y no extrañarse de tan buen huésped” (C 28,2).Aprender a “hablarle como a Padre, pedirle como a Padre” …contarle sus trabajos, pedirle remedio para ellos (CP 28,2).¡Donosa humildad, que me tenga yo al Emperador del cielo y de la tierra en mi casa, (CP 28,3). Y esto hay que hacer, comunicarse con El sin falsas humildades (cf CP 28,3).La Santa Madre Teresa de Jesus, quiere que tengamos confianza cuando El nos esta como diciendo y rogando que le pidamos favores, y no vaya a ser que por humildad, nos quedemos pobre e incluso le dejemos marcharse al ver que nos acabamos de decidirnos por estar con El, entonces nos dice que: “tratad con él como con Padre y como con hermano y como con Señor y como con Esposo, a veces de una manera, a veces de otra, que El os enseñará lo que habéis de hacer para contentarle. Dejaos de ser bobas: pedidle la palabra, que vuestro Esposo es, que os trate como a tal” (CP 28,3).5. Y RECOGERSE, ¿QUÉ ES?Este modo de rezar que nos enseña Santa Teresa; “aunque sea vocalmente, con mucha más brevedad se recoge el entendimiento, y es oración que trae consigo muchos bienes” (C 28,4). Y recogerse, ¿qué es?, Teresa nos dice: “Llámase recogimiento porque recoge el alma toda las potencias y se entra dentro de sí” (CP 28,4).Esto es cosa del alma, es decir, cosa del centro interior de la persona. Es ella la que ha de convocar hacia dentro los sentidos y potencias.El alma misma “se entra dentro de sí con su Dios” (CP 28,4).Dios actúa ahí: “viene con más brevedad a enseñarla su divino Maestro” (CP 28,4).La persona recibe todo el misterio de Cristo con hondura y sentido nuevos, en ese nuevo mundo de la interioridad.Es: “llegar a beber el agua de la fuente” (CP 28,5).Es: “Caminar mucho en poco tiempo” (CP 28,5).Es: Como un viaje por mar llevados por el viento, es entrarse como las abejas en la colmena “para labrar allí la miel” (CP 28,7).Es: disponer de una centellica para soplar sobre ella y prender fuego de amor que lo abrase todo (CP 28,8).6. CÓMO ACOSTUMBRARSE A ESTE RECOGIMIENTO“Hablemos un poco de cómo nos acostumbraremos a tan buen modo de proceder” (CP 28,8).“Hagamos cuenta que dentro de nosotras está un palacio de grandísima riqueza” (CP 28,9). Pero el palacio no es fin para sí mismo, es morada para alguien. ”No nos imaginemos huecas por dentro” (C 28,10). ”En este palacio está un gran rey” (CP 28,9).Mi interioridad tiene una especie de dimensión religiosa y sacra: está hecha para ser capacidad de Dios, morada para él.7. ENTRAR DENTRO Y EXPERIMENTAR CÓMO NOS VOLVEMOS HACIA NUESTRO INTERIORSer sensibles a la acción de El. Dios no nos habita como el ídolo está en su templo. Está en el palacio interior para la comunión de las personas.El se da a conocer, enriqueciéndola experiencia interior del orante. “Que pueda poner y quitar como en cosa propia” (CP 28,12). “El no ha de forzar nuestra voluntad”, pues “El no se da a Sí del todo hasta que nos damos del todo” (CP 28,12).Ahora es bueno hacerse algunas preguntas, tales como se dedicamos tiempo para volvernos hacia nuestro interior, o si tratamos de escuchar lo que pasa en nosotros, del mismo modo meditemos si podemos descubrir cuanto tiempo estamos en paz con nosotros mismos, todo ello para saber si somos capaces de eliminar el desbarajuste que a veces nos consume, a fin de ordenar nuestro interior, todo estas reflexiones nos debe llevar a una pregunta muy importante: ¿Dejamos entrar a Dios en nosotros?8. LA BÚSQUEDA DE LA INTERIORIDAD (Capitulo 29)La Santa Madre Teresa de Jesús, nos confiesa que nunca supo lo que era rezar con satisfacción hasta que el Señor le enseñó este modo de orar, además nos cuenta su experiencia de que siempre encontró mucho provecho de tener la costumbre de orar de esta manera, es decir con recogimiento interior, por esa razón ella desarrollado en los siguientes capítulos su tratamiento.A través de lo que continúa exponiendo Teresa, vamos descubriendo a un Dios que vive siempre en nosotros, aunque no habitual que lo percibamos siempre y sólo se hace sentir cuando quiere. Por tanto es importante para progresar en esta oración, prestar en lo posible, la atención a quien interiormente se le habla, y tratar no estar mucho tiempo sin comunicarse con El, que es un buen Amigo.9. VIVIR EN HUMILDAD Y NO CAER EN EL PELIGRO DE SER OBSESIVO POR ACAPARAR LA ATENCIÓNCuriosamente, la Santa Madre Teresa de Jesús, antes de proseguir con la oración de recogimiento, hace primero una paréntesis, ella exhorta a sus hijas al desprendimiento del aprecio de los superiores, diciendo:“Huid, por amor de Dios, hijas, de dárseos nada de estos favores. Procure cada una hacer lo que debe, que si el prelado no se lo agradeciere, segura puede estar lo pagará y agradecerá el Señor” (CP 29.1), con esto ella quiere que privilegiemos nuestra mirada en el Maestro, es así como luego les dice a sus hijas:Poned los ojos en vos y miraos interiormente, como queda dicho; hallaréis vuestro Maestro, que no os faltará, antes mientras menos consolación exterior, más regalo os hará (CP 29,2)Y para completar la idea, Santa Teresa de Jesús, nos da una grandísima razón que supera al corazón humano que por lo demás es inconstante:“Es muy piadoso, y a personas afligidas y desfavorecidas jamás falta, si confían en El” (CP 29,2) Quizás lo que debemos entender de esta introducción a este capitulo, es poder vivir en humildad y no caer en el peligro de ser obsesivo por acaparar la atención o el aprecio de los otros.Quien en la vida misma tenga el centro de gravedad fuera de sí, sea en lo que sea, frustra de antemano todo ingreso en la oración de recogimiento.Hay que cuidar la vida, en coherencia y respeto de la propia interioridad. No hacerla gravitar fuera de sí misma.10. MEDIOS PARA EL RECOGIMIENTOY así, Teresa quiere seguir dando medios para el recogimiento. Prima la práctica sobre la teoría. Esencialmente la oración de recogimiento consiste en poner atención activa a la inhabitación de Dios en el alma, es decir, por el cual habita en el corazón de la persona. Lo dice el mismo Señor:“Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. Y San Pablo: Ef 3,17: Que Cristo habite por la fe en vuestros corazones.” Jn 14,23:Preguntémonos que produce Cristo en nuestros corazones y recordemos que Cristo nos dice: “Paz con vosotros”Preguntémonos que contemplamos a través de Cristo, ¿La trinidad?, ¿El esplendor y la Gloria del Padre?, ¿ambas cosas?. Podemos ayudarnos con el Evangelio de San Juan: 1 Jn 4,12-13, 15-16:“A Dios nadie le ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud. En esto conocemos que permanecemos en él y él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu.... Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios. Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene, y hemos creído en él. Dios es Amor y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él.”11. AMISTAD Y RELACIÓN CON DIOSTeresa busca que nos demos cuenta, de que no tengamos la actitud del orante cristiano que puede entablar la relación con Dios desde zonas superficiales, desde niveles de indiferencia que no comprometen sus afectos o sus razones de vida.Al enseñarnos el trato de amistad con Dios, en la oración, al iniciar esa especial relación con Dios, lo normal es tratarlo como a una persona más, de las que no llegan a perforar las capas profundas del yo. La entrada en la presencia de Dios postula la presencia de lo más hondo y decisivo de mí mismo. Allí dentro está el lugar del encuentro.La Santa Madre Tersa de Jesús, no hace una invitación a conocer Dios de otra manera indicándonos:“Poned los ojos en vos y miraos interiormente, como queda dicho; hallaréis vuestro Maestro …. que no os faltará…. Es muy piadoso, y a personas afligidas y desfavorecidas jamás falta, si confían en El.. (CP 29,2)., “Oh Señor mío, que si de veras os conociésemos, no se nos daría nada de nada, porque dais mucho a los que de veras se quieren fiar de Vos! ” Creed, amigas, que es gran cosa entender es verdad esto (CP 29,3) En nuestra soledad, podemos estar en la mejor compañía, justamente porque ahí, en el fondo del espíritu, Dios es compañía: compañía santa con nuestro acompañador(CP 29,4).12. YA LO SABEMOS, ORAR ES ESTAR ANTE EL Y CON ELNo enseña la Santa Madre: “cuando esta alma dentro de sí quiere entrarse en este paraíso con su Dios, y cierra la puerta tras sí a todo lo del mundo”(CP 29,4),Con su experiencia de buena lectora y de buenos libros: como está escrito en algunos libros, Teresa nos aconseja que: “nos hemos de desocupar de todo para llegarnos interiormente a Dios, y aun en las mismas ocupaciones retirarnos a nosotros mismos” (CP 29,5).Y prosigue: Aunque sea por un momento solo, aquel acuerdo de que tengo compañía dentro de mí, es gran provecho (CP 29,5).Teresa ha descubierto algo, y quiere entusiasmarnos a gustar del don de su presencia: irnos acostumbrando a gustar de que no es menester dar voces para hablarle, porque Su Majestad se dará a sentir cómo está allí (CP 29,5).Si bienes cierto que nada se aprende sin un poco de trabajo, Teresa nos dice que podremos rezar vocalmente con mucho sosiego y con menos esfuerzo, porque, al poco tiempo de esforzarnos para estar con EL, nos entenderá por señas: que forcemos a nosotros mismos para estar cerca de este Señor, nos entenderá por señas, de manera que si habíamos de decir muchas veces el Paternóster, nos entenderá de una. (CP 29,6).13. TERESA EXPERIMENTA LA INTERIORIDAD COMO PARAÍSO DE DIOS, DE UN DIOS GENEROSO EN DAREl “quiere”(CP 29,4). “Es muy amigo de quitarnos de trabajo. Aunque en una hora no le digamos más de una vez, como entendamos estamos con El y lo que le pedimos y la gana que tiene de darnos y cuán de buena gana se está con nosotros, no es amigo de que nos quebremos las cabezas hablándole mucho”(CP 29,6).“De mí os confieso que nunca supe qué cosa era rezar con satisfacción hasta que el Señor me enseñó este modo. Y siempre he hallado tantos provechos de esta costumbre de recogimiento dentro de mí, que eso me ha hecho alargar tanto” (CP 29,7).“Quien lo quisiere adquirir: “no se canse de acostumbrarse a lo que queda dicho (CP 29,7). Nada se aprende sin un poco de trabajo: por amor de Dios hermanas, que deis por bien empleado el cuidado que en esto gastareis” (CP 29,8).“Ganarse a sí para sí, que es aprovecharse de los sentidos para lo interior” (CP 29,7).14. DENTRO DE NOSOTROS HAY ALGUIEN CON QUIEN HABLARSi tenemos que hablar con la gente, tratemos de acordarnos de que dentro de nosotros hay alguien con quien hablar y si tenemos que oír, no olvidemos de escuchar a quien nos habla más cerca que nadie.“Si hablare, procurar acordarse de que hay con quien hable dentro de sí mismo; si oyere, acordarse de que ha de oír a quien más cerca le habla...” (CP 29,7).15. NOS SEPARARNOS DE TAN BUENA COMPAÑÍA:Y también nos aconseja que tengamos en cuidado de que si podemos, nos separarnos de tan buena compañía:“Traer cuenta que puede, si quiere, nunca se apartar de tan buena compañía” (CP 29,7).Es decir, tratemos de acordarnos de El, si podemos muchas veces en el día16. EL RECOGIMIENTO, ¿ES NATURAL O SOBRENATURAL?Teresa nos dice: “Entended que esto no es sobrenatural, sino que está en nuestro querer y que podemos nosotros hacerlo con el favor de Dios, que sin éste no se puede nada.” (CP 29,4).El recogimiento es la mejor disposición para ser introducido en esas otras formas o niveles de oración que ella ha llamado sobrenaturales.“Mirad qué poco tiempo para tan gran ganancia como es hacer buen fundamento para si quisiere el Señor levantarnos a grandes cosas” (CP 29,8)17. TERESA HABLA DE DIOS COMO EL ACOMPAÑADOR DEL SER HUMANO, SOLO EL BASTA.Finalmente, hemos de preguntarnos: ¿Sentimos que nuestra soledad más íntima está acompañada?Necesitamos recrear a Dios en nuestra vida, purificar nuestra imagen de Él. Porque Dios es el Amigo siempre nuevo, “Ahora los llamo Amigos" (Jn 5,15b), siempre cercano, en quien podemos confiar, "Ten confianza, hija, tu fe te ha salvado" (Mt 9, 18-26). Se hace el encontradizo en los caminos, “Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió caminando con ellos” (Lc 24,13-35), comparte nuestros sufrimientos, se sienta en nuestra mesa, reparte su pan para todos. Y “Solo Dios Basta”,(Sta. Teresa de Jesús)¡El Señor es mi pastor; nada me puede faltar! (Salmo 22)“Él me hace descansar en verdes praderas, me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas. Me guía por el recto sendero, por amor de su Nombre. Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún mal, porque tú estás conmigo: tu vara y tu bastón me infunden confianza. Tú preparas ante mí una mesa, frente a mis enemigos; unges con óleo mi cabeza y mi copa rebosa. Tu bondad y tu gracia me acompañan a lo largo de mi vida; y habitaré en la Casa del Señor, por muy largo tiempo. (Salmo 22)Y “Solo Dios Basta”,(Sta. Teresa de Jesús)18. NOS MARAVILLAMOS ANTE LA MANERA QUE TIENE DIOS DE MOSTRARSE.Mirando nuestro interior, fijemos la vista despacito, en la forma llamativa de vivir que tiene Jesús: come con los pecadores y marginados de la sociedad, se deja tocar por mujeres de mala fama, se compadece de los que sufren, llama a Dios, Abbá, el es el Emanuel, el Dios con nosotros que quiere estar y vivir en nosotros, Él ha puesto su mirada en nosotros tal como somos. Miremos nuestro interior y le hallaremos, el nos consolará y no nos faltará. Santa Teresa de Jesús, nos da una gigantesca razón que supera al corazón humano: “Es muy piadoso, y a personas afligidas y desfavorecidas jamás falta, si confían en El” (CP 29,2)Pongamos nuestra confianza en Jesús. Que su misericordia nos guíe y nos acompañe en el camino. Aprendamos a descansar en él.AMENBIBLIOGRAFIA(1) Pablo Francisco Maurino(2) Pablo Francisco Maurino(3) Pedro Sergio Antonio Donoso Brant(4) Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

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